XXV aniversario de los Juegos Olímpicos de Barcelona. En aquel tiempo, Maragall era un zulú y Pujol, un pigmeo. El alcalde ya hablaba entonces de la nación de naciones y templaba gaitas con aquello de que lo que es bueno para Cataluña es bueno para España y viceversa. La gavilla de coraceros de la que se ha rodeado Puigdemont hacía el bobo corriendo detrás de la antorcha con una pancarta que ponía Freedom for Catalonia. Ahí estaban David Madí, Forn, los Oleguer y Oriol Pujol y Francesc Homs.
Si Maragall se acordara de lo que era Barcelona se subiría por las paredes al constatar la aguda degradación del entorno, el desastroso efecto de cuatro años de mandato de Xavier Trias y su consecuencia, el gobierno de Colau, Pisarello y Asens, los magalufos del top manta y el chorring, de chorra y chorro, que es mear a la fresca y airear la titola (o la xona) en público.
La efeméride es una nota a pie de página del día a día de la capital catalana. La municipalidad no tiene mucho interés en recordar que hubo un tiempo en que, sin nostalgias ni puñetas, Barcelona era una ciudad de un interés concreto que se proyectaba en el mapa con los brazos abiertos. Al nacionalismo aún le interesa menos exponer el contraste.
También se cumplen tres años de la confesión de Pujol, cuyas actividades y las de sus sucesores tienen el punto atlético del olímpico desprecio por la moral pública. Sigue El Español con el Catleaks, un fajo de información que pone al descubierto los tejemanejes de la urdimbre, trama o red del "tres per cent". Hoy se da cuenta de las conclusiones de los peritos designados por Oriol Junqueras para analizar los procedimientos de adjudicación del gobierno de Mas en el que secretariaba Gordó. Así arrancan el texto Montero y Requeijo: "Interpretamos que la modificación ha sido intencionada y con la voluntad de obtener una adjudicación forzada a favor de la licitación ganadora". La frase no corresponde a un informe de la Fiscalía Anticorrupción ni de la Guardia Civil, sino a un documento interno de la propia Generalitat de Cataluña que confirma el amaño sistemático de contratos durante el Gobierno de Artur Mas. El informe, elaborado por miembros de distintas consellerias en julio de 2016 y que obra en poder de El Español, concluye que los responsables de la concesión de obra pública en Cataluña usaron un sistema opaco para entregar licitaciones de forma arbitraria, y que al menos cuatro de las 15 obras investigadas al azar (con centros de atención hospitalaria y escuelas de primaria entre ellas) fueron manipuladas".
Como para el 1 de octubre queda la inmensidad de 68 días, que en política catalana equivalen a la esperanza de vida de un animal de compañía, la Generalitat combina los exordios independentistas con la gestión práctica, cosa que requiere de gente capaz de separar el grano de la paja. La "idea" es que el Estado continúe tratando a la administración autonómica como si no aquí no pasara nada.
Carlos Segovia refiere en un texto en El Mundo el singular procedimiento de pedir crédito para acometer la revuelta sin dejar deudas: "Al mismo tiempo que organiza un referéndum para separarse del Estado, la Generalitat de Cataluña continúa requiriendo con urgencia la financiación estatal para evitar impagos. En estas semanas previas al 1-O necesita recibir otros 1.760 millones. Esta cifra es lo que requiere con urgencia el Gobierno de Puigdemont desde ahora y hasta el 30 de septiembre a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), según la estimación oficial del Ministerio de Hacienda. Fuentes del Departamento que dirige Cristóbal Montoro aseguran a El Mundo que una primera entrega de los citados 1.760 millones será inyectada esta misma semana o el próximo lunes a más tardar para evitar impagos a los proveedores de la Generalitat".
En el poliedro paralelepípedo de la opinión, Albert Boadella es un veterano liberal de la primera guerra carlista con autoridad para zarandear a tirios y troyanos. Hoy firma una tribuna en El Mundo para atizarle un par de coscorrones a Rajoy, de quien escribe: "No digo que su inmutable asueto no aporte aspectos positivos a la gobernabilidad de la nación. El estatismo ante Cataluña ha servido indirectamente para que los ciudadanos españoles y muchos extranjeros hayan asistido día a día al patético espectáculo de la degradación de una comunidad que años ha fue ejemplo de sensatez. Una degradación con escasos anticuerpos, y los pocos, repudiados como traidores. Este sosiego tan suyo sin intervenir en el delirio regional nos ha permitido ver episodios jamás imaginados. Episodios de auténtica república bananera con ímpetus totalitarios".
Sigue: "Editoriales conjuntos de todos los medios catalanes en defensa del nacionalismo. Padres de la patria enriqueciendo a sus retoños con el dinero público. Adoctrinamiento desde el jardín de infancia en el odio a lo español. Obispos cómplices y adeptos al mensaje disgregador e insolidario. Una burguesía pusilánime contribuyendo a que sus hijos vayan chuleando en camiseta por el Parlamento. Apología del incumplimiento de la ley en los medios de comunicación autonómicos. Colocación en la cúpula de la policía a quien comparte tales intenciones inconstitucionales y un gobierno lanzado en una demente huida hacia delante bordeando el abismo financiero y social. (...) Todo esto ha sucedido impunemente. En las propias narices del Gobierno y las instituciones de la nación y sin que la dignidad de sus integrantes se haya sentido vulnerada por el escarnio constante a la soberanía nacional y al Estado de derecho. Obviamente, ha sucedido porque se ha tolerado. Usted también. Unas veces por intereses inconfesables. Otras por la innoble actitud de una izquierda que siempre ha visto en esos intentos desmembradores la oportunidad de alcanzar el poder con demagogias de libertades al por mayor".
Conclusión: "Ahora el tema adquiere proporciones delirantes en la misma proporción que la debilidad del Estado se ha hecho cada vez más ostensible por no atajar precisamente el desafío a tiempo. Que son desleales, insolidarios y xenófobos, a estas alturas lo saben hoy todos los españoles. Por eso su política ha creado una sensación de impotencia a la ciudadanía ante la constante amenaza de sedición sin respuesta. Espero que su indiscutible sensatez le haga ver en esta ocasión trascendental la necesidad de confiar también en su buena estrella precisamente para tomar una decisión ejemplarizante. De lo contrario, en muy pocos años el secesionismo se convertirá en el auténtico hecho diferencial de los habitantes de esta península y usted, en el Cameron del sur".
Purga por goteo. "El número dos de cultura, Xavier Gibert, dimitirá este martes según han confirmado a La Vanguardia fuentes del Ejecutivo catalán. Aunque llevaba tan sólo 15 días como secretario general del Departamento de Cultura, Gibert formaba parte de la Generalitat desde el primer gobierno de Artur Mas, en 2010. Xavier Gibert asumió la secretaría general con Lluís Puig y desde el 2012 hasta su marcha en 2016, fue secretario general de Empresa en la Generalitat".
Noticia bomba. La Generalitat no sólo contrataca con Yoko Ono, la viuda negra, sino que prepara El intermedio de todos los intermedios con Toni Soler. Irene Ramentol da la noticia en Nació Digital: "La nova aposta de TV3 per donar aire fresc a la graella és un informatiu satíric diari que, segons ha pogut saber NacióDigital, presentarà el periodista i historiador Toni Soler. El programa s'estrenarà el setembre i s'emetrà just abans del Telenotícies Vespre. La productora de Polònia i Crackòvia -Minoria Absoluta- serà l'encarregada de donar forma a aquest espai que apostarà pel gènere news satire ("sàtira informativa") amb una doble missió: informar i entretenir el públic".
Estamos perdidos.
Huelga de celo en El Prat y toros sin sangre en Baleares. Comienza el pleno escoba y el Rey se encontrará dos veces hoy con Puigdemont. Deportes: Si Neymar se queda en el Barça es que Piqué es el presidente y Bartomeu sobra.
25 de julio, santoral: Santiago y santa Olimpiada de Nicomedia.