Los notarios del libro Guinness, gente seria e incorruptible, observan con atención los acontecimientos políticos de Cataluña. Lo de Puigdemont, Junqueras, Mas y Llach, entre otros, pulveriza todos los registros sobre el ridículo político en la categoría "regiones del mundo y particularidades administrativas". Variedad de adjetivos en los medios, de caza de brujas a purga, de escabechina a depuración, de movida a mogollón en el Govern.
A lo largo del día se espera un nutrido desfile de cadáveres políticos. Neus Munté, Jordi Jané, Meritxell Borràs, Meritxell Ruiz y el secretario Vidal de Ciurana están nominados. Salen en todas las quinielas, igual que Joaquim Forn para Interior y Turull de portavoz. El proceso comenzó con el gobierno de los mejores y continúa para bingo con el de los kamikazes.
La maniobra jurídica en el Tribunal de Cuentas para que Mas pague lo que se debe del anterior referéndum, cinco millones y pico de euros, ha sembrado el pánico y las deserciones en las líneas pedecatas. Los consejeros están aterrados. Puigdemont no habla con nadie, desconfía de todo y de todos y sólo se apoya en Santi Vila, que ha pasado de conspirar en Manresa con Marta Pascal y David Bonvehí para encabezar una candidatura autonomista a ser el más leal y fiel colaborador del president. By the face.
En el PDeCAT chinchan y rabian con Junqueras y la Esquerra. El vicepresidente de Economía y Asuntos Amorosos se juega, patrimonios al margen, la inhabilitación por lo que en ese viaje al Wallhalla de los indepes se piensa llevar por delante lo que queda de Convergència.
Toni Bolaño y Marcos Pardeiro afrontan las múltiples derivadas del esperpento y subrayan claves sobre quién puede estar filtrando las gruesas desavenencias en el PDeCAT, entre el PDeCAT y ERC y en el Ejecutivo: "Este pulso es un nuevo capítulo de los enfrentamientos en el mundo soberanista porque nadie quiere ser el 'culpable del fracaso'. (...) Nadie va a tirar la toalla, aunque, cada día que pasa, aumentan en el mundo soberanista las dudas sobre el éxito del (pen)último capítulo del 'procés'".
Siguen: "Nadie escondía la crisis, ni tan siquiera se disimulaba. Las hostilidades se agudizaron el martes cuando se filtró que ERC ponía condiciones para asumir todo el control del referéndum: 'competencias, dinero y personal', por un lado y, por otro, 'garantías de lealtad y compromiso de los consellers y altos cargos del PDeCAT'. A la vista de que estos compromisos no eran firmes, el líder de ERC y número dos del Govern reclamó cambios a Puigdemont, aunque fuentes de ERC niegan que se pusieran nombres sobre la mesa. El órdago no sentó nada bien al president –aunque se señala a la consellera Neus Munté como la filtradora de estos entresijos para blindarse ante posibles movimientos en el Govern–, que aprovechó el pleno para asegurar que nombraría un conseller encargado del referéndum".
En El Nacional, Marta Lasalas firma una pormenorizada crónica sobre las remociones y la remodelación en la que se da por finiquitada a Neus Munté: "La consellera de Presidència s’havia perfilat des d’un primer moment com a possible substituta de Meritxell Ruiz a Ensenyament. Però a hores d'ara, totes les fonts consultades apunten que quedarà fora del Govern. Durant les converses, se li hauria plantejat la possibilitat de conservar el paper de portaveu de l'executiu, però la fins ara titular de Presidència no hauria acceptat el relleu. No només això, Munté hauria mostrat el seu desacord amb la substitució del secretari de Govern, Joan Vidal de Ciurana, un dels noms que des del primer moment entrava en les travesses de canvis i que també quedarà exclós del gabinet. Aquesta situació hauria tensionat la relació de Munté amb el president i el PDeCAT. Hi ha, però, una segona versió més endolcida de la marxa de Munté del Govern, que passaria per interpretar aquest moviment com la necessitat del partit de preservar algun dels dirigents de primera línia de les inhabilitacions".
En el texto también se apunta que al pasar Turull al Govern Marta Pascal recibirá el premio de consolación de presidir el grupo de Junts pel Sí.
En medio del lamentable espectáculo del naufragio, hundimiento y caída de Puigdemont (a punto de convertirse en el hombre de paja de Junqueras), el trámite burocrático de menor rango de la entrega de un auto judicial en el Teatre Nacional de Catalunya ha adquirido unas dimensiones colosales. O sea que una pareja de la Benemérita en traje de camuflaje de paisano fue al TNC a entregar una papel del juez de instrucción número 13 (que investiga las confesiones de Santi Vidal sobre el Gran Hermano nacionalista) en el que se pide la documentación del acto de presentación de la ley del referéndum.
Eso mismo en algunos medios viene a ser que unos tíos con tricornio han asaltado el recinto sagrado del teatro y se han sacado la chorra en la sala gran, han registrado de arriba a abajo el edificio, acojonado a los trabajadores y después se han ido a celebrarlo con un calvo en el Fossar de les Moreres. ¡Qué bárbaros!
Sin embargo, no cuela. Llegados a este punto, las soflamas de antaño, la chulería democrática y las promesas en firme, aquel verbo inflamado e incendiario, es tembleque de piernas y castañeo dental. Se necesita gente que no tenga nada que perder porque no tenga nada o lo tenga en Luxemburgo.
Entre los independentistas de a pie y de buena fe, el espectáculo duele.
Santiago Espot firma un artículo en El Món que expresa la indignación que provocan en el vulgo soberanista las patéticas deambulaciones y miramientos de los consejeros y quienes no lo son. Clama Espot: "Veure Francesc Homs acceptant que el poble li pagui una multa de 30.000 euros perquè es veu que no ha pogut estalviar després d’ocupar càrrecs públics des del 1996 (té 47 anys), o assistir a l’espectable de la consellera Borràs implorant que li retirin la querella per la fallida compra d’urnes, no inspira cap confiança a l’hora de pensar en un encarament amb els poders de l’estat per part dels diputats catalans. La caseta a la Cerdanya o les classes particulars d’anglès de la nena no es poden posar en perill. I a Madrid ja han vist el farol".
I més: "Davant aquests capteniments em venen a la memòria aquells que ens han precedit en aquesta lluita i que s’ho van jugar tot per l’ideal de Catalunya. Llavors em cau l’ànima als peus, i penso com en som de candits els catalans per dipositar la confiança del destí de la pàtria en aquells que els espanta signar un paper".
Comienza la cuenta atrás para que algún preclaro guionista del proceso compare a Liu Xiaobo con algún prócer inhabilitado y a España con la China.
14 de julio, santoral. Camilo de Lelis y Francisco Solano Taumaturgo.