Pablo Iglesias está tan satisfecho con el fracaso de la moción de censura que presentará otra antes de fin de año. Se conoce que quiere que le azoten más y más. ¡Qué manera de hacer el ridículo! Esa forma de presumir, ese tonito profesoral, ese patético manejo de las citas y la bibliografía... Sólo le faltó llamar ignorantes a los diputados e imbéciles a los ciudadanos. Por chulear, todo el rollito ese de que lo ha leído todo y antes que nadie se fue aún más al garete cuando le dio por llamar Soler Turá a Solé Tura.
El líder de Podemos es un pedante de campeonato, el cuñado que cree que los cuñados son otros, los demás, un profesor de chichinabo que machirulea y se sienta con las piernas abiertas, en plan despatarring. En El País, Elsa García de Blas firma la nota sobre la posmoción en la que destaca la euforia podemita tras haber recibido antológica golpiza: "Podemos sale muy satisfecho con el resultado de una moción de censura que, aunque perdió, considera que ha ganado con rotundidad. El “nerviosismo del PP”, con un “Rafael Hernando pasado de frenada”, remarcaban este miércoles fuentes de la dirección, “revela que han perdido el debate”".
Iglesias se aferra al deshielo con el PSOE, línea de supervivencia que merece la apertura de Público. Alejandro L. De Miguel y Manuel Sánchez escriben un texto que detalla los recelos socialistas: "Fuentes del PSOE aseguran a Público que quieren intentar "vías de acuerdo con Podemos en distintos temas", en los que podrían llegar a tener mayoría parlamentaria si sumaran los apoyos de otros grupos, pero reconocen que siguen "desconfiando" del partido morado "y de su líder, Pablo Iglesias"".
Continúa la crónica: "Los socialistas han celebrado el cambio de tono del secretario general de Podemos, en el marco del debate de la moción de censura, este miércoles, y han puesto en valor que Iglesias haya hecho autocrítica públicamente sobre el modo en que su formación se ha relacionado con el PSOE en el pasado. No obstante, exigirán al partido morado que demuestre esta voluntad de colaboración "con hechos". "Es decir: que Podemos deje de querer tener todo el protagonismo, o de hacer jugadas parlamentarias que pongan en evidencia a los socialistas"".
Hoy se cumplen cuarenta años de las primeras elecciones democráticas en España. Delicada operación que se saldó con notorio éxito. Francesc de Carreras recuerda el crucial momento en una tribuna de El País: "Aquel día fue muy singular. Los ciudadanos estaban expectantes, los políticos más, los gobernantes inquietos, la prensa alborotada. Las elecciones podían ser limpias o sucias, no era descartable algún conato de violencia. Al llegar la noche ya se vio lo más importante, mucho más que los resultados: los españoles tenían muy asimilada la democracia, eran respetuoso con las reglas jurídicas, ejercían la virtud de la tolerancia con quien discrepara de sus opiniones, querían convivir en paz de una vez para siempre. La guerra civil se había superado hacía años, todas las lecciones de la historia se habían aprobado. Esta fue la gran victoria, para nada militar, de aquel día".
Y concluye: "“Quisimos, pudimos, ¡lo hicimos!” La conocida frase pronunciada por John Wayne en Río Rojo, la gran película de Howard Hawks, la podían repetir aquel día, con una leve sonrisa y gran satisfacción, millones de españoles".
El responsable técnico de las elecciones fue Martín Villa, que a sus 82 años tiene memoria fotográfica. En Voz Pópuli le entrevista Alejandro Vara. El entonces ministro de Gobernación asegura que "aquella noche hicimos el ridículo" porque "a las seis de la madrugada se había escrutado tan sólo el 18 por ciento". Pues como en el Reino Unido, more or less. En el texto hay tema catalán también:
"¿Qué asignatura pendiente tiene la Transición?
Queda por redondear lo autonómico. Don José Ortega y Gasset, que era diputado por mi tierra de León, dijo aquello de que “con Cataluña hay que conllevarse”. Ni siquiera habló de convivir. Es un tema que la solución definitiva no existe. Porque es la solución que nos gustaría a los mesetarios, centrípeta, y la de los periféricos, centrífuga. Lo centrífugo ha llegado a un nivel absolutamente intolerable. No hay solución definitiva".
Va a días. Hasta ayer se daba por descontado que Puigdemont estaba dispuesto a montar un referéndum de verdad, nada que ver con el 9-N, pero no es así. Lo que pase el 1 de octubre recaerá sobre los hombros de ochenta mil voluntarios: 4.500 agentes electorales ordenados funcionarios por un día y 75.000 desprendidos y probos ciudadanos dispuestos a gerenciar mesas, urnas y papeletas. Así que el 1-O ya no se va a parecer al 9-N lo que un huevo a una castaña sino lo que un huevo a otro huevo.
Francisco Granados ha salido de la cárcel tras depositar cien mil euros y la escritura de propiedad de una vivienda. Nada más quedar en libertad se ha ido a Ok Diario a largar contra Cifuentes en dilatada conversación con Eduardo Inda y Miguel Ángel Pérez.
15 de junio, santoral: Benilde de Córdoba y María Micaela del Santísimo Sacramento.