In illo tempore las chaquetas de pana eran contestatarias. Felipe González las convirtió en un must progre que nada tenía que ver con la austeridad auténtica del jersey de Marcelino Camacho, el último sindicalista, porque en ese gremio casi todos los que han venido después han sido pancistas o triperos. O sea que la pana era la pera y asustaba a las viejas.
Así pues que el hábito no hace al monje, pero por la facha y el traje se conoce al personaje. El refranero es lo que tiene. Sea perro o sea flauta, Gerardo Pisarello, teniente de alcalde de Barcelona, viste como le rota y bien que hace, faltaría más. Pasa que eso puede tener nefastas consecuencias y acarrear graves daños (y no sólo para la vista) a los barceloneses en términos de muchas pelas.
Nuria Vázquez firma la exclusiva en Crónica Global sobre el delirante proceder del preboste municipal ante los representantes del Centro Europeo de Medicina China, que tenían la vana pretensión de instalarse en Barcelona, invertir, crear puestos de trabajo y esas cosas de capitalistas: "En verano del año pasado, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, delegó en el entonces teniente de alcalde --y alcalde accidental actual--, Gerardo Pisarello, para que recibiera a los portavoces de la compañía asiática en el Ayuntamiento de Barcelona. La delegación china acudió al consistorio barcelonés tras visitar la zona del distrito de Horta-Guinardó para hablar con los responsables municipales y acabar de encauzar el pacto. Pisarello hizo esperar a los inversores hasta tres cuartos de hora y, cuando se presentó, lo hizo en bermudas, les dijo que estaba ocupado y que hablarían con una subordinada".
Sólo le faltó mandarlos a tomar por la retambufa. Pisarello es un exótico como la mayoría de los comunes, que demuestran que mandan rascándose el triángulo de las bermudas. Los chinos se fueron a L'Hospitalet, donde la alcaldesa Núria Marín les hizo la ola.
¿Si los niños vienen de París, de dónde vienen las noticias? ¿Se crean y se destruyen? ¿Existe el más allá? Material sensible. Acaba de reparar el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del caramable Méndez de Vigo y Montojo en que los libros de texto de Historia para menores en Cataluña son una cosa sicalíptica destinada a generar en las tiernas neuronas de las infantas y los infantes la creencia de que España, lo hispánico y los españoles son una plaga de langostas. La prensa de papel se agita con el informe de unos profesores y corren despavoridos los funcionarios por el Ministerio.
La prescripción se remonta a un texto de María Jesús Cañizares en Crónica Global del 2 de mayo que se ha vuelto viral. La pieza arranca así: "Una lluvia fina de adoctrinamiento ideológico en los libros de texto catalanes. Esta es la conclusión de un estudio realizado por el sindicato Acció per a la Millora de l’Ensenyament Secundari (AMES) de los manuales de Geografía e Historia de 5º y 6º de Primaria utilizados en el curso 2016/2017 en Cataluña. Concluyen los autores del informe, que puede leerse en este enlace, que 'muchos de los planteamientos contenidos en estos libros propician que se genere en los alumnos aversión, cuando no odio, hacia todo lo español, así como el rechazo a compartir un proyecto de futuro común'".
Se ha repetido el fenómeno de la aparición de banderas de España en Barcelona. Sorpresa y conmoción mayúsculas en el soberanismo imperante. ¿Quién se iba a imaginar que esa banderita tú eres roja y eres gualda iba a ser como la ikurriña en los sesenta? El mundo está tan girado que resulta que empastifar una pared con la estelada es cívico y hacer lo mismo con la bandera española es una gamberrada.
Entre el Gobierno y el Govern no hay feeling, ¿cierto? Según la parte autonómica, la parte central es un Estado erdoganiano. Y más o menos viceversa. Pero hete aquí que a veces no es lo que parece, las apariencias engañan y visca el peix al cove. El Gobierno pretende introducir al Govern en las excelencias del método del pacto. Poco a poco, sin forzar, como que fluya. Ha sido el caso del enjuague de la estiba, esa abstención del PDECat en el Congreso a cambio del chanchullo en el Consorcio del Palau de la Música para que la Generalitat no acuse a Convergència. Hoy por ti y tal. Es fácil y una adaptación evolutiva nada desdeñable.
Corrupción en el PP. Los hallazgos arqueológicos de la UCO sobre la contabilidad de las guerras púnicas están empezando a sugerir en el seno del partido un debate parecido al de Convergència cuando se cambió el nombre. Es eso de que Caja Madrid ahora se llama Bankia y CDC, Partit Demòcrata Europeu Català. En El Español, Guindal, Monteiro y Requejo aportan toda la información sobre la imaginativa contabilidad de la formación que preside Mariano Rajoy: "El Partido Popular se presentó 'dopado' a varias de sus elecciones. Los investigadores analizan cómo a través de distintas fórmulas pagaron a proveedores y actos de campaña ocultando esos gastos al Tribunal de Cuentas. La investigación del caso Púnica revela incluso que los responsables del partido manipularon una factura por un concierto de Azúcar Moreno y otro de Iguana Tango en el final de campaña de las elecciones madrileñas de 2007. Esta información ha sido corroborada con los datos aparecidos en el 'pendrive' del exgerente del PP, Beltrán Gutiérrez".
Arrasan con todo. No respetan ni el buen nombre de las hermanas Salazar.
La descomposición del PSOE. Bronca por las circunstancias del ejercicio del voto. Isabel Morillo firma la previa de las primarias en El Confidencial: "Los afines a Pedro Sánchez no se fían de la gestora y los nervios se adueñan ya de cara al domingo 21 de mayo. Este jueves hubo un intercambio de advertencias y un cruce de reproches entre los sanchistas y Ferraz a cuenta de un asunto que consideran clave. El acuerdo de todas las candidaturas y la gestora fue que el voto se realice de forma secreta, en urna y con todas las papeletas dentro de las cabinas. Así se notificó ayer de nuevo en un comunicado desde Ferraz tras una jornada tensa".
19 de mayo, santoral: Ciriaca y Pudenciana, Ivo y Pedro Celestino.