La noche de los cuchillos largos del PP
Los medios lapidan a Esperanza Aguirre. La purga en el partido no ha terminado. Rajoy se ha ido a Brasil para no verlo. Le Pen puede ser presidenta y el PDECat de Macron
25 abril, 2017 09:04Una dimisión política es como una puerta grande en Las Ventas, gran acontecimiento. Esperanza Aguirre ya lleva tres. En España se entierra estupendamente, pero si resulta que el muerto está vivo, se le entierra mal, a pedradas, con saña de caníbales. Se le acabó la baraka a la mujer que sobrevivió a un accidente de helicóptero junto a Rajoy, a un tiroteo terrorista en Bombay, a una grave enfermedad y, además, a las maquinaciones del gallardonismo político y mediático.
Exministra de Cultura, expresidenta del Senado, expresidenta de Madrid y la única política española que ha hablado en inglés en la Cámara de los Comunes sin que Shakespeare se removiera en su tumba ya es historia política. Y el Bruto en Brasil. Crimen perfecto.
Engañada y traicionada. ¿Sólo por González y Granados? La operación es una noche de los cuchillos largos en el PP, una purga, no se hacen prisioneros. El juez Velasco imputa también a Eduardo Zaplana y al empresario Juan Miguel Villar Mir tras haberle apretado las clavijas al yerno yoguiñogui. Que Velasco investigue a Zaplana es una "curiosidad" sustantiva porque fue Zaplana, cuando presidente de la Comunidad Valenciana, quien nombró al magistrado Eloy Velasco director general autonómico de Justicia. Raro.
En Público, Paula Díaz analiza el método Rajoy y sus efectos: "Aznar, Rato, Zaplana, Gallardón... y Esperanza Aguirre. La lideresa completó este lunes la amplia lista de defenestrados de Mariano Rajoy. Ella, que lleva media vida en el PP --desde 1987, cuando todavía era Alianza Popular--, fue la última víctima de su método, que no es otro que el de dejar que cada uno caiga por su propio peso. Esa fue la táctica a seguir por el presidente del Gobierno y del partido desde que llegó: poco a poco se fue librando de todos sus enemigos hasta el punto de que, a día de hoy, no queda ni rastro del aznarismo en la cúpula de la formación".
La ley de la gravedad como arma del delito. Rajoy es el Houdini del crimen político.
Uno de los más persistentes críticos de Aguirre es José Antonio Zarzalejos, que escribe un punzante "obituario" en La Vanguardia que incluye hábitos y procederes de la condesa: "Aguirre nunca se comportó como quitanieves electoral para la derecha política. Ella y sus subordinados plebeyos se deslizaron por la carretera que asfaltaron en Madrid el discreto Álvarez del Manzano y Alberto Ruiz-Gallardón. En la capital y en la Comunidad ganaba la marca y a ella le hicieron creer que la victoria era suya. Aguirre debió haberse comportado aristocráticamente en el sentido etimológico del término, pero eligió la impostura y cabalgó entre la corrupción de sus subordinados –no les aplicó esa frase tan querida por ella de la canción La chica del diecisiete: ''De dónde saca pa (sic) tanto como destaca'– y su propia mentira, tratando de transformarse en lo que no era: una chulapa verbenera, mal hablada, con puro en ristre y mantón de Manila. La zarzuela ha durado demasiado para el PP y ha concluido con un ruidoso pateo del respetable. No faltó el estrambote: hubo un tiempo en que se dedicó a cazatalentos".
Ahí le ha dado. Y hablando de paso y de Gallardón, el inconveniente Cara al Sol de algunos allegados de su fallecido suegro, el exministro de Franco Utrera Molina, ante el féretro. Carnaza para Podemos y el procesismo. Entre flashback y déjà vu. El reentierro de Sanjurjo en Melilla contribuye a fer bullir l'olla de la vigencia del franquismo. Es un auténtico revival.
Macron-Le Pen, el gran duelo. La presidenta del Frente Nacional ha anunciado que deja de ser presidenta del Frente Nacional a fin y efecto de transversalizarse como candidata a la presidencia de la derecha de Fillon. El viento sopla a favor de Macron, pero no está dicha la última palabra. En cualquier caso, el exejecutivo de Rothschild es el fenómeno del momento, el espejo ante el que se agolpan populares, ciudadanistas y la izquierda sutil de Manuel Valls. El centro, ni de izquierdas ni de derechas, consigna anaranjada punto primitiva, pero de gran rendimiento en el país vecino. Macron, el exbanquero y exministro antisistema, pero lo justo y en bien peinado.
Nuestro nacionalismo local es muy sensible a la moda de París y ahora resulta que el PDECat es En Marche! en catalán, lo mismo igual. El sensacional descubrimiento corre a cargo de Toni Aira, que lo documenta en un artículo de El Món: "Guanya Emmanuel Macron i ara tots voldran ser de centre. I no. Més i tot, ell és situat com de centre i antisistema. És possible? Sí, i a Catalunya això ho defensa un PDECat a qui tots donen per mort. Els falta un lideratge electoral que s'apropi ni que sigui una mica al del potent i bon comunicador Macron, però quant a proposta, la dels post-convergents és la que més s'hi acosta. Per exemple, per l'opció pròpia dels hereus del partit que des d'aquí ja defensava François Bayrou quan el seu era l'únic partit de centre que optava a la presidència de França (sense opcions), és a dir, quan no estava de moda però aquí ja hi havia un partit que pactava amb socialistes o amb populars, teòriques esquerra i dreta a Espanya, i que ara ho fa amb l'esquerra a Catalunya. Això és centre. Com l'és també un tarannà liberal que mai ha estat de moda a Espanya, però sí a Catalunya, sense fer-ne gaire bandera, i que ara triomfa a França de la mà de Macron".
Muy crítico Aira con la falta de liderazgo de los pedecatos. ¿Y Santi Vila?
La huelga de Metro de Barcelona es más molesta y peligrosa que el turismo, pero aquí vale todo y nada tiene remedio.
25 de abril, santoral: Calixta, Marcos y Herminio.