El somatén mediático del referéndum o referéndum observa con atención el movimiento de paquebotes de la armada británica. Mucho o poco, confían en que Theresa May despliegue la flota en torno al peñón de Gibraltar y ponga a España contra las cuerdas. El Brexit es un tablón con un clavo ardiendo. Si Escocia sale de Reino Unido, seguirá en Europa. El vaticinio al calor de la realpolitik es energía para el proceso.
Este buen señor MacKenzie se ha ganado un fin de semana en Magaluf con mamading incluido. La prensa española no ha replicado aún a la británica. La guerra de papel excita más a los cabezas rapadas de Liverpool que a los lectores peninsulares. Mientras zarpan los submarinos atómicos rumbo al estrecho, la diplomacia pirata de Su Majestad consigue el apoyo de convergentes y republicanos, se supone que también "follaburros", pero prestos a cambiar de agujero o prestar el suyo a mayor gloria del proceso. En El Mundo, Pablo R. Suances suscribe el texto de las maniobras europarlamentarias de Tremosa y Terricabras: "'Juego sucio' en el Parlamento Europeo. En los pasillos de Bruselas y Estrasburgo dichos como el de que los enemigos de tu enemigo son tus amigos y el de la que la política hace extraños compañeros de viaje son pura realidad. Hoy, sin ir más lejos, el independentismo catalán se asoció con los conservadores y laboristas británicos para intentar debilitar la posición española y del Consejo Europeo sobre Gibraltar".
Continúa Suances: "Los eurodiputados Ramón Tremosa (PdeCAT), Josep-Maria Terricabras y Jordi Solé (ambos de ERC) suscribieron una resolución presentada por británicos de diferentes formaciones para incluir una mención expresa a Gibraltar en el texto de la esperada resolución de la Eurocámara sobre el Brexit. Todo en una jornada en la que durante varias horas una 'enmienda falsa, una intoxicación del lobby gibraltareño', estuvo colgada en la web de la institución para 'inducir a error' a los que mañana deben votar, según denuncia Javier Nart, de Ciudadanos".
En El Confidencial, Antonio Fernández advierte sobre las aviesas intenciones de los nacionalistas: "A río revuelto, ganancia de pescadores. Si algo está de moda en Reino Unido es el Brexit. Y luego, el referéndum catalán. Al menos, eso es lo que ‘vende’ bajo mano la propia Generalitat de Cataluña. Esa percepción se ha visto reforzada después de que el conservador exministro de Trabajo con Margaret Thatcher Norman Tebbit escribiese en su columna semanal de The Telegraph que si estuviese en el lugar de la premier británica, Theresa May, invitaría 'a los líderes del movimiento soberanista catalán a Londres o incluso llevaría su voluntad de independencia a la ONU. Los catalanes son diferentes de los españoles. Son gente abierta que ya comerciaba con Cornualles y Gales hace mil años'. Tebbit es un supremacista británico partidario de defender con uñas y dientes sus colonias, no en vano formó parte de un Gobierno que inició una guerra para no desprenderse de las Malvinas y que es partidario de que el Reino Unido declare la guerra a España para que Gibraltar siga siendo su colonia".
En la retaguardia, cayó el presidente de Murcia, el popular Pedro Antonio Sánchez, sometido su partido al dictado naranja. A la misma hora que se consumaba la dimisión, Montoro le hacía la cama a Rajoy con la presentación de unos presupuestos que liquidan de momento las inversiones del Corredor Mediterráneo. El recaudador va a su bola y en los medios catalanes subrayan que este año habrá menos dinero para Cataluña que el pasado. La mezcla de estos ingredientes junto a la suspensión del TC aviva las expectativas de un calentón callejero que desemboque en un referéndum inapelable.
Los soberanistas tienen un as en la manga. Francesc Homs se ofrece gratis a Puigdmeont como asesor especial sobre urnas y papeletas. Ferran Casas suscribe la información en Nació Digital: "Francesc Homs serà una de les figures polítiques clau en la gestió del referèndum del proper setembre, que està segur de que es farà i que, a més, es pot 'fer bé'. En una conferència al Col·legi de Periodistes ha explicat que, després d'haver de deixar l'acta al Congrés, Carles Puigdemont li ha demanat que s'impliqui en assessorar-lo personalment pel referèndum, cosa que farà 'a cost zero' i compaginant-ho amb la seva nova activitat professional. Homs ha explicat que ja no tindrà ara el protagonisme que tenia als mitjans ('el meu és un a reveure a l'activitat pública', ha dit) però que seguirà ajudant en un referèndum que està segur 'que es farà'".
Poca broma. Homs a coste cero, consejos por la patilla. En cuanto a sus actividades "profesionales", quiere montar un despacho de abogados. Y es que a CDC, el PDECat y tot plegat le faltan letrados y se le acumulan los casos de corrupción y desobediencia. De hecho, la Generalitat pretende hacer caso omiso del Constitucional pese a las concretas advertencias, según el texto de Jaume Pi en La Vanguardia: "El Govern no ve novedades importantes en la nueva resolución del Tribunal Constitucional, que suspende cautelarmente las distintas partidas en los presupuestos de la Generalitat que deben permitir la celebración de un referéndum sobre la independencia de Catalunya. Y, por lo tanto, y sin aclarar cómo actuará para llevarlo a cabo, el ejecutivo que preside Carles Puigdemont mantiene intacto su compromiso".
Párrafos después insiste: "A preguntas de los periodistas, la portavoz (Neus Munté) no ha aclarado cuál va a ser a partir de ahora la estrategia de la Generalitat para celebrar la votación, y más teniendo en cuenta que la resolución del TC incluso advierte explícitamente de no emplear ningún fondo en dicha convocatoria y celebración. Por contra, Munté se ha concentrado en criticar la vía de 'judicialización' del Gobierno central, al que ha vuelto a ofrecer 'diálogo' sobre el referéndum. 'Haría bien el Gobierno de escuchar las demandas democráticas de la gente', ha insistido".
5 de abril, santoral: Vicente Ferrer, Irene, Emilia y Juliana.