Sánchez en el feudo de Susana y los pretorianos pringan a Mas

Pedro Sánchez cabalga de nuevo y su sombra se cierne como las nubes de tormenta sobre la política española. Si recupera el trono nada será como antes y no sólo en su partido, sino en la gobernación general. Abatido por los suyos para evitar una terceras generales en un año, el mozo del barrio de Tetuán agita a las bases y sulfura a la dirigencia. Crece el riesgo de escisión en el PSOE. Todos los medios dan cuenta de las maniobras por el poder en la calle Ferraz, de donde salió Sánchez desnudo y apaleado. Su retorno no es el de un fantasma sin cabeza, sino el del caudillo que quiere recuperar las esencias de la vieja formación. ¿Cuándo se ha visto que el PSOE facilitara un Gobierno de derechas?

El mensaje de Sánchez es Rajoy apuntalado por la gestora y Susana Díaz en tratos con la caspa y la casta. Al socialista de carné se le abren las carnes con la política pragmática y quiere votar, tanto en el cónclave interno de las puñaladas como en unos comicios que alumbren una mayoría de izquierdas que derroque al registrador. Las crónicas rezuman retórica guerrera. No se hacen prisioneros en Walking Dead.

En El Confidencial, Isabel Morillo y Juanma Romero enjaretan un texto bélico, informe de situación en frente del sur: "Susana Díaz activó la maquinaria de guerra en el PSOE. Por fin confirmó que presentará oficialmente su candidatura el próximo 26 de marzo en un acto en Madrid que pretenden que sea masivo y con la militancia como protagonista. Su anuncio inicia una nueva fase en la batalla abierta por la secretaría general, que culminará con las primarias en mayo y la celebración del 39º Congreso, el 17 y 18 de junio".

Continúan: "A partir de ahora el PSOE estará cada vez más tensionado y todos los equipos de los tres candidatos en liza, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, procurarán la máxima movilización de los 180.000 militantes socialistas llamados a decidir el futuro del partido. Todo apunta a que será una pelea polarizada por Díaz y Sánchez, con un tercer rival con más dificultades para entrar en el foco".

Comienza el juicio del caso Pretoria con el retraso habitual. La vieja guardia de Jordi Pujol se sienta en el banquillo siete años después de que Garzón irrumpiera en el oasis con los registros en los ayuntamientos de Santa Coloma, Badalona y Sant Andreu de Llavaneres y detuviese al alcalde socialista Bartomeu Muñoz y a Macià Alavedra y Lluís Prenafeta. Compraban baldíos por cuatro perras que tras hábiles recalificaciones pasaban a ser terrenos aptos para centros comerciales y pisos de alto standing. Unos linces --once acusados-- que según la papelería judicial se habrían levantado 45 millones por la patilla.

Como Artur Mas no tiene suficiente con el caso Palau, las conversaciones de Prenafeta captadas por la Guardia Civil le sitúan en medio del carajal, según la información de Carlos Quílez en Crónica Global. Que un concejal convergente se ponía tonto y no quería transar un incremento de edificabilidad, no problema. Prenafeta desenfundaba el móvil y llamaba al jefe del partido, no otro que Artur Mas, para pedirle que metiera en vereda al díscolo. Para eso están los amigos, ¿no?

Mas se aferra a la teoría de que el mundo entero conspira contra él, que las ratas huyen del barco y que todos los testimonios que le apuntan no son más que el efecto combinado de las amenazas de la fiscalía y las promesas de un suave trato judicial.

En El Mundo persisten en ondear a los dos testigos protegidos que han levantado la liebre. Según la nueva entrega de Esteban Urreiztieta y Ángeles Escrivá, los traidores que señalan a Mas y Gordó "son amigos íntimos y ex socios de la familia Pujol. El primero de ellos, identificado con una A por parte del juez de El Vendrell, es además uno de los principales donantes de Convergència Democrática de Catalunya (CDC). Este empresario reveló, tal y como adelantó El Mundo, que se reunió con Mas y su mano derecha para hacer donaciones a cambio de contratos. El segundo testigo --identificado con la B-- sostiene que un diputado de CDC le aconsejó “pactar” con Gordó “las condiciones” para hacer negocios en Lleida.

Caen chuzos de punta, pero el proceso no se detiene. La ANC prepara planes de contingencia para acampar en las infraestructuras claves y los apóstoles de la república pregonan la buena nueva. En e-noticies se ocupan de las andanzas soberanistas entre los inmigrantes: "El secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía de la Generalitat, Oriol Amorós, ha ofrecido pasaporte y residencia a todo el mundo en caso de independencia durante un acto de la sectorial de la ANC de inmigración, de Súmate y de Sí con nosotros. Amorós ha dicho que "si en septiembre votamos independencia, todos los que estemos en Catalunya seremos madres y padres de la patria".

No lo tiene tan claro Èric Bertran, comisionado pedecatense para la inmigración, quien "ha manifestado que su partido apuesta por "acoger dentro de nuestras posibilidades". "No queremos abrir fronteras", ha remarcado Bertran, que ha defendido "encontrar el elemento clave que nos permita ser un país donde llegue inmigración y que seamos capaces de captar su talento". Bertran ha señalado en este sentido que "las personas que vengan deben tener trabajo para poder pagarse una vivienda y deben poder venir en la medida en que todos los ciudadanos de Catalunya tengan vivienda y trabajo"".

Lo llevan crudo porque en líneas generales la gente emigra porque no tiene curro ni futuro, ya sea por una guerra o por la miseria.

13 de marzo, santoral: Cristina, Ramiro y Sabino.