El sistema bancario español está contra las cuerdas. Después de la inyección de miles de millones de euros abonados a tocateja por el pagano ciudadano para mantener los chiringuitos, el Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia europea sobre la devolución de las cláusulas suelo. Entre 2.000 y 4.000 millones de euros costará la reposición.
La reacción de los banqueros consiste en amenazar a los potenciales clientes con no conceder hipotecas y redondear al alza las comisiones. No es descartable que el Gobierno, con la oposición en posición de a sus órdenes, eche un cable al estratégico sector en su tránsito del bandolerismo a nuevas formas de negocio menos lesivas para la estabilidad de la economía y la salud de los ciudadanos.
En Crónica Global, Cristina Farrés da cuenta de los pormenores en la información sobre el último mazazo judicial a la banca: "El Tribunal Supremo ha dado el golpe de gracia al debate sobre las cláusulas suelo de las hipotecas en España. Ha decidido aplicar por primera vez la retroactividad total en un caso en el que BBVA y uno de sus clientes debatían sobre la devolución. Toma esta decisión ante un recurso que había presentado el banco liderado por Francisco González. Implica adaptar la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de finales de 2016. El alto tribunal español confirma que se deben devolver a los clientes todo lo que se ha cobrado de más desde que empezaron a hacer efecto al considerar que el contrato no era transparente".
Es probable que los futuros hipotecados deban firmar un papel ante el notario en el que acepten las cláusulas suelo, la venta de su alma al diablo, el seguro de hogar de la compañía que decida el banco y un plan de pensiones pirulero que no podrán rescartar antes de la jubilación aunque se queden en paro, los echen de casa y se mueran de hambre.
Como no pasa nada y el exgobernador del Banco de España, Mafo, está imputado junto a tres inspectores "cómplices" en la salida de Bankia a bolsa, andan los funcionarios de tan alta institución recabando firmas en favor de sus colegas caídos. Están más indignados que los indignados del 15M.
Los altos ejecutivos de las grandes entidades también echan fuego por las muelas. Sus patrones les han comunicado que el año que viene les subirán el sueldo por debajo del IPC. Vaya putada. En otra de estas son capaces de retirarles el coche de empresa y el pase vip de "18 hoyos", que no es un club para tapar agujeros, sino un campo de golf.
Al sucesor de Mafo, Luis María Linde de Castro, le llaman El lince. Desde que ganó las oposiciones a técnico comercial del Estado lleva el hombre en grandes puestos y hasta se tuvo que cambiar la ley de autonomía del Banco de España para que el buen hombre continuara al frente del BdE superados los 60 años.
Un párrafo después se amplía la teoría lindeana sobre la cuestión: "Los 'retrasos adicionales de la edad de jubilación' estarían justificados a los ojos de Linde 'por el incremento de la esperanza de vida, el retraso en la entrada en el mundo laboral, las menores necesidades físicas requeridas por la mayoría de trabajos [...] y la mejora de las condiciones físicas en edades más avanzadas'. De ahí, que el supervisor bancario defienda 'cualquier medida encaminada a desincentivar la jubilación anticipada y permitir la jubilación por encima de los 67 años tendría efectos positivos sobre la sostenibilidad financiera'".
¿Menores necesidades físicas? En su caso seguro porque con la cara delata el estreñimiento. Lo del pensamiento bancario es cojonudo. Por un lado, los contratos hipotecarios son sagrados con independencia de las circunstancias que afecten al endeudado, al mercado y a la bolsa de Nueva York. Por otro, que la ley establezca que un currante se pueda jubilar a los 65 años es papel mojado. Es que no se aguanta el sistema, alegan. Y parte de la solución, cómo no, está en los bancos y en ese producto llamado plan de pensiones, que es el timo de la estampita de nuestros tiempos. Trabajar hasta morir, malditos.
Eso de Linde sucedió en el mismo Congreso donde Irene Montero llamó "machirulo" a un diputado malagueño del PP llamado Ángel González Muñoz, que al parecer retó a Pablo Iglesias en modo Mike Tyson. El Potro de Vallecas no se achantó. Había que ver los gestos macarroides del líder morado. No hubo pelea. Ya se andará. El Machirulo de Antequera (localidad natal del aludido) contra el Coleta de las Yoyas.
Hasta en el lupanar más infecto de la N-II hay más educación que en este Congreso de los Diputados donde se programan cada semana peleas de gallos (perfectamente legales en Canarias), riñas de gatas y espectáculos bufotaurinos con el pirómano torero Montoro, la amazona Montero y Rufián, el niño de la puya. Lo de machirulo, por cierto, viene de la quinta edición de Gran Hermano, la del "pa'chulo, chulo, mi pirulo" y es un término que está de moda en el feminismo para definir a los sostenedores de la opresión heteropatriarcal. No confundir con marichulo, que es otra cosa.
Persisten los ecos del juicio del 9N. Arcadi Espada explica de primera mano en su columna de El Mundo el buen rollo que había fuera de la sala: "Un inconveniente pudor me impidió contar, en la crónica del primer día del juicio, que tanto la columnista Álvarez de Toledo como el que escribe, fuimos repetida y gravemente insultados por la chusma al acabar la declaración de Artur Mas. Aunque debo reconocer que yo, que tendría la mañana kármica, empeoré la situación soplándoles besitos con la mano y enrabietándolos mucho más, hasta el punto de que algunos, sanitariamente cercados por las vallas y bajo la mirada de la policía, parecían presas del furor de un animal enjaulado. El proceso secesionista ha dividido a la sociedad catalana y ha agudizado tensiones ya existentes. La convivencia ha empeorado. Esto es tan cierto como que ninguno de esos incidentes ha sido grave ni ha puesto en peligro la vida de nadie. La inmoralidad principal del proceso secesionista no está relacionada con la violencia, sino con la intimidación. El nacionalismo es una intimidación en sí, pero cuando echa a andar la intimidación crece".
Toda Cataluña y el resto de España ha dado en lapidar al entrenador Luis Enrique Martínez, que lo es del Barça, porque se da por sentado que intentó agredir a un periodista de TV3 que le metió la alcachofa en el ojo tras el 4-0 infligido por el París Saint Germain al ejército sin armas.
En la Ciudad Condal se habla ya de Sampaoli, el técnico del Sevilla, para suplir a ese señor asturiano tan desagradable y tan refractario a hablar en catalán a pesar de los muchos años que lleva en Barcelona. Y se da por supuesto que lo tuvieron que agarrar para que no le diera de collejas al reportero. No hay imágenes que sustenten la versión periodística del intento de agresión, pero no cabe ninguna duda. Luis Enrique estuvo grosero en la entrevista y tiene toda la pinta de que faltó un segundo para que mandara a hacer puñetas al tribulete que se erigió en la voz del socio azulgrana. Parte del mismo tribunal mediático ha declarado culpable a la fiscal de inventarse los insultos de los cívicos, pacíficos y festivos supporters de Mas, la bella Joana Rosa Parks Ortega y la dulce Rigau.
16 de febrero, santoral: Onésimo, Faustino, Elías, Jeremías e Isaías.