Los medios afectos a la causa soberanista insisten en sacar partido del juicio del 9-N con un relato sobre la naturaleza política del procedimiento jurídico. Como en el fútbol, se quejan de los árbitros, del terreno de juego, del ardor de la afición contraria y de la propensión del fiscal zaguero a patear los tobillos de los testigos ajenos. Reducido a la categoría de lo judicial, el acto del TSJC ya ha descuadrado todas las coartadas de Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau. La Generalitat está delante, detrás y en medio de aquel referéndum y la única excusa que sigue en pie es que el Tribunal Constitucional no explicaba las posibles consecuencias de seguir adelante. Es cosa de ver cómo juristas del prestigio mundial de Francesc Homs alegan que el requerimiento era vago y difuso, que no abundaba en que todo aquello podía ser constitutivo de delito. Es creerse impune e inmune, cosa bastante habitual entre políticos.
Homs, genio y figura, se las tuvo tiesas con el fiscal Emilio Sánchez Ulled sin que el juez Barrientos le dijera al diputado aquello de un poquito de respeto, please. Así que el exportavoz de Mas, que le echó el capote de decir que fue él quien le dijo que lo del 9-N no tendría consecuencias, testificó como si en vez de un teórico responsable del desaguisado fuera un asesor del tribunal para tocarle las narices a Sánchez Ulled. Muy celebrado el "quina llàstima!" cuando la fiscalía y la acusación particular renunciaron a interrogarlo. Ya fuera de la sala, Homs siguió con la caraja y se fue directo a por el fiscal para continuar con la actitud de gallito a las puertas de un garito de la Zona Hermética, si es que aún existe.
En La Razón, Francisco Velasco suscribe una información en la que avisa de que será el Supremo quien marque el contenido de la sentencia del TJSC: "El portavoz del actual Partit Demócrata Català y ex conseller de Justicia de la Generalitat, Francesc Homs, se sentará en el banquillo de los acusados del Tribunal Supremo a partir del próximo día 27, acusado de los delitos de prevaricación y desobediencia por haber impulsado activamente «los trabajos preparatorios de la convocatoria» del 9-N, por los que se enfrenta a una petición fiscal de nueve años de inhabilitación para cargo público. Los hechos que se les imputan están muy relacionados con los que se siguen en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra el ex presidente de la Generalitat Artur Mas y las ex consejeras Joana Ortega e Irene Rigau".
Sigue Velasco: "De hecho, según las fuentes jurídicas consultadas por este periódico, una condena a Homs «arrastraría» a sus tres ex compañeros del Gobierno de la Generalitat respecto a los que se debe pronunciar el TSJ catalán. Y ello porque el Supremo será quien marque la doctrina en estos hechos, prácticamente similares en ambos casos, por lo que su resolución tendrá un efecto «expansivo» y sería el que se aplicara, en última instancia también a los posibles recursos que se pudiesen interponer contra el fallo en lo que afecta a los tres acusados que se juzgan estos días en Barcelona".
Como quiera que el juicio está resultando un desastre para los intereses soberanistas, Puigdemont contraprogramó ayer la vista con una soflama en el Parlament de la que se infiere que en España hay menos democracia que en Corea del Norte, que el Gobierno roba a los catalanes para perseguir a los catalanes y que el juicio es una "farsa". Queda claro el respeto por la justicia que tienen estos chicos, molt honorables y muy señoritos.
Cobra fuerza la figura del amigo extranjero del articulista soberanista. Un amigo, digamos X, que lo flipa con que se juzgue a Mas por poner las urnas y que muestra a las claras que España no es Europa, si acaso Turquía.
La llamada de Trump a Rajoy colea en los medios. Moncloa desmiente que el presidente tenga tortícolis de tanto cabecear para decir que yes y okey al pavo Donald y ofrecerse de correveidile internacional del trumpismo. Los socialistas están que trinan según cuentan A. Díaz y J. Marcos en la portada de El País: "La conversación telefónica que Mariano Rajoy mantuvo el martes con Donald Trump ha sembrado inquietud en los dirigentes socialistas por la falta de contundencia del presidente español ante el veto de EEUU a la inmigración musulmana, el muro con México o el proteccionismo de la nueva Casa Blanca. El PSOE calificó ayer de “mayordomo” a Rajoy y aseguró que se opondrá a la reedición del pacto de las Azores, que en 2003 alineó al Gobierno de José María Aznar con las tesis de George W. Bush y que desembocó en la invasión de Irak. “Los españoles están indignados porque el presidente no se haya comportado como otros dirigentes europeos”, reprobó Mario Jiménez, portavoz de la gestora".
Rodrigo Rato vuelve al candelero de la corrupción y, en El Independiente, David García-Maroto le hace un traje: "El ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato se lucró con la privatización de empresas públicas como Endesa, Tabacalera o Retevisión durante su etapa en el cargo. Lo hizo con contratos de publicidad suscritos con dichas sociedades a través de la empresa opaca COR Comunicación, que había fundado poco antes con sus hermanos. Así se refleja en el informe de 664 páginas remitido por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) al Juzgado nº 31 de Madrid, en el que se le asigna una deuda tributaria de 6,8 millones de euros entre 2004 y 2015. El documento recuerda que Rodrigo Rato Figaredo fue nombrado vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda el 4 de mayo de 1996, antes de ocupar desde abril del año 2000 la vicepresidencia del Gobierno y la cartera de Economía hasta abril de 2004".
Otro que ha tenido líos por la pasta es Lio(nel) Messi, el balompedista del Barça. No todo se compra con dinero, pero hay un montón de cosas que sí. Extracto de El País: “Leo Messi ya no tiene problemas de ruido por culpa de sus vecinos. La estrella del Barcelona vive en el barrio Las Heras de Castelldefels, cerca de Barcelona, con su esposa y sus dos niños pero estuvo a punto de mudarse hace algún tiempo ya que tenía conflictos con el vecindario que no le permitía disfrutar de la tranquilidad que deseaba. Pero al final Messi resolvió el asunto comprando la casa de los ruidos.” Rakitic, su compañero del Barcelona, lo ha contado en una entrevista a la publicación croata Novi List. El centrocampista azulgrana está también instalado en Castelldefels. "Con los vecinos no he tenido ningún problema. No como Messi. Tuvo que comprarle su casa a los vecinos porque eran ruidosos y así poder estar solo”.
Es un claro ejemplo de pensamiento lateral. ¿Que el vecino monta orgías? No problemo. Se le compra la casa y punto.
9 de febrero, santoral: Apolonia, Sabino, Donato, Primo y Nicéforo.