Artur Mas se debe creer algo así como Hispano (se siente) en "Gladiator" dos minutos antes del ataque de los bárbaros. Fuerza y honor, camaradas. O Leónidas en el desfiladero de las Termópilas. ¿Qué somos? ¡Espartanos! "¡Ajú!" Sufre el hombre una sobredosis de épica y una ausencia absoluta de ética. Le acompañan Joana Ortega e Irene Rigau, que parecen las del coro de El Puma de Vilassar. "Nos querían arrodillados pero estamos de pie" es la contribución masista a la retórica de batalla del cívico, pacífico y festivo proceso. 



El hombre se ha preparado el juicio como si se tratara de una final de balompié, “the last match”, Evasión o victoria. La impostura es de tal calibre que desborda lo ridículo para adentrarse en lo patético. Mas, el antisistema con corbata, es todavía más engreído y altanero que un concejal de la CUP en trance judicial.



No tendría más importancia salvo por el detalle de que detrás de su tupé se adivina la levadura de la masa independentista, que es de lo que escribe Joaquín Luna en La Vanguardia: "¡Ah, el pueblo! Cuando conviene, los políticos de Catalunya hacen lo que les pide el pueblo. Unos santos, vaya. Gobernar es algo más: exige criterio y, sobre todo, no contribuir con una irresponsabilidad monumental a complicar la vida de la gente. ¿Nadie se sonroja del espectáculo de hoy en clave nuestra? Reaparecen los autocares, símbolo del franquismo, y se insta a los funcionarios a coger un día libre para hacer la pelota al jefe y manifestar la adhesión inquebrantable a la causa, marcando así a los compañeros que acudan al trabajo. Si no es un tic totalitario, apaga y vámonos...".



elperiodico.200

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En El Periódico firma Jordi Évole un texto en el que se remonta con ironía al desalojo de la plaza de Cataluña cuando lo del 15-M: "Me llegan rumores de que lo que pretenden los líderes independentistas es la movilización permanente en la calle. Genial. La última gran movilización permanente que recuerdo fue la acampada de plaza de Catalunya por el 15-M. Los mossos la desalojaron a porrazos, porque el Barça debía celebrar un título. El comisario Sergi Pla declaró en 'Salvados' que hasta Gandhi habría salido a porrazos de la plaza. No recuerdo enorme indignación entre los miembros del Govern de Artur Mas (cuando aún no era independentista) por aquel desalojo. Espero que si hay otra movilización permanente la cosa acabe mejor, no vaya a ser que la revolución de las sonrisas se convierta en revolución de las sonrisas y lágrimas".



El choque de legitimidades entre los antisistes y los fans del Barça se resolvió a favor de estos últimos en lo que no resultó precisamente un desenlace inesperado.



El que está más ancho que largo, más tranquilo que pancho y más feliz que una perdiz es Oriol Junqueras, que asoma en Vilaweb con este titular: "La inhabilitación no me preocupa; estoy convencido de que ganaremos". Es una entrevista a fondo firmada por Pere Cardús Cardellach:



—D’ací a un any podeu estar inhabilitat. O a la presó. Us preocupa? Ho teniu assumit i parlat amb la família?



—No em preocupa gens, per moltes raons. D’entrada, perquè estic convençut que guanyarem i, per tant, les inhabilitacions o les condemnes no s’aplicaran. A més, si s’apliqués una inhabilitació, com que el meu paper és irrellevant comparat amb el conjunt de feina que fa aquest país, segur que ningú no em trobarà a faltar i els qui vindran darrere meu ho faran millor que jo. Si qui posa veu a les decisions que prenem col·lectivament és en Lluís Salvadó, en Pere Aragonès o en Josep Maria Jové a l’àmbit d’Economia, ningú no em trobarà a faltar. És molt important que sapiguem que en comparació amb el conjunt del país, cadascú de nosaltres som molt poc rellevants.



Aviso a Mas: nadie es imprescindible, todos somos "expendables" y de paso Junqueras desata la carrera por su propia sucesión. Huele el poder.



En El País, Lluís Bassets se consuela porque esto no es Kosovo en una tribuna en la que alude también al arrasamiento de los principios políticos más elementales por parte del procesismo: "Quienes han osado esta aventura es evidente que son fundamentalmente independentistas —es decir, fundamentalistas del independentismo— y solo accidentalmente demócratas, puesto que parecen dispuestos a sacrificar lo que haga falta por la independencia, incluyendo la autonomía catalana y las libertades y la democracia de todos. No están dispuestos a sacrificar de momento vidas y haciendas, suyas y ajenas, y esto ya es un consuelo, vistas las experiencias de todos conocidas. Pero no andan lejos en su visión autoritaria y rupturista de lo que debe ser un proceso independentista, sacrificando los medios a los fines, vulnerando libertades y principios si lo reclama la gloria de la patria emancipada".



Jiménez Losantos fija en El Mundo un análisis sobre el principio del problema y una hipótesis de final: "Desde el origen del Estado autonómico, a la Generalidad catalana se le fue entregando un poder no sujeto a la ley (como en los USA y cualquier Estado de Derecho) del que abusa clamorosamente. Allí, la ley es la Constitución, el Estatuto que de ella emana, y todos los Tribunales, cuyas sentencias deben cumplirse igual que en toda España. No es así. El poder que de forma fraudulenta (Ley del Catalán del TC) se dio a la Generalidad la ha convertido en un alien abocado a destruir España o ser destruido por ella, porque tiene una sola razón de ser: liquidar el orden constitucional y fundar su propia ley en el abuso de poder. Los Gobiernos de Madrid concedieron ese poder a la Generalidad y se reservaron acudir a la ley (Constitucional, Supremo) si se excedía. Y tanto, tantísimo se ha excedido que el Ejecutivo debería actuar. Pero no se atreve. Si Rivera se atreviese, España, como Lázaro, podría levantarse... y andar".



No todo son desventajas, tal como pone de relieve Victoria Prego en su artículo para El Independiente: "El numerito de este lunes es un episodio más que tiene, sin embargo, la ventaja de exhibir ante los ojos de quien no está políticamente ciego los mecanismos con los que se mueven estos señores. Porque lo que van a hacer es convocar a las masas en apoyo del líder y ése es el recurso favorito de los regímenes dictatoriales y uno de los que caracterizan de modo más preciso su manera de administrar los asuntos públicos: enfrentando las multitudes a la razón de las leyes, de los derechos, de las libertades y de la verdad. Y cuando lo que se hace es llamar a la ciudadanía para evidenciar su peso frente a la acción de la Justicia y tratar así de condicionar el desarrollo de un juicio, se está poniendo a la multitud adoctrinada y políticamente excitada por encima de la ley. Exactamente como en las dictaduras. Artur Mas y los suyos creen que esa demostración de “pueblo enardecido” frente a los jueces favorece su imagen ante el mundo. Todo lo contrario, les coloca a la altura de cualquier autócrata de medio pelo".



El autócrata más Joana Ortega e Irene Rigau publican un texto en la prensa afecta en el que aseguran: "Aspiramos a una sentencia absolutoria porque estamos plenamente convencidos que no cometimos ningún delito. Sin embargo, sea cual sea la sentencia, seguiremos al servicio del país. Catalunya puede aspirar a su libertad desde la fraternidad, sin ningún tipo de violencia y con una sonrisa en los labios. Como dice nuestro 'Cant de la senyera', “'llum als ulls i força al braç'”: luz en los ojos para atisbar el gran país que podemos construir si tenemos las herramientas que nos faltan; y fuerza en el brazo, como constancia y fortaleza para conseguir nuestros objetivos. Este 6 de febrero, demostraremos que afrontamos este año decisivo con mayoría social, unidad política y movilización ciudadana siempre que sea necesario". 



Pues ya no son rumores lo que llegaba a Évole. Se anularon los permisos en las tropas indepes. Hay que estar como los bomberos, siempre alerta a lo que mande disponer su excelencia. Mas, qué gran motivador. Soldats de Catalunya: ¡Salut i força al canut! 



6 de febrero, santoral: Dorotea de Capadocia, Pablo Miki y compañeros mártires en Nagasaki, crucificados en febrero de 1597, Renula y Silvano.