From lost to the river. El Govern aprieta el acelerador. Puigdemont llama a capítulo al cuerpo consular para avisar de que habrá referéndum y que Barcelona será en breve la capital de un Estado. Los cónsules ascenderán a embajadores en el paraíso republicano. En paralelo, Lluís Salvadó, secretario autonómico de Hacienda anuncia que a partir del 1 de julio la Generalitat podrá controlar, gestionar y recaudar todos los impuestos gracias a un programa informático al que han bautizado como "Espriu". Y el "Pacte Nacional pel Referéndum" esquiva la unilateralidad y la fecha, pero confirma el objetivo de la ruptura.
Se masca la tragedia, el choque de trenes, la colisión de legitimidades, el crash del 17. El Gobierno de Rajoy se ha puesto en guardia. Parece que al fin se toman en serio el desafío y no están por la labor de una repetición del 9-N que demuestre quién manda de verdad en Cataluña. A la Delegación del Gobierno le llaman "Fort Apache" (por el mismo precio la podrían llamar El Alcázar) y están por la labor de echar a los azules del séptimo de caballería, que de momento es la vicepresidenta Sáenz de Santamaría y compañía de visita en el aeropuerto de El Prat para explicar lo mucho que invierte el Estado en pistas de aterrizaje.
Escalada verbal, tensión y desorden. La vicepresidenta le canta las cuarenta a Tardà en el Congreso de los Diputados mientras el Gobierno prepara planes de contingencia de todo tipo. Por prurito se mantiene la "operación diálogo", pero el acelerón secesionista urge otras medidas.
En El Mundo, Marisa Cruz firma el texto en el que se explique hasta dónde podría llegar Rajoy como le jodan la siesta. Escribe Cruz: "Al Gobierno se le agota la paciencia. Rajoy está dispuesto a mantener la oferta de diálogo con la Generalitat, aunque ya con muy pocas esperanzas, pero al mismo tiempo tiene previsto un plan de respuesta contundente a cada paso ilegal que se dé desde Cataluña. El objetivo es garantizar que en ningún caso se celebrará el referéndum. Esta vez no habrá urnas y el Ejecutivo está dispuesto incluso a intervenir la Consejería de Educación y precintar los colegios electorales, o hacerse con el mando de los Mossos. Fuentes de Moncloa avanzaron el miércoles alguno de los puntos que se contemplan en el plan de medidas «drásticas» o «coercitivas», como publicó El Mundo, para poner freno a la deriva de las autoridades de Cataluña".
Párrafos después se matiza: "El secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, aseguró al término de la reunión que mantuvieron en la Cámara baja la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y la líder de la oposición en el Parlamento catalán, Inés Arrimadas, que el Gobierno de España «garantizará la legalidad». Y añadió tajante: «El referéndum no se va a celebrar». El Ejecutivo, dijo, «obligará a cumplir la ley; a cada paso que se dé el Gobierno de España dará otro para hacer que se cumpla la legalidad. Lo haremos con proporcionalidad pero responderemos cada vez que se sitúen fuera de las leyes». En opinión del Gobierno, según explicó el secretario de Estado, la Generalitat «no llegará a plantear el referéndum». «No creemos», recalcó, «que vayan a forzar tanto la máquina»".
O sea que en Moncloa están dispuestos a tomar el mando de los Mossos, pero a Bermúdez le parece que en la Generalitat no habrá lo que tiene que haber para hacer un referéndum. Pistonudo. Si vis pacem y el chiste del dentista, dos en uno.
lavanguardia.200
Sigue: "En el estudio se señala que la aplicación jurídica del resultado de un referéndum pactado que fuese favorable a la independencia requeriría una reforma de la Constitución que, llevada a cabo de acuerdo con los mecanismos previstos de los artículos 167 o 168, sería “extremadamente compleja de negociar y de aprobar tanto por los grandes partidos políticos españoles como por la ciudadanía española en conjunto”. (...) El IEA, a la vista de esta realidad, plantea como alternativa “negociar con el Estado una vía de reconocimiento informal”, que podría concretarse en “una declaración del presidente del Gobierno español por televisión” o en “un acuerdo político entre partidos sin formalización jurídica”".
Pues nada, que salga el del plasma, se baje los pantalones en riguroso directo y diga gratis et amore que Cataluña es un nuevo estado del mundo de los estados. Vaya panda de tirios y troyanos.
Podemos explota. Los soviets se enfrentan sin cuartel. No se hacen prisioneros. Carolina Bescansa dimite de la dirección. No le gusta lo que ve. Alberto Lardiés firma la crónica en El Español: "Es una de las fundadoras de Podemos. Ha sido una de las principales portavoces, uno de los rostros televisivos más conocidos y la pieza clave en el análisis de los sondeos electorales del partido morado. Y ahora, a pocos días de la segunda Asamblea Ciudadana, Vistalegre 2, Carolina Bescansa se marcha harta del enfrentamiento entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. También le acompaña en esta huida el secretario de Economía, Nacho Álvarez, otra elemento clave en el engranaje de la formación. Un abandono doble que simboliza que el partido de los círculos vive el peor momento de su historia, con sus dos principales líderes en pugna por hacerse con el control del poder".
En el plano internacional, Trump contra el planeta Tierra. Mister Protón frente a Super UE. El Parlamento europeo veta al embajador del presidente Donald, un tal Ted Malloch, quien va por ahí diciendo que al euro le queda un año y medio de existencia. Al final, la destrucción del mundo, el Juicio Final, se va a adelantar a la independencia de Cataluña. Lástima.
2 de febrero, santoral: Presentación del Señor y Nuestras Señoras Candelaria y Purificación. Se acabó la Navidad. Siembra de garbanzos, espárragos, sandías, pepino, puerro y judías verdes.