¿A saber qué tenía que hacer ayer Carles Puigdemont para no ir a la reunión de presidentes autonómicos? Le coincidía, eso sí, con el "consell executiu". Aunque lo de Madrid sólo hubiera sido una jornada de confraternización, de ese tipo de encuentros suelen salir alianzas provechosas, enfoques novedosos y tal vez alguna amistad insospechada. La "cumbre" se antojara a priori lo más parecido a una reunión de vecinos en Montepinar, pero con vistosas banderas, como la de La Rioja, a la que sólo le falta un racimo de uvas para ser más jamaicana. O la de Madrid, rojo carmín con siete estrellas pintureras. Pero era el sitio y el momento para que el presidente de la Generalitat catalana expusiera face to face el sólido argumentario nacionalista de que Madrid nos roba, Andalucía y Extremadura viven del cuento, España no existe y "volem votar".
El caso es que Puigdemont hizo dejación de funciones (que es considerado un delito contra la administración pública, por cierto) e incurrió en absentismo laboral. Prefiere predicar en Bruselas con la agencia Viajes Romeva, vender independencia a los diputados catalanes, los funcionarios de la embajada de Amadeu Altafaj y allegados, que se saben el rollo de memoria, antes que igualarse a la tropa de presidentes que hacen de tripas corazón y acuden a la capital a verse con Rajoy, que no es precisamente el tío más salado con quien reunirse, para defender los intereses de sus gobernados.
No, pero es que la bilateralidad y tal... La bilateralidad no excluye la multilateralidad, cosa que sabe hasta el alumno más ceporro de la más liviana introducción a la politología nivel Podemos.
El encuentro de presidentes fue por lo demás de gran interés e intensidad, según reflejan Daniel Basteiro y Ana I. Gracia en la crónica en El Español. Hubo pitote entre las comunidades socialistas y la de Madrid: "La mayoría de autonomías gobernadas por socialistas, lideradas por Andalucía, han aprovechado la Conferencia de Presidentes para lanzar una ofensiva contra la autonomía fiscal de algunas comunidades. La campaña pone en el centro de la diana a Madrid, donde las elevadas bonificaciones fiscales hacen que en la práctica la mayoría de los residentes no pague el impuesto de Sociedades y Donaciones ni el de Patrimonio. Unido a que algunas empresas tienen su domicilio fiscal en Madrid pero sus actividades en otras regiones, se trata de una situación que está provocando la deslocalización de compañías a efecto de pago de impuestos y un efecto de dumping; es decir, una política agresiva que deja en peores condiciones para competir a otras autonomías, según los socialistas".
Sigue: "Por ejemplo, la Comunidad de Madrid bonifica el 99% del impuesto de Sucesiones y Donaciones y el 100% de Patrimonio menor de 2 millones de euros, por lo que la gran mayoría de contribuyentes se libra de pagar ambos. La región de Díaz impone el pago del Impuesto de Sucesiones a partir de los 250.000 euros por heredero, como ocurre en otras comunidades, aunque con complejos tramos y exenciones que varían de autonomía a autonomía. En Extremadura sólo están exentos de pagar impuestos los patrimonios de menos de 500.000 euros. "Hay gente que para poder heredar una casa la tiene que vender", denunció su presidente, Guillermo Fernández Vara".
Que excelente ocasión perdida por Puigdemont, aunque es probable que de todo esto de la financiación autonómica no tenga ni idea, bien por supina ignorancia o porque Junqueras lo lleva en el más absoluto secreto.
Hay otra versión de la reunión que incide en el blindaje del Estado autonómico frente al intento de disolución de la Generalitat. Carmen Morodo traza una crónica en La Razón que titula: "Rajoy pacta con las CC AA frenar los 'privilegios' de Cataluña". El texto principia así: "La Conferencia de Presidentes sirvió ayer para dar un impulso a los principios de cooperación y colaboración entre Gobierno central y comunidades autónomas. A pesar de que el Gobierno de Rajoy está en minoría en el reparto del poder territorial, los trabajos preparatorios de la reunión, impulsados desde Vicepresidencia, sirvieron para que la foto de familia quedase coronada por el espíritu de la negociación y del consenso. Más de seis horas y media de debate a puerta cerrada que concluyeron en más de una decena de acuerdos".
Continúa: "Es verdad que en la mayoría de los casos ayer se puso la música, y que en grupos de trabajo que empezarán a activarse en los próximos meses se medirá si las partes implicadas son capaces de colocar una misma letra. Pero, de momento, ayer echó a andar una etapa de construcción «conjunta» y de refuerzo de la cooperación entre Gobierno central y autonomías, que dejó más en evidencia la ausencia de la Generalitat catalana".
Como es sabido, la actividad internacional de la Generalitat es incesante, aunque no ha conseguido más adhesiones para el proceso que la de los "Auténticos Finlandeses" y la "Liga Norte". Tras esos éxitos, Romeva, el minister, se ve premiado con un sustancioso aumento en la partida de su departamento de relaciones de medio pelo. En el Abc, Janot Guil firma el texto al respecto: "Pese a que las instituciones europeas dan la espalda a su pretensión de internacionalizar el conflicto catalán -el próximo capítulo, la conferencia de Puigdemont de este mes en el Parlamento Europeo en la que no le recibirá ninguna autoridad relevante-, la Generalitat independentista sigue sin reparar en gastos, con dinero público, para esta empresa. El consejero de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia, Raül Romeva, presentó ayer el presupuesto de su departamento para este 2017, que cifró en 64 millones de euros y que aseguró que «asienta los pilares para convertirse en ministerio». «Estamos construyendo un ministerio de una nueva república», reiteró en su intervención en comisión en el Parlament, en la que desgranó las partidas principales de su cartera. El presupuesto pasó el trámite de su debate a la totalidad porque los votos de Junts pel Sí y la CUP frenaron la enmiendas de retorno presentadas por todos los grupos de la oposición".
Política internacional. Es una frivolidad, pero el conjunto que lucía ayer Theresa May resulta en extremo comentable. Chaqueta y pantalón a cuadros escoceses verdes del clan de los Better Together.
Mientras tanto en Davos, el presidente de la China Xi Jinping lanzó una seria advertencia a Donald Trump: "Nadie sale vencedor de una guerra comercial". Música de Confucio y letra de Sun Tzu. Estás avisado, gringo. Escribe Alicia González, desde Davos, para El País: "En un discurso que en cualquier otra época hubiera podido compartir casi cualquier presidente de Estados Unidos y en claro contraste con los postulados que defiende el presidente electo Donald Trump, Xi Jinping ha hecho de su estreno en el Foro Económico de Davos la plataforma desde la que erigirse en el líder mundial de la globalización y el libre comercio".
En Rusia, Putin ni fuma ni bebe. No lo necesita. Xavier Colás da la noticia en El Mundo de la cruzada de Vladimiro contra el tabaco que demuestra que es un tirano de tomo y lomo: "El Ministerio ruso de Sanidad quiere prohibir a cualquier persona nacida después de 2014 comprar cigarrillos incluso cuando alcance la edad legal para hacerlo. Ésta es una de las medidas de un plan a largo plazo para erradicar el tabaquismo en Rusia, un país de 143 millones de habitantes donde cada año casi 400.000 rusos mueren de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La medida entrará plenamente en vigor en 2033 y supondría que la primera generación de rusos nacidos en este siglo sería la última en fumar tabaco".
18 de enero, santoral: Atenógenes, Deicolo, Margarita de Hungría, Jaime Hilario Barbal, Prisca, Librada, Beatriz y Volusiano.