Como es víspera del día de Todos los Santos y antevíspera del de Difuntos, el fantasma de Pedro Sánchez Castejón se aparece en carne y hueso ante Jordi Évole y pasa cuentas con la prensa, la banca, la telefonía y Susana Díaz. Cuidado con el zombie que aún no está dicha la última palabra. El exlíder socialista, disfrazado de Évole con camisa tejana, se ha levantado de la tumba, se ha quitado la estaca del pecho y sus gemidos aterrorizan a los funcionarios y mandos de Ferraz.
En la ouija, Sánchez asume el argumentario íntegro del PSC, la nación de naciones (pobre Anselmo Carretero, cuanto más mentado menos comprendido y peor interpretado), la colaboración con Podemos, el entendimiento con los independentistas y una reforma constitucional que habilite un referéndum en Cataluña. Entre una cosa y otra, lo de Sánchez en Salvados es el discurso refinado de Rufián en el Congreso, lo que debería haber dicho el republicano y como debería haberlo dicho para no quedar como un zopenco faltón e impresentable.
En principio no parece que todo ese programa pueda seducir al socialista del resto de España, al militante ladrón de Extremadura, al vago traidor de Andalucía, al cateto castellano-manchego etcétera, etcétera.
Todos los medios se hacen eco de la reaparición de Sánchez un día después de su retirada. La vuelta a los ruedos más rápida de la historia. Daniel Basteiro suscribe la información en el diario El Español: "Sánchez, en su conversación con Jordi Évole en Salvados, de La Sexta, ha reconocido que tras las elecciones del 26 de junio barajó la abstención para facilitar el Gobierno de Mariano Rajoy, como le trasladó a Felipe González. Sin embargo, concluyó su "no" definitivo a Rajoy cuando habló con él. Sánchez dice que Rajoy le dijo lo siguiente: "No solo necesito la investidura sino que necesito gobernar. Contigo, con el PSOE", ha dicho. "Él me convence", el "punto de inflexión definitivo fue saber que Rajoy, lo que estaba pidiendo al PSOE era gobernar conjuntamente, dentro o fuera del Gobierno"".
Inaudito. Rajoy le tiende la mano y ahí es el punto en el que Sánchez dice quita bicho. Pero Pedro, búsquese otra coartada. Y a mayor abundamiento reconoce que habló de abstención con Felipe González. Exseñoría, menudo lío que se hizo.
A todas estas, Jordi Évole levita y firma un texto en El Periódico que es la contratapa del dvd: "Les tengo que decir que es un privilegio disfrutar muy de vez en cuando de una exclusiva. Cuando hueles las ganas que tiene el ciudadano de ver esa entrevista. Cuando te paran en el aeropuerto y te dicen: "Pregúntale por Susana… Y por Felipe". O un señor en el bar: "Oye, yo quiero saber qué le pareció lo de Rufián". (Por cierto, ¿qué le pasa a Rufián? ¿Es él o su caricatura? Para que tenga que salir ayer hasta el bueno de Tardà a decir que si alguien se ha sentido ofendido, ERC no lo pretendía. En el fondo, creo que el problema es que Rufián ha hecho el discurso menos catalán de los que se le recuerdan a un diputado catalán. Y algunos dicen por lo bajini "'No era això, Gabriel, no era això'")".
Un discurso "menos catalán". Es que en Cataluña somos la caña, excelentes en todo y, claro, esto de Rufián no es propio de un diputado catalán aunque sea un diputado catalán, que es algo tal que mear colonia, sudar champán y cagar caviar. A la vista están Tardà, Homs y en la historia Roca, Trias y Duran.
Hasta el jueves no habrá Gobierno. Es inevitable preguntarse qué coño ha estado haciendo Rajoy al menos desde que supo que tenía la investidura en el bolsillo. Cosas de O percebeiro. Hay especulaciones, quinielas, pistas e incluso chistes al respecto. En Ok Diario, M.A. Ruiz Coll asume un texto en el que sale Carmen Martínez Castro de ministra: "Las fuentes populares consultadas por Ok Diario apuntan que Rajoy estaría estudiando introducir algunos cambios en la estructura de su gabinete, como la creación de una segunda Vicepresidencia (que sería ocupada por María Dolores de Cospedal, Fátima Báñez o Luis de Guindos) y de los ministerios de Relaciones con las Cortes (que sería asumido por el actual secretario de Estado José Luis Ayllón), Administraciones Públicas (que se desgajaría del Ministerio de Hacienda) y Cultura. Tampoco se descarta que la actual secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, pase a convertirse en ministra portavoz. Las mismas fuentes dan por seguro que en el nuevo gabinete repetirán los artífices del milagro económico que ha permitido a España salir de la crisis y alcanzar tasas de crecimiento que triplican la media de la Unión Europea".
En El País, Javier Casqueiro da una lista de nombres: "Jorge Moragas, Álvaro Nadal, Francisco Martínez, José María Lasalle, Tomás Burgos, Susana Camarero, Isabel Borrego, José Luis Ayllón, Jaime García Legaz o Íñigo Fernández de Mesa son todos secretarios de Estado y tienen entre 40 y 50 años y varios trienios de experiencia en cargos políticos y de gestión. Otros dirigentes autonómicos y del partido de la misma hornada, como Juan Manuel Moreno, Ignacio Echániz o Sandra Moneo, llevan años trabajando en su entorno y pidiendo paso de forma discreta. Es siempre una presión indirecta. Facilitan papeles y se aproximan a los entornos en apariencia incompatibles de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, o la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal".
También se habla de José Antonio Marina para la cartera de Cultura y Educación. Habrá que esperar hasta el jueves dada la personalidad introvertida del presidente que obró el milagro de convertir cuatro años en cinco.
En cuanto a los incidentes en el Congreso, los hubo dentro y gruesos. Irene Montero con la cara paga ante el pacífico Villegas. Ambiente hosco, Rufián, otra vez la cal viva (mención del bildutarra Matute) y Ana Pastor (la presidenta del Congreso) en babia. Respecto a los incidentes de fuera, un imprescindible artículo de Marta Rivera de la Cruz en El Español en primera persona: "La manifestación había transcurrido tranquilamente, hasta que unos cuantos formaron ante el Congreso para gritar su indignación. Al dejar el edificio junto a un grupo de compañeros (Toni Cantó, Félix Álvarez, Melisa Rodríguez, Guillermo Díaz, Luis Salvador, Begoña Villacís, Patricia Reyes y Virginia Salmerón) recibí de ellos todo tipo de insultos –"puta", por cierto, fue el más dedicado a las chicas– además de una lluvia de objetos. Quede claro que en un país donde en otro tiempo los demócratas se jugaban a diario la integridad física, lo de ayer es una anécdota: no hubo heridos ni contusionados, y el honor quedó en su sitio porque no ofende quien quiere sino quien puede. Eso sí, unos minutos antes Íñigo Errejón había sido largamente ovacionado por los mismos que nos dedicaban improperios".
Queda esa inquietante sensación de una historia que se repite.
31 de octubre, santoral: Ampliado, Estratónica, Nemesio y Quintín.
Sánchez en Walking Dead y el discurso refinado de Rufián
El exlíder socialista dijo en Salvados lo que Rufián en el Congreso, pero en versión fina. Traición, Ibex, Susana mala y qué pensarán nuestros abuelos. Rajoy, de la prisa a la calma
31 octubre, 2016 09:14Addoor Sticky