Piqué gana el debate y Godó fulmina a su proveedor de sondeos

El Mundo: Rajoy resiste mientras Sánchez desaprovecha su gran oportunidad

El País: Corrupción, empleo y recortes centran un debate sin ganador

La Razón: Los pactos pierden el debate

Ara: Rajoy aguanta i Catalunya enfronta Sánchez i Iglesias

El Periódico: Todos contra todos

El Punt Avui: Desconcert i dol als EUA

La Vanguardia: Los candidatos evitan el riesgo y sólo se crispan por la corrupción

Ganó España con un gol de Piqué, quien mostró a su hijo mayor con una camiseta de la selección. La vida es imprevisible y lo que ayer era verde y con asas, mañana será blanco y en botella o fundido a negro. La prensa del cigaló soberanista enaltece que el defensa central del Barça haya salvado a España. Hay algo en el subconsciente catalanista que tira al monte hispánico, como el instinto de las cabras. Francesc Homs se vanagloria del gol y dice que ayer lo metió "uno de los nuestros" y mañana la endiñará él por toda la escuadra. Lo de menos es la camiseta, al parecer. La clave del proceso es que nos quieren salvar de nuestra irritante mediocridad española y ahí está el tres de la Roja como metáfora de las auténticas intenciones del independentismo.

En el fútbol, que es orden y talento (según el brujo Arsenio Iglesias), influye la suerte casi tanto como en los juegos de azar. Lo chungo es trasladar ese esquema a la vida y a la política y creer que todo depende de si la pelota entra o no. A los políticos les encaja el cuadro, pero al común, aunque mate por su equipo, el algoritmo futbolero le resbala porque su gol es pillar el último tren o el siguiente autobús.

Si el partido de las tres de la tarde fue emocionante, el debate a cuatro de las diez de la noche resultó un coñazo, un mojón de aúpa, un peñazo histórico, lo más parecido a un dolor de muelas con resaca y pinchazos en los riñones.

La prensa papelera ha sentenciado que Rajoy sobrevivió mientras que la digital se mueve entre Rivera, Rajoy y las tablas, cual es el caso de CRÓNICA GLOBAL y la nota de Alejandro Tercero, en cuyo texto sostiene que "no parece que el debate a cuatro de este lunes vaya a servir para que los indecisos --que, según el CIS, son casi un tercio de los que votarán el 26J-- se decanten definitivamente por una u otra opción. Los candidatos de los cuatro partidos principales se han dedicado más a no perder votos que a intentar ganarlos".

En cambio, Libertad Digital y El Español dan como vencedor a Albert Rivera. Sorprende el análisis de Ignacio Escolar en El Diario, que pasa de Iglesias y da como vencedor a los puntos a Rajoy: "¿El ganador? Al menos en la primera parte del debate, en mi opinión fue Mariano Rajoy. Ganó simplemente porque nadie le derrotó. Porque el debate no le hará perder votos y mañana seguirá en cabeza en todas las encuestas, a pesar de ser el presidente del Gobierno más impopular desde que existe el CIS. Rajoy ganó el debate porque su partido ganó en la negociación, porque el formato le benefició, porque el PP consiguió que las normas de este engendro las fijasen los políticos y no los periodistas. Se notó".

En cambio,

Carmen Morodo apunta en su crónica de La Razón que "el «todos contra Rajoy» fue diluyéndose un poco según avanzó el debate al entrar en liza la pelea de Sánchez e Iglesias por el liderazgo de la izquierda. «Señor Rajoy, usted tendría que haber dimitido por los “papeles de Bárcenas. Pero sigue aquí por el señor Iglesias», le espetó el secretario general del PSOE a su «alter ego» en Podemos.

En El País, Fernando Garea incide en su texto sobre la hipótesis de unas nuevas elecciones: "Los cuatro se han comprometido a hacer lo posible para evitar que haya que repetir elecciones y para que se forme Gobierno tras los comicios del 26 de junio, pero han intercambiado reproches por la falta de acuerdo. "No habrá nuevas elecciones", ha dicho primero Iglesias, mostrando su voluntad de formar un Gobierno progresista con el PSOE frente a la alternativa de un Ejecutivo del PP. Rivera ha garantizado "esfuerzo", se ha pronunciado por un "Gobierno de cambio" sin mayor precisión, mientras que Sánchez ha aprovechado para pedir la movilización de los votantes del PSOE para poder gobernar, presentándose como el único que lo ha intentado. Y Rajoy se ha limitado a asegurar que, "si se dejan que gobierne el más votado, no habrá elecciones".

En el plano local, la CUP está tocada, según una información en Ara que firma Laia Vicens: "La CUP decidirà dilluns vinent si elegeix un nou secretariat nacional, l’òrgan que gestiona el dia a dia de la formació i que és el més semblant a les executives dels partits tradicionals. En la llarga reunió ordinària d’ahir -en tancar aquesta edició, la trobada encara no havia acabat-, es va decidir ajornar la decisió definitiva una setmana més perquè hi faltaven alguns dels membres. Tot i això, diverses fonts consultades indiquen que hi ha consens al partit per renovar “aviat” la seva cúpula, gens cohesionada per les tensions internes dels últims mesos".

El Nacional informa de un singular cambio en La Vanguardia, según explica Enric Vila: "La Vanguardia ha prescindit dels serveis de Feedback, l'empresa que ha elaborat les enquestes del diari en els darrers anys. El comte de Godó no ha perdonat a Jordi Sauret que les seves previsions equivocades arrosseguessin el seu diari a donar suport al president Mas en els comicis del novembre de 2012. El comte, que ja no veia clara l'operació, esperava una majoria absoluta de CiU que l'ajudés a pressionar Madrid amb la força de l'independentisme. En canvi, es va trobar amb uns resultats que remataven l'autonomisme i encimbellaven la CUP i ERC. (...) Només un diari sense pàtria podria recolzar un partit que prometia de trencar amb Espanya per unes previsions electorals. Tot i aixi, en el capritxós i arbitrari món de La Vanguardia, el problema de fons és que l'editor no ha paït l'escridassada que el rei Joan Carles li va fer en públic per haver-se passat de llest".

14 de junio, santoral: Anastasio, Digna y Félix de Córdoba, Eliseo, Fortunato, Metodio, Proto, Rufino, Valerio y Eterio.