La hipótesis de un atentado en el vuelo entre París y El Cairo cobra forma para las autoridades egipcias. La digestión en Francia de un nuevo golpe terrorista es compleja. Investigan a los trabajadores del aeropuerto parisino y se analizan las últimas conversaciones entre piloto y torre de control. El avión dio dos giros bruscos y cayó a plomo cerca de la isla griega de Karpatos. Nadie ha reivindicado por el momento la autoría del supuesto ataque. La prensa papelera editada en Madrid, salvo La Razón, que le dedica la foto, encabeza sus portadas con el frustrado vuelo. En la catalana, es el titular principal para La Vanguardia. Prima la estelada.

Homenaje a la bandera. Nueve de cada diez dentistas están en contra de que se prohíba la estelada en el Vicente Calderón, sede de la final de la Copa del Rey entre el Sevilla y el Barça. Concepción Dancausa, la delegada del Gobierno en Madrid, se ratifica en su decisión, Rajoy se lava las manos y García Albiol se sube por las paredes en la idea de que el PP se ha metido un gol en propia puerta, al menos en Cataluña. La tesis dominante es que Dancausa, a la que se pone a escurrir en todos los medios, ha activado la campaña anticatalana de la derecha, lo que reportará a la formación conservadora, en teoría, ingentes cantidades de votos en la España carpetovetónica, rijosa y casposa que describen los bardos del proceso indepe.

El periodismo cuatribarrado y estrellado no contempla la hipótesis de que a Dancausa, al de la Federación o a un tal Tebas se les haya ido la mano, la pinza o la bola. Es probable que la sospecha de una conspiración contra la cubana catalana sobrevalore las capacidades maquiavélicas de los aludidos. En el PP, como en cualquier otro partido, los mixtos, las pifias y los churros están a la orden y en el orden del día.

Lluís Llach expresó a la perfección la calurosa acogida en el frentismo nacionalista que ha tenido la prohibición. Calcula que hay cien mil independentistas más. Sin embargo, el efecto más inmediato es la sobreexposición de banderas. Todos los medios están llenos de textos ilustrados con un montón de gallardetes, oriflamas y pendones. Homs, al que han empitonado en el Supremo por el referéndum del 9-N, dice que irá a declarar con una estelada. ¿Y por qué no con un traje a medida con las cuatro barras y un chaleco azul con la estrella blanca? ¿O un disfraz adaptado del capitán América? Eso sí que sería un puntazo daliniano.

Cambio de tercio. En el Ara presentan con gran alarde tipográfico una entrevista con el presunto hacker del sindicato de los Mossos. Enric Borràs firma la historia del pirateo: "L'autor de l'atac informàtic al Sindicat de Mossos d'Esquadra ha assegurat a l'ARA que es va decidir a fer-lo després de veure el documental 'Ciutat Morta'. "A vegades quan estic avorrit veig pel·lícules de LaPeste.org [un portal anarquista]", ha explicat a aquest diari en un correu electrònic xifrat, "allà vaig trobar 'Ciutat Morta' i em vaig animar a realitzar un senzill atac als Mossos". (...) Aquest matí mateix l'autor de l'atac al sindicat ha publicat un vídeo de 39 minuts a YouTube on ensenya com va entrar a la web del sindicat aprofitant una vulnerabilitat molt coneguda, la va canviar i en va robar la base de dades. YouTube ha retirat el vídeo unes hores després -contenia dades personals d'alguns policies. El 'hacker' ha difós el vídeo a través del compte de Twitter @GammaGroupPR, el mateix que hi ha darrere els atacs a les empreses internacionals d'espionatge electrònic Gamma Group i Hacking Team".

La cuestión es que un suelto de La Vanguardia recoge el caso de un agente al que le han volatilizado cinco mil euros de su cuenta corriente con la broma. El Partido Pirata, tal cual, se va a querellar contra el sindicato, Interior y el Cesicat por ineptitud informática y poner en riesgo a más de cinco mil agentes de la policía autonómica.

En la política, tono bajo y una noticia fea. Ok Diario bucea en las actividades de la esposa de Pedro Sánchez y se encuentra con un panorama contradictorio. Dirige una empresa de empleo basura, ocho horas al día por cuatrocientos euros al mes. Pasmoso. Firman M. A. Ruiz Coll y J. Acero: "La mujer de Pedro Sánchez ocupa un alto cargo directivo en el grupo Inmark Europa, una “empresa multiservicios” que se dedica a contratar vendedores para desarrollar campañas comerciales de duración limitada. Se trata de vendedores de tienen que recorrer barrios enteros, puerta a puerta, para ofrecer servicios de una compañía de ADSL, o que pasan largas jornadas laborales en una céntrica estación de Metro asaltando a los viajeros para ofrecerles la contratación de una tarjeta de crédito".

El gran puntazo informativo restalla en el republicano Directe.cat, que presenta una pieza sin firma sobre los pezones de la periodista de TV3 Agnès Marquès. ¿¡Qué!?. Como lo leen. Titulan que "L'estilisme de TV3 juga una mala passada a Agnès Marquès en el TN". El texto no tiene desperdicio: "Les persones responsables de vestuari han escollit per a la presentadora una samarreteta blanca amb una petita obertura a la regatera sostinguda per un botó sota del coll i forrada amb una tira negra. El problema de la samarreta, molt estiuenca, és que no feia justícia al seu bust. En alguns plans semblava que Marquès no portés sostenidors o que l'aire condicionat estava tan fort que ha empitonat amb força els mugrons de la presentadora".

Quina regatera, mare meva.

Antoni Comín sigue sin dimitir.

2 de mayo, santoral: Anastasio de Brescia, Áurea, Bernardino de Siena, Lidia de Tiatira y Lucífero de Cagliari.