Iglesias se lía a hachazos en Podemos mientras prepara el pacto con Sánchez

ABC:Chaves y Griñán callan ante el juez mientras la calle les abuchea

El Mundo: Errejón se aleja de Iglesias por la purga en Podemos

El País: El golpe de mano de Iglesias ahonda la crisis en Podemos

La Razón: Sánchez busca el pacto de los 143

Ara: Iglesias s'imposa

El Periódico: Podemos se divide

El Punt Avui: La ANC acceptaria un referéndum pactat amb l'Estat

La Vanguardia: Choque inédito entre el Gobierno y el Congreso

Vaya sorpresa. Pablo piquitos Iglesias es un feroz estalinista, un neocomunista asustamonjas con la mano de plomo y Siberia siempre a mano. Eso, de momento. Las portadas de la mayoría de los periódicos amenizan su cabecera con el titular de que al simpático jefe carismático de Podemos no le tiembla el pulso a la hora de cercenar cabezas. ¿Cabezas? En Podemos sólo hay una, alega, y está sobre sus hombros.

Errejón se ha quedado con un palmo de narices. Él y Pablo ya no echan risas, ya no plagian los eslóganes de la calle, ya no son Zipi y Zape en el asalto a la Moncloa sino un partido que está a punto de petar las costuras cuando su jefe está a un paso, cree, de tocar el poder de verdad. En la formación moldeada a gusto de los componentes de un huero despacho de la Complutense no se admiten la disidencia o las corrientes, ni siquiera las de aire. Hasta ahí podíamos llegar en un partido marxista-leninista, asambleario, asovietizado, anticapitalista, antisistema y antihorario de cierre de los bares. Por lo demás, cabe de todo y mejor si es una admiración acrítica del verbo de Pablo, la labia de Iglesias y sus milongas de burguesillo revolucionario de casino.

Se está complicando la existencia Iglesias porque no tiene segundo, el clásico fontanero comemarrones del que Alfonso Guerra hizo un arte cuando Felipe estaba en la situación del podemita. Roberto Bécares y Álvaro Carvajal informan en El Mundo sobre el alcance, hondura y gravedad del asunto: La peor crisis interna en Podemos desde su nacimiento está haciendo tambalear a la propia cúpula estatal de la formación morada. La fulminante destitución del secretario de Organización, ejecutada personalmente por el secretario general, ha provocado un distanciamiento claro entre Íñigo Errejón y Pablo Iglesias. El número dos de Podemos, que expresó internamente su desacuerdo con la destitución de Sergio Pascual y con el comunicado de Iglesias, ha decidido guardar silencio durante unos días en los que no tiene prevista ninguna comparecencia pública".

Mientras Errejón rumia su respuesta, la crónica sigue: "Fuentes de la dirección del partido han asegurado que Errejón ha abierto un periodo de reflexión sobre la crisis interna provocada por la destitución de Sergio Pascual, su hombre de confianza. El secretario político de Podemos, pieza clave en la creación y el desarrollo del partido, no quiere dañar a la formación, pero su silencio sólo puede ser interpretado como una censura hacia la purga del secretario de Organización decidida por Iglesias. En clave interna es considerado «un reequilibrio» de poder, en el que el secretario de Política quedaría tocado al perder influencia, y en consecuencia, se verían fortalecidos Rafa Mayoral e Irene Montero, consolidados ya como núcleo duro de Iglesias. (...) Dentro de las interpretaciones del comunicado de Iglesias que realiza un sector del partido se considera una irresponsabilidad tratar de imponer un pensamiento único, en referencia a la frase del líder de Podemos en la que apunta que «no hay ni deberá haber corrientes ni facciones que compitan por el control de los aparatos y los recursos». Es valorado como la imposición de una directriz única, una instrucción de arriba a abajo, algo propio de la vieja política".

Como en la economía, la política. Los despidos son optimización del personal y las purgas, reequilibrios de poder. Si toda esta gente rigiera tabernas, darían gato por libre y perro por cordero, como en Corea del Norte.

Muchos besitos con Domènech, mucha primavera del amor, mucho cambio, aires flower power, pero a la que miras la luna en vez del dedo, aquello hiede a ambiciones desbordadas, deseos inconfesables, leyes de la selva y al catálogo general de debilidades y maldades humanas. Los partidos son partidos y exterminar al compañero es parte del precio de la cunda entre Malasaña y la Moncloa.

Pasa en todos los lados. La Vanguardia recoge a cargo de Maite Gutiérrez el espectáculo de la fina coreografía de Junts pel Sí, que se parece cada vez más a una parte de ERC con otra de CDC a palo seco. Anís y coñac, sol y sombra. Escribe Gutiérrez: "Las discrepancias en el seno de Junts pel Sí volvieron a quedar de relieve ayer, esta vez, por el apoyo a las escuelas que separan a los alumnos por sexo. Catalunya sí que es Pot llevó al pleno del Parlament una proposición de ley para modificar la ley de Educación de Catalunya (LEC) y retirar el concierto a estos colegios, un asunto en el que CDC y ERC siempre han defendido posturas diametralmente opuestas. Esta vez, Junts pel Sí trató de salvar los muebles presentando una enmienda a la totalidad a la iniciativa de Sí que es Pot, y sus 62 diputados votaron junto a los del PP para frenarla. Pero esto no significa que dentro del grupo haya unidad en torno a este asunto. La estrategia a seguir para salir del brete ha tensionado la candidatura porque por un lado, no querían volver a dar imagen de desbarajuste en las votaciones, como ya les ocurrió con el monumento franquista de Tortosa, pero por otro, en ERC tampoco estaban dispuestos a quedar como un partido que apoya la segregación escolar".

Más agudas parecen las discrepancias de los mismos en el seno de la ANC, ese movimiento espontáneo, cívico, festivo, pacífico y pinturero que organiza desde hace cuatro años el 11-S.

En la misma La Vanguardia Àlex Tort explica que hay un debate sobre si el referéndum puede considerarse un animal de compañía: ""En caso de que el Estado respetara el derecho a decidir y se comprometiera a hacer, a corto plazo, un referéndum vinculante en Catalunya (...) habrá que acordarlo, con la condición de no detener el proceso independentista". La Assemblea Nacional Catalana (ANC) se muestra ahora partidaria de una consulta de autodeterminación en su nueva hoja de ruta. Aunque la militancia todavía tiene que aprobar este guión así como también los nuevos estatutos en la próxima asamblea general ordinaria del 17 de abril en Manresa, este posicionamiento contrasta con el de la hoja de ruta vigente, donde se dice que el 27-S era "la segunda vuelta y la definitiva del 9-N, en el que los resultados se interpretan de manera refrendaria"".

También explica Tort que en la Asamblea están por repetir la fórmula CDC/ERC: "Igualmente, la ANC impulsará una lista de la "máxima unidad independentista" si se repiten las elecciones españolas. Una opinión que, dicho sea de paso, Òmnium Cultural no comparte. Junto con todo eso, hay disputas entre CDC por un lado y ERC y la CUP por otro para colocar en el secretariado nacional ­que se renovará hacia el mes de mayo­ nombres que hagan decantar la ANC en beneficio de sus intereses. Esta pugna no es nueva. Las acusaciones al presidente de la entidad, Jordi Sànchez, de estar tutelado por Convergència han sido constantes durante su mandato".

Chaves y Griñán han declarado por los eres, pero el caso Barberá destaca en el escenario nacional, donde el Congreso y el Gobierno, legislativo y ejecutivo topan por la cuestión del control del primero sobre el segundo en tiempos de un presidente en funciones. Sánchez e Iglesias han quedado para verse solos antes de Semana Santa. Iglesias urde un plan de pacto inspirado en una sesión continúa de "Juego de Tronos" y las memorias de Beria. En Ciudadanos confían en sus acuerdos con el PSOE y no se sienten salteados.

En Brasil, la muy izquierdista Dilma Roussef ha nombrado ministro a Lula da Silva para que no le detengan por corrupto. Aquí aún no se ha llegado a ese extremo en la misma práctica de proteger a los sospechosos habituales. Tiempo al tiempo.

17 de marzo, santoral: Patricio, Teodoro, José de Arimatea, Deseado, Diana y Gertrudis.