ABC:Rajoy en la ONU: "En muchos conflictos es más peligroso ser mujer que soldado"
El Mundo: Cristóbal Montoro: "Hay compañeros míos que se avergüenzan de ser del PP"
El País: Podemos sólo prevé pactar sí tiene más votos que el PSOE
La Razón: Ataque independentista a la Justicia
Ara: Units pel 9-N
El Periódico: Jueces y Govern, a la greña por el 9-N
El Punt Avui: "Tots som 9-N"
La Vanguardia: Ortega y Rigau atribuyen el 9-N a los voluntarios
Cinco Días: Obejtivo: crédito al consumo
El Economista: Las ventas de Seat se hunden un 24% tras el "caso Volkswagen"
Expansión: ACS acelera la integración de la alemana Hochtief
Bronca a las puertas del TSJC. Como en "Reservoir dogs", la película de Tarantino, la consejera Rigau aparece acompañada por el señor Marrón, el señor Roca, el señor Gordó y el resto de figurantes. Brown es Homs, Quico Homs. Avanzan por la calle tal que los Soprano. Son impunes y lo saben, que diría Iglesias, Julio Iglesias. No han tocado ni un pelo a nadie por el 3% y menos aún lo harán por el 9-N, la chiripitiflautica consulta en la que, Ortega dixit, votaron casi 2.400.000 personas. Muchas más que a los partidos separatas el pasado 27 de septiembre.
Heroínas. Auténticas mártires de la revolución burgopija del independentismo. Rigau y Ortega. Pobretas. ¿Las van a desahuciar? No. Sólo es un pase de modelos judicial. Por la mañana, Rigau con el conjunto "todos eran voluntarios", una chaqueta larga a rayas horizontales, como si ya se viera presa en el módulo de la Pantoja. Por la tarde, estilo Ortega, rojo y negro, "yo lo organicé, pero todos eran voluntarios".
Son tan generosas que están dispuestas a repartir las culpas que las harán inmortales, históricas, nuestras damas de la estelada. Se entonó "Els Segadors" donde más cabía una saeta. La sustancia es que Baños, el comunista de la Meridiana que se comía a los ricos, ya está por la labor de pactar con Mas y hasta con los hijos de Pujol si hace falta. Así lo ordena Colau, que no es de la CUP pero tiene gran ascendente. ¡Cómo estaba ayer la alcaldesa! ¡Qué firmeza! Como si a Mas lo fueran a echar de la casa de enfrente. Para eso ha quedado Colau, para vestir santas y glosar el nombre del "president". "Todos somos 9-N", titula el Avui; "Unidos por el 9-N", el Ara. Víctimas de un Estado cruel y de sus jueces. No cuenta que Abril, el "juez" instructor, no es juez, fue propuesto por CiU y ERC y está en el CGPJ, pero de Andorra. Y tienen los pelendengues de llamar a cuatro gatos para que vayan a dar la tabarra delante del tribunal.
En La Vanguardia de la dirección de Màrius Carol escribe Carol nada más abrir el periódico. No pasa nada. Tranquilidad en el frente del noreste. Glosa el director la cordialidad subyacente entre el monarca español y Mas: "Artur Mas dando un apretón con la mano abierta a Felipe VI evidenció un acto de cordialidad, que no tendría mayor relevancia si no fuera porque era la primera vez que
se veían tras las elecciones del 27-S, en que el soberanismo ganó las elecciones en escaños, aunque no alcanzó la mayoría de los votos emitidos. La foto del presidente de la Generalitat y el Rey significa normalidad institucional, tanto como buenas relaciones personales. Del último encuentro entre ambos en el palacio de la Zarzuela, en julio pasado, no se filtró más que una incontenida declaración del presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla ("La postura de Mas es irreconducible"). Todas las elucubraciones periodísticas se basaban en el rictus serio del Monarca, pero el encuentro sirvió para exponer puntos de vista y realidades contrapuestas. Mas no ha contado a nadie, porque así se comprometió ante el Rey, la conversación. Pero Felipe VI quiere mantener una relación afable, ya que considera que son pocos los puentes tendidos entre el Gobierno y la Generalitat, y la Corona puede ser útil en un momento dado para encontrar una salida al contencioso catalán. A la misma hora que el Rey saludaba al presidente catalán, todo su Govern acompañaba a la exconsellera Irene Rigau en su declaración ante el TJSC, imputada por poner urnas en las escuelas el 9-N. La política no es un juego de azar, pero a veces el azar facilita situaciones que contribuyen a explicar la política. Mas ayer no se enredó con la agenda, pero tampoco con los gestos".
Muy bien Mas. Le dio la mano abierta. Menos mal que no chocaron los nudillos como dos brothers en la cancha de baloncesto de la calle Marina. Cordialidad total y el "president", donde tocaba. Es decir que el haberse aliviado de macarrear por los aledaños del TSJC ya le da un plus de legitimidad, según La Vanguardia.
La perspectiva editorial la pone, en cambio, Pilar Rahola, que llama juicio a las deposiciones de las consejeras masianas y enhebra un artículo en el que ambas más Mas parecen estar a un paso de las rejas. Pierda cuidado, doña Pilar. Escribe nuestra ínclita columnista: "Lo cierto es que este juicio político va a dejar retratados a muchos, y no serán los que sentarán en el banquillo. Deja retratado y con marco al presidente Rajoy, convertido en un político incapaz de resolver conflictos democráticos, parapetado en una concepción abusiva y autárquica de las leyes".
Sigue: "Deja retratado a Pedro Sánchez, que avala y aplaude dicho abuso, incapaz de tener liderazgo en un momento clave de la historia. Deja retratadísimo a Rivera, elevado a la categoría joseantoniana posmoderna. Deja retratados a intelectuales y periodistas españoles (salvo un par de nobles excepciones), incapaces de levantar la voz para defender su propia democracia. Deja retratado a maese Iceta, perdida la gracia y el baile y cada día más desnudo de argumentos. Por cierto, cuando critica a quienes se han manifestado en favor de los imputados delante del TSJ, ¿se ha olvidado de Felipe acompañando a Barrionuevo a la cárcel, o del PSC acompañando a Sala, ambos sentenciados por delitos penales? Ay, la memoria! Y, por supuesto, deja retratado a un Estado inmaduro, sometido al arbitrio de unos políticos mediocres, incapaces de interiorizar, con toda su dimensión, lo que significa un Estado de derecho. Este juicio es una farsa, un desaguisado, un roto de las libertades, una burda persecución política. Que ello pase en una democracia del siglo XXI es alarmante. Que ocurra con el silencio corderil de las izquierdas es indignante. Que agachen la cabeza los fiscales es sencillamente deprimente. ¿Y ahora qué? Porque es evidente que la razón la han perdido y que todo este espectáculo sólo sirve para que la distancia entre Catalunya y España, como dice Gabilondo, se agigante".
¡Qué enfado! Pero que no es un juicio, más quisieran. El asunto se archivará. Al tiempo.
En El País plantan un editorial en el que no queda títere con cabeza. Mal por las imputaciones, que la desobediencia no es un delito (¿una chiquillada entonces?, ¿falta como pispar una cartera en el Metro?) pero que está muy mal plantarse a las puertas del TSJC. En el plano informativo, J.García y À. Piñol escriben: "El Consejo General del Poder Judicial respaldó anoche la denuncia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que consideró un “ataque directo y sin paliativos” a la independencia judicial las concentraciones ante su sede en apoyo a los dirigentes imputados por el 9-N. El Tribunal Superior catalán criticó ayer las movilizaciones independentistas ante el Palacio de Justicia en apoyo a la exvicepresidenta Joana Ortega y la consejera en funciones Irene Rigau, imputadas por la consulta del 9-N. En una nota insólita, el tribunal dice que suponen un “ataque directo y sin paliativos” a la independencia judicial. El Consejo del Poder Judicial difundió horas después otro comunicado en la que respalda al Superior, con el que coincide en que la protesta es “inadmisible” y responde a una “estrategia diseñada y encabezada” por representantes públicos, algunos de ellos “con funciones
de gobierno”".
Pero cuidado que son listos los jueces. Ahora se han dado cuenta de que todo esto lo mueve el gobier
no autonómico. Lo siguiente va a ser ver colillas y decir que Rull o Turull han fumado en las escalinatas. Xevi Xirgo, director de El Punt Avui, le canta las cuarenta a la sala en pleno. Es el tono estandar de la prensa soberana:
"Les manifestacions d'ahir pretenen influir en la presa de decisions? D'entrada, volen manifestar indignació. Però, i si pretenguessin influir, què? Que no ho fan cada dia de cada dia, insisteixo, les declaracions d'alguns ministres? I quan parlen d'ingerència, que no ho és que el fiscal general de l'Estat, un càrrec nomenat pel govern, obligui a tramitar una querella que la mateixa Fiscalia de Catalunya havia considerat que s'havia d'arxivar? Això no és ingerència? I encara més: que els ciutadans es manifestin és de veritat “un atac directe i sense pal·liatius a la independència judicial”? No ens podem manifestar? Els jutges reclamen “responsabilitat a aquells que tenen el deure de garantir la convivència en pau i llibertat”. Doncs a ells nosaltres els reclamem que facin la seva feina. I, posats a fer, que s'estalviïn comunicats".
Ea, a juzgarla a Parla.
14 de octubre, santoral: Calixto I Papa, Carponio mártir, Angadrisma de Beauvais, Fortunato de Todi, Domingo Loricato y Juan Ogilvie.