La alcaldesa Ada Colau con el presidente del Parlament, Roger Torrent, en una imagen reciente

La alcaldesa Ada Colau con el presidente del Parlament, Roger Torrent, en una imagen reciente

Política

Torrent abre el camino para un acuerdo transversal con el mundo económico

El presidente del Parlament impulsa un grupo de trabajo con la alcaldesa Colau, que rechaza verse con Torra, y representantes de las patronales, del mundo económico y sindicatos

20 octubre, 2019 00:00

Movimientos casi subterráneos, con prudencia, y sin grandes expectativas. Pero reales. Lo intenta Esquerra Republicana, que vive con temor lo que pueda suceder en los próximos días y meses. El presidente del Parlament, Roger Torrent, tomó la iniciativa a media mañana de este sábado. Teléfono en mano, llamó a interlocutores del mundo social y económico. Y respondieron todos. Primero, sin embargo, lo hizo con Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, con el conocimiento y el apoyo a la idea de Jaume Collboni, el primer teniente de alcalde. Colau prefirió ir a ese encuentro y no al que le había solicitado el presidente Quim Torra, junto a un grupo de alcaldes. ¿Objetivo? Buscar puntos de encuentro para rebajar la tensión y trabajar en dos direcciones: desterrar cualquier tipo de violencia y dejar de judicializar todos los desencuentros políticos.

A las cinco de la tarde se reunieron en el Parlament representantes los líderes de CCOO, UGT y Pimec, y representantes de Foment del Treball y del Círculo de Economía, y de la Taula del Tercer Sector y la FAVB. También estaba invitado un miembro del Govern. La idea de Torrent era reunir al Parlament, al Govern y a las entidades económicas y sociales. Pero el invitado, el vicepresidente Pere Aragonès, estaba enfrascado en otras cuestiones más prosaicas: ofrecer en el seno de Esquerra, en el partido, una cierta tranquilidad, y lidiar para mantener los puentes con el Gobierno central, mientras el presidente Quim Torra ofrecía más leña al fuego con su carta al presidente Pedro Sánchez.

Por acuerdos políticos

Todos intervinieron, y, sin tener grandes expectativas, sí lograron consensuar esas dos ideas, que cada una de las entidades ha ido defendiendo en las últimas semanas. Existe una vía posible para paliar, por ahora, el conflicto político, y esta pasa, en primer lugar, por atajar lo antes posible cualquier atisbo de violencia, por proteger a los ciudadanos, por parar el deterioro económico y social de una ciudad como Barcelona. Torrent y Colau salieron especialmente contentos del encuentro, que tendrá continuidad, con un trabajo que aseguran que será callado y constante.

Quim Torra (c), sus consellers y el presidente del Parlament, Roger Torrent (c-i), durante el homenaje a los votantes y organizadores del 1-O en Sant Julià de Ramis / EFE

Quim Torra (c), sus consellers y el presidente del Parlament, Roger Torrent (c-i), durante el homenaje a los votantes y organizadores del 1-O en Sant Julià de Ramis / EFE

Foment ha señalado que ese es el camino, el de resolver, uno a uno, los posibles problemas económicos y sociales de Cataluña, con una mayor implicación de los gobiernos españoles, del color que sean. Su presidente, Josep Sánchez Llibre, insistió, nada más acceder a su mandato, que el objetivo debía ser el retorno de las empresas que trasladaron sus sedes sociales fuera de Cataluña.

La apuesta del Círculo de Economía

Más centrado en una posible mejora del encaje de Cataluña en España está el Círculo de Economía, que preside Javier Faus. El lobby empresarial se centra en la propia situación de Barcelona, para que mantenga su capacidad de atracción económica, turística y tecnológica, pero incide en que se deberá buscar una solución política al problema catalán, y no sólo judicial, como señaló en el comunicado difundido tras conocer la sentencia del Tribunal Supremo.

Javier Faus, presidente del Círculo de Economía, junto al presidente Quim Torra y otros miembros del lobby empresarial en el Palau de la Generalitat / Jordi Bedmar

Javier Faus, presidente del Círculo de Economía, junto al presidente Quim Torra y otros miembros del lobby empresarial en el Palau de la Generalitat / Jordi Bedmar

Pero para Esquerra la iniciativa va mucho más allá. Es un intento de buscar complicidades con el mundo económico y social, de estrechar relaciones y buscar una hoja de ruta a medio plazo. Los republicanos tienen claro lo que desearían hacer. Otra cosa es lo que podrán y lo que decidirán en el momento de elegir.

La carta de los republicanos

Fuentes republicanas mantienen la tesis: que se convoquen elecciones cuanto antes al Parlament, y abrir un nuevo periodo, en el que se deberá contar con los Comuns o con el PSC. Pero la llave la tiene el presidente Torra. Y en los próximos días se podría intensificar la presión para que Torra dimita. La dirección de Esquerra no puede entender la actitud de Torra, que se ha borrado en todos los días de violencia extrema en las calles de las ciudades catalanas, especialmente en Barcelona.

La bronca interna en el seno del Govern ha sido descomunal en las últimas 48 horas. Esquerra dispone de un instrumento: salir del Govern. Pero por ahora se guarda esa carta.