Jordi Sànchez, frente a Oriol Junqueras, con los políticos independentistas presos bajo la órbita de cada uno / CG

Jordi Sànchez, frente a Oriol Junqueras, con los políticos independentistas presos bajo la órbita de cada uno / CG

Política

Esquerra explota con la presión sobre los presos en huelga de hambre

Los republicanos rechazan la política de gestos de Jordi Sànchez y de la Crida, avalada por Puigdemont, que persigue la confección de una lista unitaria de todo el independentismo

5 diciembre, 2018 00:00

Resistencia, pese a la enorme presión y la existencia de algunas voces internas que reclaman una mayor determinación. Esquerra Republicana explota con la presión que recibe de ámbitos vinculados a la Crida, de Carles Puigdemont, que insisten en unir fuerzas y confeccionar listas unitarias en todos los ámbitos, sea en las elecciones europeas como en las municipales. Oriol Junqueras ha dejado claro que no iniciará una huelga de hambre, como sí han hecho Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, todos ellos vinculados al mundo exconvergente que trata ahora de forzar un liderazgo “político-emocional”.

El máximo dirigente ahora es Jordi Sànchez, un activista de largo recorrido, que, en los últimos años ha estado bajo la órbita de Artur Mas y David Madí. Sànchez fue el elegido por ellos para liderar la ANC, para poner orden cuando se comprobó que la entidad comenzaba a girar hacia el campo republicano. Y ahora, con Puigdemont en Bruselas, cada vez con más dificultades para asumir un liderazgo moral y político, teniendo en cuenta que el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, sigue en prisión, se desea un cambio de escenario con la huelga de hambre de Jordi Sànchez y de otros tres políticos independentistas presos, todos ellos comprometidos con la Crida.

Folklorizar una huelga de hambre

El malestar de Esquerra es enorme, con el propio Sànchez y con Puigdemont, y con el mismo Quim Torra, que, aunque ha estado fuera de la operación, apoya la huelga de hambre como elemento de presión contra el Estado. De hecho, el Govern de Torra aprobó este martes una declaración institucional a favor de los políticos en huelga de hambre: "Todo el Govern se solidariza con los presos en huelga de hambre, así como con el resto de presos y presas políticas que ven vulnerado su derecho a la defensa y al amparo correspondiente". Son acciones que se consideran que van en contra del Estado. El problema es que no es contra el Estado, sino que se trata de una estrategia contra los republicanos, para buscar el punto más sensible del mundo soberanista, con el objetivo de competir electoralmente, desde la certeza de que Esquerra, en solitario, está muy por delante en todas las encuestas publicadas.

Entre el colectivo de políticos presos en la cárcel de Lledoners se acordó que, si se llevaba a cabo una huelga de hambre, con el argumento de que el Tribunal Constitucional paralizaba los recursos de amparo, impidiendo con ello dirigirse al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, se fijaría en 15 días. Eso se rompió por la determinación de Sànchez para que fuera indefinida. Sus propias palabras, reflejadas en varias entrevistas de que no pondrá en juego, en última instancia, su vida, ha enojado a diferentes activistas independentistas, que denuncian la “folklorización” de una huelga de hambre. Los primeros en objetar la decisión han sido los republicanos, que ven prioritario “preparar bien el juicio” y ganar la causa “desde el punto de vista jurídico”, aunque ello no sea impedimento para utilizarlo políticamente.

Oriol Junqueras, exvicepresidente del Govern y Raül Romeva, extitular catalán de Interior, en una imagen de archivo / EFE

Oriol Junqueras, exvicepresidente del Govern y Raül Romeva, extitular catalán de Interior, en una imagen de archivo / EFE

Junqueras y Romeva, en una imagen de archivo, resisten la presión de Jordi Sànchez y Carles Puigdemont

Voces internas críticas en ERC

Los mismos que presionan, con gurús mediáticos con mucho peso, como Pilar Rahola y Agustí Colomines --que apoya al mismo tiempo la candidatura de Ferran Mascarell a la alcaldía de Barcelona-- han querido destacar que existen algunas voces internas en Esquerra que también piden esa máxima unidad. Se refieren a un manifiesto de diversos militantes y simpatizantes de ERC que, bajo el nombre de Nova Crida Nacional a ERC piden listas únicas en las europeas y en las municipales. Entre ellos está el alcalde de Montblanc, Pep Andreu y el exdiputado en el Congreso Joan Puig, que dirige la web directe.cat.

La máquina postconvergente ha puesto la quinta marcha: unidad, listas conjuntas, huelgas de hambre, acciones concretas y lucha contra el Estado “opresor”. Hasta el punto de que Junqueras protagonizó, como ha publicado el Diari de Girona, un encontronazo con el periodista Antoni Bassas, quien, en Lledoners le habría pedido esa unidad y, por tanto, la acción de la huelga de hambre.

Esquerra, más fuerte que nunca

Fuentes de la dirección de Esquerra aseguran que el partido está organizado, que tiene las cosas claras, y que esas voces internas no llegarán más allá, porque existe una estrategia de fondo: ensanchar la base social del independentismo, pero con la obsesión por la gestión y el impulso de un buen gobierno. Prueba de ello, con Junqueras, firme en mantener la posición, está Raül Romevay Jordi Cuixart, que no es político, y que se mantiene como presidente de Òmnium Cultural. Y, a pesar de las presiones para que esta entidad apoye las medidas que lidera Jordi Sànchez, se mantiene al margen.

En el otro lado, Jordi Sànchez se erige como el gran referente. En las reuniones que ha mantenido en Lledoners aparece como presidente de mesa, es decir, los que acuden, formando parte de ese mundo postconvergente que trata de organizar la Crida, escuchan y reciben órdenes. Será quien dirija la Crida Nacional per la República, que tiene el objetivo de integrar el PDeCAT, que se sigue resistiendo.

¿Una huelga de hambre por cuánto tiempo?

La pregunta ahora es en qué momento Sànchez, Turull, Rull y Forn dejarán la huelga de hambre. Según las fuentes consultadas, se necesita un tiempo para que las presiones a través de los medios, las redes sociales e internamente en reuniones y actos políticos constaten que es Esquerra la que imposibilita esa unidad. Y, por tanto, cuando se convoquen las elecciones, todo el mundo independentista sepa a qué atenerse.

Esta vez la dirección de Esquerra, con Junqueras a la cabeza, asegura que resistirá.