Carles Puigdemont busca reemplazo a Gemma Geis como candidata de Junts en Girona. El expresident del Govern huido a Bélgica tantea diversas opciones para encabezar la lista independentista en la ciudad-bastión de los neoconvergentes.
Y lo hace por dos motivos: la "mala gestión" de Geis como vicealcaldesa en el gobierno local de Lluc Salellas (Guanyem) y la amenaza de Aliança Catalana.
Lo detallan fuentes politicas locales, alertando de que el prófugo ha comenzado a "entrevistar a perfiles" en su casa de Waterloo (Bélgica) para hallar a un nuevo aspirante a la alcaldía de la capital provincial.
La noticia salta después de que Junts sacudiera su estructura municipal colocando al frente de la misma al exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, tras una rebelión de alcaldes que ven como Aliança Catalana amenaza su primacía en el llamado rerepaís, la Cataluña comarcal.
Mala gestión
Ahora, los nacionalistas, rehenes por completo del expresident, dan un paso más. Relevan a Gemma Geis de la cabeza de cartel de su lista en Girona. Y ello es mollar porque esta ciudad es la única de las 15 aglomeraciones catalanas que retienen los independentistas. Eso sí, en coalición con Guanyem y ERC.
Lluc Salellas, alcalde de Girona
Las fuentes consultadas insisten en que la decisión se debe a la "mala gestión" de la también profesora universitaria.
Desde hacía meses, el entorno --y las bases-- de Junts afeaban al partido que la formación estuviera entregada a la "agenda anticapitalista" de los cupaires. Ahora, la vicealcaldesa paga el pato.
Ayats tampoco sigue
De hecho, se conoce que Salellas y Geis mantienen una "fría relación", pese a que sobre el papel comparten la vara de mando de la ciudad-capital.
Relaciones aparte, la partida de la vicealcaldesa se suma a la del segundo teniente de alcalde de Cultura, Deporte y Educación, Quim Ayats, de ERC, que ya ha anunciado que no repetirá al frente de los republicanos en las elecciones municipales de 2027.
De este modo, los dos socios minoritarios de Guanyem Girona --una marca de la CUP--, Junts y ERC, no aguantan las tensiones de gobernar con los antisistema de Salellas y pierden a sus líderes.
No se sabe quién los liderará.
La amenaza de Orriols
La catarsis al frente de Junts y ERC en Girona tiene una explicación, indican las mismas fuentes. Es la "degradación del espacio público en Girona". Como ocurrió con Ada Colau en Barcelona, el gobierno local se enfrenta a críticas por la gestión de la seguridad pública y la falta de civismo en las calles. "Ya no se puede pasear por La Devesa", lamenta una fuente de la oposición en conversación con este medio.
Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana, en el Debate de Política General en el Parlament, el 7 de octubre de 2025
En paralelo, no ha ayudado a argamasar el tripartito local la gestión del nuevo sistema de recogida de basuras puerta a puerta y con contenedores inteligentes, aunque se cree que el precio de esa polémica la asumirá Lluc Salellas casi en solitario. Está por ver si los vecinos lo valorarán cuando sean llamados a las urnas.
La ristra de controversias contra el Govern de Girona ha dado pábulo a las teorías de que si Aliança Catalana intenta asaltar el consistorio, podría cosechar un buen resultado o incluso vencer.
Hay un precedente en este sentido: en las elecciones autonómicas de 2024, los de Sílvia Orriols fueron quinta fuerza, con 2.518 votos, el 6,34% del total.
El fin de la 'gironina a Harvard'
En cualquier caso, la "pérdida de confianza" de Puigdemont en Geis pone fin a la carrera política de la doctora en Derecho y la que fuera vicerrectora de la Universidad de Girona.
Considerada de la máxima cercanía al expresident, la ahora vicealcaldesa fue diputada y líder de Junts por esta provincia y, en 2021 y 2022, consejera de Investigación y Universidades del Govern.
Antes, Geis destacó por ser la primera gironina a Harvard, o así la presentaron los medios locales de la capital provincial. Sus críticos siempre han afeado desde la oposición --y hasta dentro de Junts-- que su beca en la universidad de la Ivy League "fue un verano y de asistente en una biblioteca". La estancia doctoral requerida fue en la Universidad de París-1 Sorbonne. Con mención europea.
Sea como fuere, se considera que la aún política capitaneó el movimiento para tomar el control de Junts en la demarcación, orillando a perfiles más moderados y conciliadores, como Jordi Xuclà.
