La defensa de Jordi Pujol alerta del "deterioro cognitivo grave" del expresidente de la Generalitat y de que tiene marcadores de alzhéimer en sangre, además de otras señales que sugieren que sufre un proceso neurodegenerativo en fase avanzada.
Así lo establecen en el escrito remitido a la Audiencia Nacional para evitar su comparecencia en el juicio que comienza el próximo 24 de noviembre contra el exmandatario catalán y su progenie. Tras presentar la petición al tribunal para que valore su estado de salud, será la Clínica Médico Forense la que valide y valore la documentación remitida.
"Demencia sobrevenida"
En caso de que se confirmara la incapacidad por "demencia sobrevenida", como reza el texto, se deberá archivar el proceso, tal y como ocurrió en el caso del enjuiciamiento de su esposa en 2021, la fallecida Marta Ferrusola.
Con base en el artículo 383 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, los abogados de Pujol indican que una demencia sobrevenida imposibilita al juzgado a declarar con suficientes garantías como para asegurar la veracidad de los hechos. Por ello, observan que es necesario la evaluación del deterioro cognitivo para afrontar "el juicio con garantías".
Discapacidad
Según la defensa, tiene reconocido el 75% del grado de discapacidad, por lo que supone "una gran dependencia" y, además, se destaca en uno de los informes médicos que tiene movilidad reducida y una "severa dependencia funcional" para la realización de actividades básicas. En todo caso, de no ser recogida esta petición, se contempla que declare a través de videoconferencia, explica El Periódico.
Aparte, se detallan que sufre a su avanzada edad otras patologías, como discopatía (deterioro o desgaste de los discos vertebrales), escoliosis, poliartropatía degenerativa (desgaste progresivo del cartílago que afecta a las articulaciones) y una úlcera sacra por presión.
Imagen de archivo de Jordi Pujol, junto a su hijo Oriol Pujol Ferrusola
Nueve años de cárcel
El tribunal juzgará al exdirigente de Convergència y a sus siete hijos entre el próximo 10 de noviembre y el 23 de abril de 2026 por la fortuna presuntamente ilícita que acumularon y mantuvieron oculta durante décadas, diez años después de que se abriera la causa. Así, la causa llega al tribunal tras 13 años.
Cabe recordar que la fiscalía pide una condena de nueve años de cárcel para el expresidente catalán, mientras que para sus siete hijos solicita penas que oscilan entre los ocho y los 29 años de cárcel que reclama a su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, así como multas millonarias.
Entre los delitos que afronta el clan, se encuentran de asociación ilícita, blanqueo de capitales, falsedad en documento mercantil, delitos contra la Hacienda Pública y frustración de la ejecución.
