Aragón acusa al MNAC de "dejadez" en el cuidado de las pinturas de Sijena y el museo niega tener humedades

El Gobierno de Aragón ha expresado este martes su apoyo a los informes de sus expertos para avalar el traslado de las pinturas murales del Monasterio de Sijena, actualmente en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), a su emplazamiento original en la abadía oscense.

El Ejecutivo aragonés presentará sus estudios ante la jueza de Huesca encargada de ejecutar la sentencia del traslado para instar a la inmediata devolución de las obras de arte. Y es que uno de los argumentos del informe de los técnicos aragoneses es que su conservación en el MNAC ha sido deficiente.

"Dejadez"

Así lo ha sostenido este martes el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, advirtiendo de que los informes técnicos elaborados bajo la dirección de la experta Natalia Martínez de Pisón evidencian falta de diligencia del MNAC en el cuidado de las pinturas, con presencia de humedades posteriores a 1995 debido a escorrentías en las instalaciones del museo.

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El Ejecutivo aragonés ve necesario que la devolución de los murales a la abadía de Sijena se efectúe dentro del plazo de siete meses que se ha marcado "por la propia seguridad de las pinturas y por las condiciones de la sala y de las instalaciones del MNAC".

A su juicio, ha existido "dejadez" por parte del museo catalán en el cuidado de las pinturas, que "son valoradas por el MNAC, pero no queridas" y, "por tanto, su cuidado es débil".

Filtraciones y colillas

Según Olloqui, los estudios de los técnicos aragoneses permiten no sólo "desmontar el relato" de las instituciones catalanas sobre la "debilidad de las pinturas", sino que permiten constatar la existencia de filtraciones y humedades no confirmadas por las instituciones catalanas a partir de 2011, tras las obras de reparación y mejora de la iluminación llevadas a cabo en la sala donde se exponen.

Según ha añadido, se ha encontrado incluso en el entorno de las obras -en las cámaras laterales y superiores a los arcos- "abundante suciedad" en espacios intermedios, como colillas, escombros y residuos metálicos sin recoger, según constataron los técnicos aragoneses con las cámaras que alzaron entre los huecos.

Detalle de las pinturas murales del Monasterio de Sijena expuestas en el Museu Nacional d’Art de Catalunya Kike Rincón EuropaPress

A pesar de todo ello, el director general de Cultura del Gobierno aragonés valora que uno de los informes señala que el estado de las pinturas es estable, similar a cuando se crearon, y que los lienzos sobre los que fueron adheridos no presentan riesgos significativos. Un hecho que confirma la resistencia de las pinturas al paso del tiempo y a las condiciones vividas, y avala el cumplimiento de la orden de traslado. Por lo cual, ha subrayado, el MNAC "debe empezar ya los trabajos de desmontaje y embalaje previos a la devolución".

"Se pueden desmontar sin riesgo"

"En contra de lo que dicen las instituciones catalanas, las pinturas murales no son un conjunto evanescente que se vaya a desvanecer en el momento de su desmontaje, sino 72 fragmentos que se pueden desmontar sin riesgo", ha manifestado Olloqui.

Asimismo, ha añadido que el estudio ortográfico en 3D elaborado para conocer las fortalezas y debilidades de las pinturas permite identificar las zonas que necesitan labores puntuales para su cuidado en el momento de hacer el traslado.

El MNAC niega las acusaciones...

Por su parte, el MNAC sostiene en un escrito presentado al juzgado de instrucción 2 de Huesca que "no existen actualmente ni humedades ni filtraciones" en la sala 16 del museo, donde se hallan las obras murales del Monasterio de Sijena. Y aduce que la conservación de las obras se ha hecho "con arreglo a los más altos estándares museísticos aplicables" y "todo el rigor posible".

El museo de la Generalitat de Cataluña responde así a un escrito de la Diputación General de Aragón y al informe de la conservadora-restauradora Natalia Martínez de Pisón acerca de las humedades, que el MNAC tilda de "inexistentes".

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En relación a las fotografías del informe de Martínez de Pisón sobre los restos de suciedad en el entorno de las pinturas, el MNAC destaca que los restos se corresponden a la imagen del interior de los arcos, pero no de las pinturas murales propiamente dichas. E insiste en que "en la actualidad no existen humedades, ni menos aún infiltraciones, como de manera gratuita y alarmista -e infundada- sostiene la Diputación General de Aragón".

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El MNAC ve imposible hacerse un criterio serio acerca de las humedades alegadas "con tan solo unas fotografías tomadas en el curso de una apresurada indagación in situ sobre las pinturas".

El MNAC aporta un informe sobre la evaluación de causas y efectos de las escorrentías en las pinturas de la sala 16, en el que expresa la "dudosa capacidad técnica" de Martínez de Pisón; y otro estudio técnico sobre el control de humedad en las estructuras de soporte de las obras.

"Falta de crédito"

El museo catalán agrega que los informes del personal que lleva años trabajando en el MNAC "sirven para probar de manera clara y rotunda la falta de crédito profesionales de la opinión sostenida por Martínez de Pisón y la tesis sostenida, con base en dicha opinión, por la Diputación General de Aragón".

Según el MNAC, en la sala hay seis sondas para el control climático, en vez de una como apunta el informe aragonés; no existe riesgo de filtraciones de agua que hagan necesario un traslado urgente, ni indicios de presencia de humedad activa en las alteraciones cromáticas de las pinturas.

El museo destaca además que, según los estudios, las pinturas se hallan en un lugar estable y una situación museística apropiada y conveniente, por lo que "no hay ninguna urgencia de traslado".