Malestar en Manresa por el intento de recolocación de una exdiputada de ERC

Adriana Delgado Herreros dejó la política tras pasar por el Parlament como diputada entre los años 2016 y 2019 --dos de ellos, como vicesecretaria cuarta de la Mesa-- y un mandato como alcaldesa de Sant Vicenç de Castellet (2019-2023) coronando así una década larga de concejal en el municipio del Bages. 

Después de perder las elecciones en 2023, arrastrada por el batacazo de ERC en aquellas municipales, su nombre ha llamado recientemente la atención por aparecer en un concurso público del Ayuntamiento de Manresa. Unas oposiciones funcionariales como técnico de gestión, a las que se presentó.

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La solicitud de Delgado fue inicialmente admitida, como se explica en los documentos oficiales, generando malestar entre el resto de fuerzas políticas del ayuntamiento, que advirtieron un posible caso de tráfico de influencias en el equipo de gobierno del también republicano --y rovirista-- Marc Aloy. 

La jugada, aseguran, era "muy clara", pero el tema ha sido frenado desde el propio consistorio, según explican las mismas fuentes internas, denegando la plaza una vez cumplimentadas las pruebas de acceso para evitar a última hora la recolocación. "No pasó la primera fase y ya no participa en el proceso de selección", dicen.

Sin causa de exclusión

Pese a la reculada del equipo de gobierno municipal, las mismas fuentes matizan que "no había causa de exclusión --ni de abstención de la mesa de contratación-- por el hecho de que Delgado sea excargo público de un partido". "Todo el mundo tiene derecho a rehacer su vida profesional fuera de la política", añaden.