'Pájara' de Orriols: la ultraderecha independentista flojea en el primer cuerpo a cuerpo del curso

El primer debate entre portavoces parlamentarios del curso ha tenido de todo menos el protagonismo que cabría esperar de la ultraderecha independentista, que esta misma semana ha aparecido en las encuestas como cuarta fuerza política y sumando hasta 17 diputados a su representación actual.

No parecía cómoda en el formato moderado por Lluís Falgàs, que se grabó ayer por la mañana en el auditorio del Parlament de Cataluña. Y tampoco sus rivales políticos quisieron entrar a confrontar con una Sílvia Orriols que se limitó a repetir sus discursos antiinmigración y poco más. Dejando solos a PP y Vox enmendando la totalidad de las recetas izquierdistas para la vivienda, la seguridad o el transporte, algunas de las principales preocupaciones de los catalanes de hoy. 

Ester Capella, representante de ERC, aseguró que su argumentario "contra los musulmanes" se parece al de Adolf Hitler respecto a los judíos, y David Cid acusó a la alcaldesa de Ripoll de "trabajar poco" en el Parlament. Pero poco más. Ni siquiera la CUP o Junts, principal afectado del auge de Aliança Catalana, han querido saltarse el cómodo cordón sanitario.

Delegación de competencias migratorias

Sobre la cesión competencial de la gestión migratoria, tumbada esta misma semana por el Congreso de los Diputados, el debate de RTVE ha dado muestra del amplio consenso entre los principales partidos sobre la cuestión, mientras que PP y Vox han advertido del peligro de "romper la soberanía" o dejar la inmigración en manos de "quienes consideran extranjeros a los españoles", en referencia a Junts y ERC.

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"Más muros y menos moros", decía Joan Garriga (Vox), mientras Mònica Sales (Junts) aseguraba, ante las acusaciones de racismo de Podemos, que Cataluña "necesita instrumentos para integrar a los inmigrantes con más recursos". Y ni siquiera Orriols, en su bloque favorito, exploró nada nuevo, advirtiendo de los peligros de la "islamización" y afirmando que "Cataluña se ha tercermundizado".

El Govern y los presupuestos

Preguntados respecto al Govern de Salvador Illa, todos salvo la diputada socialista Elena Díaz suspendieron el primer año de mandato del president, siendo asimismo pesimistas sobre la posibilidad de que el PSC consiga aprobar nuevos presupuestos para 2026 en tiempo y forma. La propia representante del PSC instó a la oposición, especialmente a Junts, a tender la mano, también en relación a una financiación singular de Cataluña que por ahora critican al no tratarse de un concierto al uso. 

Imagen del debate

Los socios del Govern hasta la fecha, ERC y Comuns, aseguraron por su parte que no habrá nuevos acuerdos con el Govern mientras no se cumplan los actuales, que pasan por el propio cupo en el caso de los republicanos y por "vivienda, vivienda y más vivienda" en el caso de los de Jéssica Albiach, que también arremetieron contra el Ejecutivo por otros temas como Rodalies o Sanidad.

Recetas para la vivienda

Laure Vega lideró la crítica al gobierno catalán en relación con sus políticas de vivienda, que los Comunes consideran que son "poco ambiciosas" más allá del anuncio de la construcción de 50.000 viviendas sociales antes de 2030, y que desde Vox y PP no se creen que se vaya a producir. Ambos apuestan por bajar impuestos y bonificar las primeras viviendas.

Cid se las vio con Garriga en este punto, asegurando que el portavoz de los ultraderechistas "es un maleducado", y que "va todo el día en coche oficial", mientras su interlocutor aseguraba que los Comuns "quieren que seamos todos pobres". Intervenir el mercado siguiendo la estela de Viena es una propuesta bien acogida entre las izquierdas, mientras el PP y Junts advierten de que "en este país los okupas tienen más derechos que los propietarios".

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Legislatura española

La incertidumbre que atraviesa la política española, donde tanto Junts como ERC tienen un papel fundamental y PP y Vox ya se ven aplicando "la motosierra", también tuvo un lugar destacado en el debate de RTVE, con estos dos últimos partidos tentando al partido de Puigdemont a una moción de censura que, por ahora, no se contempla.

Aliança Catalana sí aprovechó ese instante para recordar que, en contra de lo que hacen los partidos que llama "procesistas", ellos no se presentarán nunca a unas elecciones generales. "Nos da igual la gobernabilidad del país vecino", recordó Orriols.