El 'exconseller' de Economía y Hacienda de la Generalitat, Jaume Giró
La salida de Jaume Giró agrava la semana 'horribilis' de Carles Puigdemont
Junts pierde un contrapeso bien valorado fuera del partido, el abogado de la UE allana el terreno de una nueva derrota judicial e Illa impone el diálogo en su reunión con el expresidente
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Semana horribilis para Carles Puigdemont. El expresident ha encajado dos reveses importantes este jueves, con la salida de Junts de uno de sus hombres mejor valorados fuera de su espacio y el posicionamiento del abogado de la Unión Europea, que allana el terreno de una nueva derrota judicial.
Ello, dos días después de que el organizador del referéndum del 1-O se haya reunido con el president del Govern en Bruselas. Una cita que, aunque largamente esperada por los posconvergentes, ha servido para que se imponga la apuesta del Ejecutivo socialista por el diálogo.
Portazo
La reunión del consejo nacional de Junts el miércoles precisamente en Bruselas no sirvió para que Jaume Giró se repensara una decisión que ha presentado como "serena y madurada". Su carta pública de despedida censura que se prioricen "los intereses de partido por encima del bienestar y el progreso del país".
También rechaza "calentar la silla" y, aunque ya no cruzará el umbral del número 11 del pasaje Bofill de Barcelona --donde Junts tiene su sede-- no cierra la puerta a "nuevas oportunidades para renovar" su "compromiso con Cataluña".
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, huido en Bélgica desde 2017, durante su etapa de eurodiputado
Nula oposición
El texto pone frente al espejo a la formación de Puigdemont, entregada a la radicalidad. La pérdida del exdirectivo de La Caixa deja a Junts cojo de voces moderadas. Giró ya se opuso al arrebato por el que se rompió el Govern de Pere Aragonès en 2022, pero se vio forzado a abandonar la conselleria de Economía y Hacienda, la misma por la que entró en política.
Entonces tragó, pero la nula oposición en la que hoy está instalado el grupo parlamentario ha acabado por enseñarle el camino de salida, justo antes de que el Govern arranque las conversaciones con los partidos para buscar apoyos a los presupuestos; él es el penúltimo conseller que consiguió aprobarlos y hubiese podido ser una voz de autoridad para su negociación con el PSC.
La noticia ha caído como una losa. Del núcleo de Puigdemont, tan solo han trascendido unas pocas líneas de texto que reconocen su "respeto" y "lamento", y el reconocimiento a sus aportaciones como conseller y dirigente del partido. También unas declaraciones de Josep Rull, presidente del Parlament, discrepando con Giró en su "visión" sobre el partido.
Jaume Giró, 'exconseller' de Economia, en el Parlament Europa Press Barcelona
Sin reacción
De lo que no ha habido reacción alguna es de la propuesta del Abogado General de la Unión Europea, que pretende que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea avale la decisión de la Eurocámara de levantar la inmunidad al también ex eurodiputado. Esta atendió en 2021 la petición del juez Pablo Llarena para que pudieran responder ante la Justicia en España por su papel en el procés.
El abogado Maciej Szpunar plantea en primer lugar que los recursos planteados por Puigdemont y Ponsatí sean sobreseídos porque concluye que los demandantes ya no tienen interés en ejercitar la acción puesto que sus mandatos de eurodiputados han expirado. Sus conclusiones no son vinculantes, aunque el Alto Tribunal europeo suele seguir la línea marcada por los dictámenes en la gran mayoría de los asuntos.
El pleno del Parlamento Europeo levantó la inmunidad de Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí en 2021
Se impone el diálogo
Un jueves negro para Puigdemont que ha llegado dos días después de su reunión con Illa en la delegación del Govern en Bruselas.
Junts fantaseaba con un viaje del president único y exclusivo para que se hiciera la foto con el organizador del referéndum y rogarle por su apoyo en alguna cuestión, como habían conseguido arrancar de otros interlocutores; véase el hoy denostado Santos Cerdán por la investidura de Pedro Sánchez o a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por la reducción de la jornada laboral.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa (i), saluda al presidente de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont (d), durante su reunión del 2 de agosto de 2025, en Bruselas (Bélgica)
Lejos de ello, el Govern ha esperado el momento adecuado y ha hecho coincidir la visita con la inauguración de la exposición del milenario de Montserrat. Y en un ambiente sobrio, sin banderas --ni española, ni catalana, para evitar recelos-- Illa ha impuesto el deshielo y ha invitado al jefe de la oposición a volver a un diálogo que, precisamente, Giró no ha dejado de reivindicar.
