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El Govern ha presentado su nuevo plan de gestión de residuos con el objetivo de reducir del 35% al 10% la cantidad de desechos municipales que acaban en vertederos en el plazo de una década. Para lograrlo, contempla el cierre de 13 instalaciones y un aumento progresivo de la presión fiscal sobre el vertido y la incineración de desechos, entre otras medidas.

Esto se desprende del Pla Territorial Sectorial d'Infraestructures de Prevenció i Tractament de Residus Municipals de Catalunya 2025-2035, presentado este lunes por la consellera de Territori, Sílvia Paneque, y el director de la Agencia Catalana de Residuos, Albert Planell. El plan --ahora en fase de exposición pública-- está previsto que se apruebe en el cuarto trimestre de este año.

"Es la principal herramienta que tenemos de gestión, de planificación y de gestión de los residuos urbanos", ha destacado Paneque en declaraciones a la prensa.

Ha recordado, además, que Cataluña tiene un índice de reciclaje del 40,3%, lejos del objetivo europeo del 60-65% de recogida selectiva para 2035, por lo que ha subrayado que era imprescindible "actualizar" este instrumento. 

Más reciclaje

El plan en vigor ---aprobado en 2018-- debe actualizarse al menos cada seis añosy propone una nueva forma de gestionar los residuos en Cataluña. Busca reducir el uso de vertederos, impulsar el reciclaje y la reutilización, y repartir mejor las infraestructuras por el territorio.

Asimismo, pretende cerrar la brecha entre territorios, reducir costes y reforzar el tratamiento previo de los residuos que no se pueden reciclar. Siempre que sea posible, el plan priorizará la recuperación de materiales antes que la incineración.

Puntos de residuos

En esa línea, este instrumento incluye que, para 2035, exista una red extensa de 500 centros de recursos destinados a fomentar la reutilización.

Estas instalaciones permitirán a los ciudadanos entregar objetos con potencial de reutilización, para prolongar su vida útil a través de operaciones como comprobación, limpieza, reparación y restauración, contribuyendo así a reducir la generación de residuos y retrasar su aparición.

Asimismo, se busca la ampliación y mejora de la red de deixalleries en Cataluña, además de impulsar la creación de nuevas infraestructuras enfocadas en el reciclaje y la formación ambiental. Estas instalaciones reciben materiales con baja valorización, como los voluminosos y los textiles.

Materia biodegradable

Para 2035, el Govern prevé aumentar la capacidad de tratamiento de la fracción orgánica, con la construcción de dos nuevas plantas y la ampliación de las 25 existentes, con el objetivo de incrementar la capacidad total de 450.000 a 750.000 toneladas al año.

La prioridad será impulsar los procesos para trasnformar los residuos orgánicos en biogás y biometano, además de mejorar el compostaje para obtener compost de calidad. También se planifican mejoras técnicas en las instalaciones actuales para aumentar la eficiencia y aplicar tecnologías avanzadas e innovadoras.

Imagen de una planta de reciclaje Itene

Más plantas

El Govern creará siete nuevas plantas de tratamiento mecánico y biológico para la fracción resto --los residuos que no se separan para reciclaje ni compostaje-- con una capacidad total de 200.000 toneladas al año.

En la actualidad, hay trece plantas con capacidad de 1,5 millones de toneladas al año, pero el cambio en la recogida selectiva requerirá mejorar los procesos de selección para aumentar su eficiencia.

Vertederos

Por otro lado, se construirán nuevos centros de transferencia para agrupar residuos cerca de su origen y facilitar su traslado a instalaciones de tratamiento, promoviendo el cierre de la mayoría de vertederos en Cataluña.


Respecto a esto, para 2035 se reducirá el número de vertederos de 25 a 13, y en algunos que seguirán operativos se planifican mejoras e incluso ampliaciones, aunque con una reducción significativa en la cantidad de residuos que recibirán. 

Valorización energética

La Generalitat prevé reformas integrales en plantas de valorización energética existentes para transformar su actividad hacia la valorización material, mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones, aplicando las mejores técnicas disponibles e innovadoras.

Además, limitará la capacidad adicional de valorización energética a 850.000 toneladas anuales para evitar un exceso de capacidad y cumplir con los objetivos estratégicos de reducción de residuos no reciclables.

Financiación

Para llevar a cabo el plan, la Generalitat financiará las infraestructuras de tratamiento de residuos municipales con recursos propios, impuestos sobre residuos y fondos europeos como el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

Por último, el sector privado participará en la financiación y ejecución de algunas actuaciones, distribuyendo así el coste entre fondos públicos, transferencias y aportes privados de forma equilibrada.

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