Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana, se dispara en las encuestas, y pasaría de dos a 11 diputados si los comicios autonómicos se celebraran ahora. Esta meteórica subida podría ser mayor si logra dar un mordisco a los votantes de Vox, que no ven con malos ojos a la alcaldesa de Ripoll.
Las cifras son claras. La valoración de Orriols por parte de los votantes de Vox es de un 5,1, solamente por detrás del 6,9 que le dan a su líder Ignacio Garriga y el 6,4 a Alejandro Fernández (PP), según indica el último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO). Orriols se cuela en el top 3 de Vox pese a su independentismo radical.
Su nacionalismo no es un escollo
El mismo barómetro muestra que casi el 50% de los votantes de Vox aprueban las políticas que apoya Sílvia Orriols; y el 55% de los electores del partido de Abascal en Cataluña sienten "simpatía" hacia el electorado de Aliança.
La encuesta también muestra que solamente el 6% de los votantes de Vox son independentistas, por lo que el catalanismo de Orriols no sería un escollo para el transfuguismo de votos entre una y otra formación.
En Vox preocupa la popularidad de Orriols, que supera con creces a la de Garriga. La primera espada del partido islamófobo es la cuarta líder más conocida del arco parlamentario, con un 59,4%, mientras que Garriga cae al sexto puesto: sólo un 43% de los catalanes saben quién es.
Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana
Los votantes de Orriols discrepan
El idilio no es mutuo: Ignacio Garriga es el líder peor valorado de todos por los electores de Aliança, que le dan una nota de apenas un 1,7.
Hay más datos: al 12% de los simpatizantes de Vox les gustaría que la presidenta de la Generalitat fuera Orriols. En cambio, un 0% del electorado de Aliança quiere a Garriga al frente del Govern.
Aliança no virará
Desde el partido trumpista catalán apuntan que no van a cambiar su línea "independentista" para seducir a simpatizantes de Vox, si bien consideran "naturales" las cifras, pues comparten políticas parecidas en materia de inmigración.
En Vox esta tendencia sí preocupa. Aunque el partido de ultraderecha sube en las últimas encuestas de intención de voto, está cercado por Aliança, que puede arrebatarle a gran parte de sus fieles si su discurso sigue creciendo.
Ello ha provocado que muchos líderes del partido adopten el catalán cada vez en más apariciones públicas. Sin ir más lejos, hace pocos días, Joan Garriga cantó a pleno pulmón la famosa habanera catalanista El meu avi, retirada del repertorio de la cantada de habaneras por el ayuntamiento socialista de Palafrugell.
Joan Garriga, portavoz de Vox en el Parlament
Junts también tiembla
El otro gran damnificado del alza de Orriols es Junts. Fuentes internas del partido señalan que el roto que les hace Aliança en sus encuestas internas es incluso "mayor" al que muestran desde el CEO catalán.
La preocupación es lógica. Al igual que pasa con Vox, Orriols está muy bien vista en el electorado de Puigdemont, que le da una nota media del 5,5.
El presidente de Junts, Carles Puigdemont, en una imagen de archivo
La extrema derecha abre boquete en el Parlament
Sea como fuere, los dos partidos de extrema derecha del Parlament cada vez suman más adeptos. En conjunto, ya superarían el 17% del voto y alcanzarían entre 22 y 25 escaños.
Uno de cada cuatro catalanes no cree que la extrema derecha amenace consensos básicos de la sociedad y considera que aportan "renovación" y cuestionan las políticas negativas de los partidos tradicionales.
El Parlament, en una imagen de archivo