Artur Mas, en una imagen de archivo

Artur Mas, en una imagen de archivo Europa Press

Política

El 'retiro dorado' de Artur Mas: regatas oceánicas y más de 90.000 euros de pensión al año

El expresidente de la Generalitat reconoce que disfruta "más ahora que antes", y relata sus "aventuras" como aprendiz en diversas travesías marineras

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Artur Mas abanderó uno de los mandatos más controvertidos y convulsos de la historia de la Generalitat desde la recuperación de la democracia hace casi medio siglo. En sus poco más de cinco años al frente del Govern (de diciembre de 2010 a enero de 2016), el exmandatario de CiU ordenó los mayores recortes en gasto social vistos hasta la fecha en Cataluña, que generaron un amplio rechazo entre la ciudadanía.

Acorralado por las protestas callejeras, las sospechas de corrupción de su partido, y tras perder 12 diputados en las elecciones de 2012, el dirigente nacionalista impulsó lo que acabó siendo el procés: con la consulta del 9 de noviembre de 2014 como punto de partida, la coalición con ERC dentro de la candidatura de Junts pel Sí para mantener el cargo en 2015, y la pérdida del poder pocos meses después, al no lograr ser investido de nuevo.

Ansias de protagonismo

Desde entonces, Mas se ha mantenido en un plano secundario, como le ha ocurrido a Pere Aragonès y a Quim Torra, aunque sin acabar de desvincularse del todo de la política. Con 70 años recién cumplidos, y una pensión casi cienmileurista como expresidente de la Generalitat, sigue tratando de influir entre sus herederos políticos y excompañeros de la antigua Convergència (CiU), la mayoría mutados hoy en secesionistas bajo las siglas de Junts per Catalunya.

Tras las pasadas autonómicas, Mas intentó, sin éxito, que cuajara su idea de forjar una lista electoral conjunta con otros partidos separatistas si el socialista Salvador Illa no salía investido. Y, junto a ellos, sigue interviniendo en un sinfín de actos. Como, por ejemplo, los de homenaje a su mentor y padrino político, el expresident Jordi Pujol: el último, por ahora, a finales de 2024.

El próximo 5 de mayo, Mas volverá a estar en el foco de los medios por su participación en la comisión del Congreso que investiga la denominada "operación Cataluña". Y, entre tanto, no pierde la ocasión de propagar sus postulados nacionalistas siempre que puede. Como hizo ayer viernes en el programa Col.lapse de TV3, en el que protagonizó una desafortunada intervención atribuyendo a "la enfermedad" del Alzhéimer la acusación que su antecesor Pasqual Maragall (PSC) vertió en el Parlament en 2005 sobre las presuntas comisiones ilegales del 3% de CiU.

"Disfruto más ahora que antes"

En esa misma entrevista al canal autonómico, Mas explicó, por otra parte, algunos detalles de su nueva vida como jubilado. Según dijo, hoy en día disfruta "incluso más que antes", después de "no haberlo pasado bien durante unos años, aunque no me arrepiento". Posiblemente -no lo explicitó- a causa de sus problemas judiciales a raíz del 9N. En 2018, fue condenado junto a tres de sus exconsellers a pagar los 4,9 millones de euros públicos que costó la consulta separatista, aunque finalmente su sentencia quedó en un año y un mes de inhabilitación y 36.000 euros de multa por desobediencia.

Superado ese trance, Mas asegura que en los últimos tiempos ha estado disfrutando de su experiencia en diversas regatas de vela, formando parte como "amateur" de un equipo de media docena de "amigos" comandado por dos marinos expertos.

"Aventuras" marineras

"Hace unos cuatro años que hago alguna de estas travesías oceánicas a vela", desveló. Entre ellas, una por el Atlántico, que "era la aventura de mi vida", según dijo, recordando el pasado "marino" de una parte de su familia. De ella, citó a su bisabuelo Artur Mas Reig, capitán de barco que también cruzó ese océano, aunque en su caso no por ocio, sino "para ganarse la vida". Mas, no obstante, evitó mencionar las figuras de su tatarabuelo Juan Mas Roig y su hermano Pere Mas Roig, que en el siglo XIX comandaron, presuntamente, barcos de tráfico de esclavos africanos hacia América, según relata el libro Negreros y esclavos. Barcelona y la esclavitud atlántica (siglos XVI-XIX).

Al margen de esa travesía por el Atlántico, Mas también asegura haberse sumado a la expedición de otros "amigos" que dan la vuelta al mundo a vela: "He estado en el Pacífico Sur. He ido desde la Polinesia francesa hasta las Fidji, he estado en el nordeste de Australia, y cruzamos la barrera de coral y el estrecho de Torres, donde lo pasamos mal. Y nos metimos en el Índico: llegamos a Indonesia, pasamos al sur de Singapur en otra etapa, y de ahí, hasta Thailandia. Y la última etapa la hicimos desde allí hasta la India. Y la idea que tienen ahora, que a mí me gustaría completar, es volver al Mediterráneo dentro de un año o dos".

La oficina más cara y pensión casi 'cienmileurista'

En un rincón de ese Mediterráneo, concretamente en Barcelona, Mas disfruta a día de hoy de una oficina de expresidente de la Generalitat, que en 2023 generó unos gastos por valor de 44.873 euros, según los últimos datos oficiales disponibles de las memorias de actividad de cada uno de los expresidents que cuentan con una. Ningún otro de sus correligionarios requirió tanto dispendio, siendo la de Pasqual Maragall la segunda, con 42.350 euros. A estas cifras, se le añade el coste de personal: cada una de ellas tiene tres trabajadores.

Mas, por otra parte, disfruta de una pensión de jubilado como expresidente de la Generalitat de 91.941 euros, correspondiente al 60% de lo que cobraba como máximo mandatario del gobierno autonómico catalán.