El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, durante su discurso institucional de Sant Jordi este miércoles en el Palau de la Generalitat
Illa reivindica Sant Jordi como símbolo de convivencia y pide más "diálogo y fraternidad" ante un mundo en conflicto
El presidente de la Generalitat recuerda en su discurso institucional al papa Francisco y su "legado moral" en un contexto marcado por guerras y ha hecho un llamamiento a un alto al fuego "que ponga fin a la tragedia de los pueblos palestinos y ucranios"
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"Optimismo, diálogo y fraternidad". Esta es la receta del presidente Salvador Illa para este Sant Jordi. En su primer discurso institucional con motivo de la Diada, Illa ha recordado al papa Francisco, a quien ha descrito como una figura de “liderazgo moral” y cuyo legado sigue siendo necesario.
En un contexto marcado por la guerra en Gaza y en Ucrania, Illa ha aprovechado su intervención para hacer un llamamiento de un alto al fuego en ambos conflictos. El presidente catalán ha apelado a "la paz y la convivencia", dos valores universales "muy necesarios en muchos lugares del mundo".
"Debemos persistir en la existencia de un alto al fuego que ponga fin a la tragedia de los pueblos palestinos y ucranios porque formamos parte de Europa. Por eso seguiremos defendiendo con firmeza como nuestro espacio de progreso, de convivencia y de libertad", ha dicho este miércoles desde el Palau de la Generalitat.
Desigualdades sociales e intolerancia
El líder del Ejecutivo ha querido marcar perfil en su intervención institucional vinculando la leyenda de Sant Jordi a la lucha contra las desigualdades y la intolerancia. "La leyenda del dragón nos recuerda el deber de luchar contra las injusticias sociales”, ha afirmado.
Casa Batlló en Sant Jordi
También ha mencionado al Sant Jordi mártir, quien “se negó a perseguir a los cristianos en el siglo IV”, como ejemplo de humanidad frente a la represión.
En su primera Diada del 23 de abril como presidente de la Generalitat, Illa ha definido Sant Jordi como una celebración “muy nuestra, pero también universal”, en la que “Cataluña muestra su mejor versión, dinámica, alegre y cívica”.
Pensar en las personas que viven en soledad
Aprovechando la jornada, ha querido agradecer la labor de quienes hacen posible la fiesta y ha pedido un gesto solidario: “Regalad una rosa y un libro a las personas que queréis, pero pensad también en quienes se encuentran solos. Os animo a contribuir con las iniciativas solidarias”, ha dicho.
Fomentar el catalán
El presidente ha situado el catalán como eje vertebrador de la identidad colectiva catalana: “Compartimos nuestra lengua, el catalán. Hemos hecho avances en su reconocimiento y seguiremos fomentando su uso”, ha señalado, reafirmando el compromiso del Govern con su promoción institucional y social.
En un tono que ha querido ser integrador, Illa ha insistido en que “Sant Jordi es de todo el mundo”, en un intento de reforzar la idea de cohesión y pluralidad de la sociedad catalana.
Cataluña crece en un contexto geopolítico complicado
El president también ha hecho balance de la situación de Cataluña, destacando el “crecimiento económico”, la “vitalidad social” y el “dinamismo cultural” en un “año de profundos cambios geopolíticos”.
Sin aludir explícitamente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su política arancelaria, Illa ha asegurado que la región “refuerza sus fortalezas para afrontar con garantías cualquier escenario de incertidumbre”.
Las Ramblas, en Sant Jordi
"Quizá algunos se vanaglorian de la fuerza del dinero. Nosotros nos vanagloriamos de regalar rosas, porque no hay un gesto más revolucionario contra el odio que regalar una rosa a quien queremos y también a quien piensa diferente de nosotros", ha subrayado.
En su intervención, el socialista ha apostado por una Cataluña “que disfruta de la democracia” y ha reiterado su voluntad de “seguir ejerciéndola desde las instituciones y en nuestro día a día”.
