La líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump

La líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump FOTOMONTAJE CG

Política

Aliança Catalana se inspira en la política arancelaria de Trump

La extrema derecha catalana defiende "la libertad" del presidente estadounidense y asegura que si sus medidas funcionan, deberían aplicarse en Europa

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Estos días todas las miradas se posan en Donald Trump. Tras el anuncio de la imposición del 20% de aranceles a productos de la Unión Europea, el presidente de los Estados Unidos ha sumido al comercio global en un clima de incertidumbre.

Una incertidumbre que también se traslada a Cataluña. Aunque una de las incógnitas es saber en qué medida afectará esto a la economía catalana, lo cierto es que hay 3.161 empresas que exportan de manera regular a los Estados Unidos, por valor de 4.351 millones de euros. 

A pesar de que la política arancelaria de la Administración Trump ha encendido todas las alarmas, para Aliança Catalana no supone un problema. Al contrario. Se inspiran en la política trumpista.

Aplicarlo en Europa

Fuentes del partido consultadas por Crónica Global aseguran que si las medidas económicas de los Estados Unidos se demuestran beneficiosas para su economía, ven posible "estudiar soluciones similares en Europa para defenderse del dumping laboral, ambiental o normativo que nos hacen otras regiones del mundo".

Descalabro en bolsa

Pero los expertos no apuntan hacia esa dirección. La caída de los principales índices bursátiles ha reavivado los temores de una posible recesión en los Estados Unidos. Según la predicción de la empresa financiera JP Morgan, si la política comercial de Trump se implementa por completo, podría llevar al país a una crisis económica que, a su vez, afectaría al resto del mundo. 

En España, el Ibex terminó el viernes negro arancelario con un desplome del 5,83%, su mayor descalabro desde el inicio de la pandemia.

En Cataluña, los aranceles tendrán más impacto en sectores como el químico, el farmacéutico, el agroalimentario y el metal, que son los que tienen un mayor volumen de ventas hacia el país estadounidense. Para ello, el Govern de Salvador Illa ya prepara un plan para amortiguar el impacto.

Amenaza frente a oportunidad

Mientras hay voces que defienden que se debe estar preparado para lo que venga y actuar, desde Aliança lo ven como una oportunidad.

Fuentes del partido explican que gran parte de las exportaciones, que suman más de 100.000 millones de euros anuales -el 75%-, se dirigen a Europa y un 4% a los Estados Unidos. "Tenemos una confianza plena en la capacidad de las empresas catalanas para adaptarse a los cambios del mercado", aseguran las mismas fuentes.

Una opinión que, precisamente, también comparten desde el sector de la fruta. Afrucat, la Asociación Empresarial de Fruta de Cataluña, aseguró este viernes que los aranceles "pueden representar una oportunidad" para la fruta catalana, especialmente para la manzana, los melocotones y las nectarinas, que conseguirían posicionarse en unos mercados dominados hasta ahora por la producción estadounidense. De hecho, la patronal de la fruta ya se ha puesto en contacto con Canadá, país interesado en su producción. 

La "libertad" de Trump

La extrema derecha catalanista es el partido que, junto con Vox, abraza al presidente estadounidense, aunque evita posicionarse claramente sobre su política arancelaria. Defienden que es una prerrogativa de cada país establecer sus propias medidas económicas.

En este sentido, defienden "la libertad" del presidente Trump para aplicar las políticas económicas que considere pertinentes para frenar fenómenos como, según ellos, la elefantiasis del Estado, el globalismo y la expansión crediticia que han marcado la evolución de las economías modernas.

Si esta política acaba beneficiando a la economía americana y fortaleciéndola, "nos alegraremos por ellos y por la salud de la economía global", defienden.

El Govern se reúne para encontrar una estrategia

Una política que el presidente de la Generalitat ve "injustificada". "La guerra comercial no responde a ninguna lógica, ni política ni económica ni social", aseguró ayer Salvador Illa.

Precisamente, el Govern se recluye este fin de semana en el Valle de Núria para buscar una estrategia para la estabilidad tras el anuncio de Trump. Aunque no se trata de una reunión del Consell Executiu -no se tomarán acuerdos de gobierno-, servirá para poner en común los planes de trabajo de cada uno de los departamentos.

El próximo lunes, Illa convocará a agentes económicos y sociales reuniendo a la Mesa de Diálogo Social de Cataluña para abordar con ellos esta cuestión y avanzar en "las primeras medidas". El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se reunirá el próximo día 10 con las comunidades autónomas para abordar el impacto generado por el plan de aranceles.