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La Generalitat de Cataluña tomará cartas en el asunto ante la elevada mortalidad en las carreteras catalanas. En concreto, ampliará un carril en algunas vías interurbanas con el objetivo de reducir la siniestralidad.

Se trata del plan 2+1 anunciado este martes por la portavoz del Govern y consellera de Territorio, Sílvia Paneque. El programa "persigue mejorar la seguridad y disminuir la mortalidad vinculada a los choques frontales", ha dicho.

Concretamente, esperan poder reducir en un 20% la cantidad de personas que pierden la vida en las carreteras catalanas tras incluir un tercer carril reversible en el centro de la vía, que pueda cambiar de dirección en función de las necesidades del tráfico.

660 millones de euros

El objetivo del Ejecutivo de Illa es la "modernización de la red viaria"; específicamente, de las carreteras que, por ahora, solo cuentan con un carril en cada sentido.

En total, el Govern prevé incidir en 425 kilómetros, el 7% de los tramos de vía titularidad de la Generalitat que concentra mayor tráfico, siniestralidad y mortalidad.

Asimismo, también se instalarán bandas rugosas en 700 kilómetros de carreteras para prevenir los accidentes por distracción del conductor.

Los estudios previos a la puesta en marcha los empezó el Gobierno de Pere Aragonès en la anterior legislatura y el plan prevé la movilización de 660 millones de euros hasta 2030.

Inspirado en Suecia

El sistema está inspirado en países pioneros en seguridad viaria, como Suecia, y facilita los adelantamientos con mejores condiciones de seguridad y disminuye el riesgo de choques frontales.

Este tipo de modelo de carreteras (2+1) ya se ha aplicado en tramos de la C-55, la C-16, y la C-58, con resultados satisfactorios.

80 víctimas anuales

Paneque ha reconocido que, "hasta 2010, se había logrado disminuir" de una manera notable "la cantidad de personas que perdían la vida en choques frontales", pero que, desde entonces "no se ha conseguido bajar de las 80 víctimas anuales".

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