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El padre de la lucha contra las drogas en Cataluña se jubilará próximamente. Lo hará con una trayectoria titánica, que ha resistido a Governs de todas las tendencias políticas, y con un éxito en el zurrón. Joan Colom ha apadrinado antes de retirarse la prescripción social, que busca recortar el consumo de fármacos y de la que ya se han beneficiado 30.000 catalanes en un año

El Departamento catalán de Salud ha confirmado que hasta 29.047 personas se han beneficiado del llamado Programa de Prescripción Social y Salud (PPSS), que busca "combatir el aislamiento social, el malestar emocional y la medicalización innecesaria". 

Se trata, en puridad, de prescribir medidas alternativas al paciente desde su ambulatorio de confianza. Actividades como deporte, cultura, asociacionismo o naturaleza que -esta vez- las prescribe el médico como método de curación. 

Funciona

Y volver a lo básico funciona. De los 29.000 beneficiados -un 16% más que el año anterior-, un 64% declara que la orden de su médico de cabecera "ha beneficiado su bienestar emocional".

Cuatro de cada diez (41%) se sienten más acompañadas, reduciendo la soledad y el aislamiento social, puerta de entrada de patologías de diversa índole. 

Joan Colom, en una entrevista en el Departamento de Salud Cedida / @salutcat

De teatro a 'mindfulness'

¿En qué consiste el programa? Supone que hasta 1.000 facultativos del Departamento de Salud -sólo 250 este mismo trimestre- se han formado para exigir a sus pacientes que se mediquen menos y prueben actividades que les beneficien. 

Entre otras, figuran talleres de arte, teatro, lectura, escritura y música; caminatas, yoga o gimnasia y natación; salidas a parques, bosques, huertos o voluntariado ambiental; mindfulness -plena conciencia- o gestión del estrés y apoyo emocional. 

Otras opciones son la participación en voluntariado, grupos de apoyo y espacios para reducir la desigualdad. 

Menos medicación

Desde la consejería que pilota Olga Pané recuerdan que la llamada prescripción social busca "evitar la medicalización innecesaria" del paciente, entre otros objetivos.

Ello entronca con los programas internacionales en la materia que se dirigen, sobre todo, desde la National Academy for Social Prescribing de Reino Unido. 

La última revolución de Joan Colom

En cualquier caso, la iniciativa es la última revolución de Joan Colom, el subdirector general de Drogodependencias de la Generalitat desde 2004. Este alto cargo lleva desde 1982 en la Consejería de Salud: acumula 43 años de combate contra las drogas y adicciones de todo tipo. 

Ahora, Colom -licenciado en Medicina por la UAB y también directivo de la Agencia de Salud Pública de Cataluña- se jubila. Pasará a la reserva el próximo 2 de abril, aunque lo hará con todos los programas antiadicciones en marcha -su subdirección general incluye ahora Adicciones, VIH, ITS y Hepatitis Víricas- y con la prescripción social navegando a toda vela. 

De hecho, Salud prevé que el proyecto antimedicalización llegue a 5.500 profesionales. Por el momento, se ha extendido al 90% de áreas básicas de salud (ABS) de toda Cataluña. 

Diez 'consellers' de CiU, ERC y PSC

Se trata, pues, de la obra inacabada de Colom, que abraza el descanso tras una carrera laboral que le ha llevado a sobrevivir a diez consellers de Salud distintos: Josep Laporte, Xavier Trias, Eduard Rius, Xavier Pomés, Marina Geli, Boi Ruiz, Toni Comín, Alba Vergés, Josep Maria Argimon, Manel Balcells y Olga Pané, la actual titular. 

El paso de políticos de CiU, ERC o PSC no ha alterado, pues, su trayectoria, siempre centrada en el mismo ámbito. Al contrario, el experto ha entrado en diversas instancias del Plan Nacional sobre Drogas (PND) para planificar las políticas ministeriales contra las adicciones, a colaborar con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a contribuir en el Máster sobre Dependencias de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), entre otros. 

Olga Pané, consejera catalana de Salud, en el Parlament Europa Press

Del 'caballo' al 'chemsex'

Es una de las voces más escuchadas en la lucha contra el VIH, el virus que causa el sida, y la pelea contra las drogas.

No en vano, ha vivido el periodo que ha abarcado desde el auge de la heroína, en los años 80, a la actual amenaza del fentanilo, la marihuana o el chemsex, en los 2020. Sin olvidarse del alcohol, sustancia que el alto cargo siempre cita, por si a alguien se le olvidara.