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Junts per Ripoll descarta ahora apoyar la moción de censura contra la alcaldesa de la localidad, Sílvia Orriols, de Aliança Catalana. Tras varias semanas de negociación con los partidos de la oposición, la formación liderada por el dos veces prófugo Carles Puigdemont la tacha de "inviable".

Junts asegura que la moción "aumentaría el victimismo" de la líder de la formación de extrema derecha independentista. Además, asegura que la forma de derrotar a Orriols "no es en los despachos, sino en las urnas".

Incorporación del PSC en el gobierno

Según el partido de Carles Puigdemont, "no es viable sustituir un gobierno en minoría por otro gobierno en minoría, porque existe el riesgo de que la ciudadanía crea que se trata de un simple cambio de sillas".

Precisamente el anuncio llega un día después de que los socialistas aceptasen entrar en el gobierno de Ripoll para facilitar la moción de censura y desbancar a Orriols de la alcaldía.

Una decisión de la "cúpula" de Junts

Por su parte, republicanos y cupaires piden a Junts que no se deje llevar por una estrategia hecha desde la cúpula del partido.

"Consideramos que las cuestiones de Ripoll se deben tratar desde la autonomía local, pedimos que se decidan si están del lado de la extrema derecha o la democracia", ha trasladado el diputado de ERC, Jordi Albert.

Laia Estrada (CUP) ha ido más allá y ha exigido a Junts que no interpongan "intereses partidistas" al "beneficio del país y municipal".

Pacto a tres

Después de fracasar en su intento de aprobar los presupuestos de 2025, Orriols se sometió a una cuestión de confianza, que perdió. A partir de entonces, se abrió un plazo de 30 días para que los partidos de la oposición conformasen un gobierno alternativo con mayoría suficiente como para forzar el relevo del equipo actual.

Si bien Junts y ERC pactaron formar un equipo de gobierno, la intención del PSC era apoyar la operación, pero quedarse en la oposición. Su cambio de postura respondía a las presiones de Junts y ERC.

Este martes estaba prevista una nueva reunión entre los grupos de la oposición para definir los detalles del acuerdo. La CUP había reconocido que estaba dispuesta a sumarse al proyecto para garantizar una mayoría absoluta.

No dan los números

Sin embargo, con la negativa de Junts se da el debate por cerrado y se frustra la mayoría que haría posible la moción: Junts (tres), ERC (tres) y PSC (dos) sumaban ocho concejales frente a los seis de Aliança Catalana, el partido de la alcaldesa, mientras que la CUP cuenta con dos y Som-hi Ripoll, con uno.

En caso de que la moción de censura no prospere, la líder de Aliança Catalana saldrá reforzada y los presupuestos quedarán aprobados de manera automática.

Cordón sanitario

Aliança Catalana ganó las elecciones municipales de 2023. Desde entonces, Orriols no lo ha tenido nada fácil. Desde su entrada en el consistorio, la oposición le ha querido cerrar el paso. Y, en ese momento, Junts también dio que hablar.

La expresidente del partido Laura Borràs defendía entonces que debía gobernar la lista más votada, pero su postura quedó en minoría frente a la cúpula de su formación, que decidió apoyar finalmente el cordón sanitario a Orriols junto con ERC, PSC y la CUP.

Un cordón sanitario fracasado, porque la división entre el resto de partidos favoreció la lista más votada, la de Aliança Catalana, en ausencia de una mayoría alternativa articulada por la oposición.

Apoyo del Govern

Este mismo martes, el Govern (PSC) ha subrayado la "legitimidad" que tendría una eventual moción censura contra la alcaldesa de Ripoll. 

En la rueda de prensa semanal posterior a la reunión del Consell Executiu, la consellera y portavoz, Sílvia Paneque, ha mostrado su apoyo a las "fuerzas políticas con discursos dentro del marco democrático" y alejados de "discursos xenófobos" y ha recalcado que el Govern está a favor de "apartar estas ideologías de las instituciones".