Parece que Cataluña haya retrocedido en el tiempo. El regreso de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras al frente de sus respectivos partidos es un flashback del procés. Aunque con una diferencia. El independentismo ha tocado fondo.
En este segundo asalto, Puigdemont y Junqueras tienen como reto recuperar el apoyo del votante independentista decepcionado. A la par, ambos líderes buscan su propia fórmula para ampliar su base electoral.
Junts, cada vez más liberal
En el caso de Puigdemont, con un retorno cada vez más desacomplejado a la tradición liberal de Convergència en materia económica. Prueba de ello han sido las últimas votaciones de JxCat en el Congreso.
Por lo que respecta a ERC, la propuesta de Junqueras pasa por ser un catch-all party de centro-izquierda para no quedarse fuera de la carrera por la Generalitat en futuros comicios.
Fuga de votos a Aliança Catalana
Mientras, en el flanco nacionalista catalán, la extrema derecha de Sílvia Orriols se regodea ante los últimos datos demoscópicos. Según el último Barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), hasta un 5% del electorado actual de Junts se iría a Aliança Catalana.
Según el CIS catalán, la extrema derecha nacionalista de Orriols es el partido que más crece, que pasaría de los dos diputados actuales a siete en caso de convocarse elecciones.
Orriols se relame
Según fuentes del partido, Aliança Catalana se alimenta del descontento generalizado con los partidos tradicionales del independentismo y se erije como "la alternativa independentista real". En este sentido, son optimistas con el regreso de Junqueras y Puigdemont. Creen que su retorno alimentará aún más a su formación.
¿Por qué crece Aliança Catalana?
Xavier Rius Sants, periodista especializado en ultraderecha, señala que el partido de Sílvia Orriols podría ser visto como una opción de "voto protesta" para aquellos ciudadanos que se sienten traicionados por Junts y ERC.
"Si Junqueras y Puigdemont continúan siendo los líderes de su partido, el mismo que en 2017 les engañó, hará que mucha gente que los votó en su momento no se los crean ahora", señala a Crónica Global.
Simplicidad del discurso
Josep Vicenç Mestre, politólogo e historiador de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), considera que la formación de Orriols se presenta como un partido "que propone soluciones directas y fáciles a problemas complejos". Este tipo de discurso, que "reduce la realidad política a un esquema de blanco o negro", tiene un atractivo inicial para muchos votantes desilusionados con los recientes fracasos electorales.
Una opinión que también comparte Rius. El hecho de que Orriols haya sabido capitalizar el malestar general, además de la "falta de autocrítica" en los partidos independentistas, le ha permitido ganar visibilidad, algo que podría traducirse en un incremento de diputados en las próximas elecciones.
¿Crecimiento fugaz o sostenido?
Sin embargo, si bien esta desconfianza podría dar alas a Aliança, el reto estará en mantenerse. Y aquí reside lo complicado. Según Mestre, Aliança Catalana "simplifica en exceso" y su propuesta "no ofrece soluciones realistas para los problemas políticos y sociales de Cataluña".
El populismo tiene un atractivo inmediato, pero a largo plazo, la falta de un programa claro y la imposibilidad de cumplir promesas concretas podrían jugar en contra del partido de Orriols, según explica el politólogo.
"Llega un momento en que debes explicar cómo materializarás tus propuestas. Y cuando defiendes blanco o negro en un mundo lleno de grises, es muy complicado. Cuando se tengan que posicionar en temas más complejos, el discurso de Aliança se diluirá", detalla Mestre.
Podemos y la CUP, ejemplos claros
El politólogo pone como ejemplo el caso de Podemos. La formación creció como la espuma entre los años 2011 y 2015 con su discurso contra "la casta política". Un discurso que desacreditaba los políticos.
"Orriols hace lo mismo. Pero cuando desacreditas la política estando en política, entras en contradicción", señala Mestre a Crónica Global. El politólogo remarca que, por mucho que se incrementen sus resultados, si no se cumple con las promesas pasas a ser "otro partido más".
Otro caso de la política reciente es la CUP. Los antisistema pasaron de tres a 10 diputados en 2015.
"Fue una operación política simple, de independencia o nada. Pero con el tiempo, la realidad se impone y te das cuenta de que es mucho más complejo. Prueba de ello es que la CUP tiene ahora cuatro diputados", explica Mestre.
¿Conseguirá Aliança mantenerse?
Según el politólogo, esto demuestra cómo los partidos que apuestan por un discurso más radical y simplista pueden tener un auge inicial, pero también corren el riesgo de ver cómo su apoyo se disuelve una vez que se enfrentan a la realidad política. La ciudadanía, para Mestre, "es más inteligente de lo que solemos pensar".