Puigdemont tensa la cuerda en Madrid ante su irrelevancia en Cataluña
- El líder de Junts en Cataluña anuncia una moción de confianza al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por "incumplir" sus acuerdos en plena negociación por los presupuestos generales
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Una cuestión de confianza. Es la última bala que le queda a Carles Puigdemont para marcar perfil propio tras el fracaso del procés, la pérdida de apoyos del independentismo y su escasa influencia en Cataluña, donde Junts no tiene capacidad de decisión en el Govern.
En este escenario, el líder de Junts per Catalunya ha anunciado que su partido ha registrado una petición para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se someta a una votación para validar su apoyo mayoritario en el hemiciclo. ¿La razón? Los "incumplimientos" del PSOE con la formación en este último año.
Amnistía, catalán e inmigración
Más en detalle, esos "incumplimientos" son, según Puigdemont, el traspaso de las competencias en inmigración a Cataluña, el uso del catalán en las instituciones europeas y una ley de amnistía hecha a su medida... pero de la que no se beneficia por estar acusado de malversación, un supuesto que los jueces dejan al margen de la norma.
De todos modos, la moción de confianza sólo la puede presentar el propio presidente del Gobierno. Una decisión que desde el Ejecutivo ya han rechazado. Así, el anuncio de Puigdemont no es tanto una amenaza real, sino una necesidad de atención ante su irrelevancia política en Cataluña.
Promesas incumplidas
Durante los últimos meses, la figura de Puigdemont ha sido cuestionada. El líder de Junts planteó las pasadas elecciones autonómicas como un plebiscito sobre su persona: Puigdemont sí, Puigdemont no. Incluso aseguró que abandonaría la primera política en caso de no ser presidente. Una promesa incumplida.
Tras la victoria de los socialistas y la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat, Puigdemont descartó ser el líder de la oposición en Cataluña. Un puesto que los neoconvergentes dejarán vacante para insistir en su enfrentamiento permanente al Govern del PSC.
Así, el organizador del referéndum del 1 de octubre --doblemente fugado tras su huida de Barcelona el pasado 8 de agosto-- prometió dejar la primera línea política, pero revalidó su liderazgo en el partido en el congreso celebrado en octubre en Calella.
El Consell de la República, bajo mínimos
Esto sucede mientras que el Consell de la República, la entidad privada con la que Puigdemont pretendía continuar con el proceso independentista desde Bélgica, se desmonta.
El líder de Junts dimitió tras recuperar el mando de Junts y, con él, sus colaboradores. Este fin de semana también se desentendía de la entidad Poble Lliure, una de las principales organizaciones que integran la CUP.
Este vacío de poder coincidió, curiosamente, con las acusaciones contra Toni Comín, hombre de confianza de Puigdemont y vicepresidente de la entidad, por posible uso indebido de dinero.
Críticas desde Cataluña
Sea como sea, el anuncio de la cuestión de confianza ha sacudido la política nacional y la catalana. Las reacciones no se han hecho esperar.
El diputado de ERC Gabriel Rufián ha señalado esta decisión como la necesidad que manifiesta Puigdemont "cada cierto tiempo de atención mediática" o, en caso contrario, de "muerte política".
Desde las filas republicanas también se ha pronunciado Oriol Junqueras. El exvicepresidente del Govern, centrado en el congreso de este sábado para decidir la nueva cúpula del partido, ha rechazado la moción porque "no tienen ningún interés ni urgencia para que gobierne el PP con Vox".
A su vez, Junqueras ha asegurado que ERC tendrá "toda la exigencia para que el PSOE cumpla sus compromisos".
PSC: "Error"
Los Comuns, socio de investidura del PSC en Cataluña, ha pedido a Junts que "no le haga el juego a la extrema derecha" con iniciativas como esta. Según su portavoz, Aina Vidal, "no hay que aprovechar la situación actual para hacer partidismo" porque lo que los ciudadanos necesitan "es impulsar nuevas políticas públicas".
Por su parte, el PSC ve como un "error" la moción de confianza porque genera "inestabilidad".
La portavoz socialista, Lluïsa Moret, ha dicho "no entender" el anuncio del expresidente catalán: "No entendemos por qué. Hay un espacio estable de relación, diálogo y negociaciones entre el PSOE y Junts, y un esfuerzo muy importante del Govern para desarrollar e implementar los acuerdos".
El PP tampoco se lo cree
Ni los populares coinciden con esta decisión. El líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, ha asegurado en sus redes sociales que el "termómetro real" de Puigdemont con Sánchez serán "los presupuestos, no una petición de moción de confianza para disimular".
En este sentido, el anuncio de la cuestión de confianza se enmarca bajo las negociaciones por los presupuestos generales para encarrilar la legislatura, en la que Junts es imprescindible.