Carles Puigdemont se borra de liderar la oposición al Govern en el Parlament. El expresidente de la Generalitat renuncia a ejercer el papel que le correspondería tras quedar segundo en las elecciones del 12 de mayo -en las que se impuso el PSC- y Junts per Catalunya, lejos de solventar esta situación, dejará el puesto vacante.

El líder moral del partido ha anunciado su decisión este jueves ante el grupo parlamentario del partido en unas jornadas de trabajo en Waterloo, Bélgica, donde aún reside tras el fracaso de la aplicación de la Ley de Amnistía, hoy en el tejado del Tribunal Constitucional.

"Respeto"

Según han explicado fuentes conocedoras de la formación a Europa Press, Puigdemont ha justificado su decisión por "respeto" a su condición de expresident. En su opinión, un expresidente de la Generalitat no debe volver al Parlament para cumplir con esta función, que recae sobre el líder de la segunda formación con más escaños.

El exalcalde de Girona -que concurrió en los comicios como cabeza de cartel- animó ayer a los suyos a "salir de los cuarteles de invierno, a la ofensiva" para "denunciar cualquier deriva sectaria del Govern" de Salvador Illa. Le acusa de no gobernar para "todos los catalanes" y de no tratar con "ecuanimidad" a su formación.

Así, el organizador del referéndum del 1 de octubre -doblemente fugado tras su huida de Barcelona el pasado 8 de agosto- ha confirmado lo que anunció en campaña electoral: que no se quedaría en la oposición si no lograba la presidencia del Ejecutivo catalán. No obstante, también prometió dejar la primera línea política, pero se postula a presidir Junts a partir del congreso que el partido celebrará el 25, 26 y 27 de octubre en Calella.

Junts deja al Parlament sin líder de la oposición

Sobre el futuro del puesto de líder de la oposición, los neoconvergentes han confirmado que lo dejarán vacante. Se trata de un movimiento que mantendrán "de momento" -ha avanzado Ser Catalunya- para insistir en su enfrentamiento permanente al Govern del PSC.

El presidente del grupo parlamentario ya se encargó de dejar clara esta estrategia en el primer pleno del Parlament el 5 de septiembre. A pesar de la mano tendida de Salvador Illa, Albert Batet se atrincheró, con ataques personales al president y a sus primeras decisiones al frente del Ejecutivo.

El presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet, durante el debate del pleno de investidura, en el Parlament de Cataluña Kike Rincón / Europa Press

Precisamente, la figura del jefe de la oposición se encarga de fiscalizar la acción del Govern y de garantizar una oposición constructiva por parte de la Cámara y por el bien de la región. Además, debe ser oficializada por el jefe del Parlament que, en este caso, es Josep Rull, también de Junts.

"Que Illa no tenga un Govern fuerte es un mal para el país, pero también una oportunidad", dijo ayer un Puigdemont que hoy renuncia a construir desde la bancada del Parlament.