El Govern de Illa arranca el curso político ante un independentismo sin líderes fuertes
Tanto Junts como ERC están actualmente enfocados en asuntos internos, ya que ambos partidos celebrarán sus congresos en octubre o noviembre, lo que dará al 'president' un respiro temporal
28 agosto, 2024 00:00Noticias relacionadas
Adiós a las vacaciones de verano. Con ello, el nuevo Govern, encabezado por Salvador Illa, se pone en marcha. Tras la primera reunión del Consell Executiu, el president de la Generalitat y su equipo de consellers inician el curso político con una agenda cargada de retos en diversas áreas clave como la seguridad, el inicio del curso escolar, la sequía y la crucial cuestión de la financiación singular. Unos desafíos que se acabarán de definir este fin de semana en Poblet (Tarragona).
El tema de la financiación es especialmente importante, y la consejería dirigida por Alicia Romero jugará un papel fundamental. Se trata de un asunto sensible en el acuerdo entre el PSC y Esquerra Republicana, que permitió la investidura de Illa como president.
Sin embargo, los términos de este pacto son ambiguos. Mientras que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dejado claro que Cataluña no tendrá un concierto económico como el de País Vasco y Navarra, desde la Generalitat se evita dar detalles, aunque se insiste en que se cumplirá con lo acordado al 100%.
Los equilibrios que deberá ejercer Illa
El éxito de Illa depende de su habilidad para gestionar estas cuestiones. Con un gobierno en minoría, los socialistas catalanes deben mantener un delicado equilibrio entre no ceder a las demandas de los independentistas y cumplir con los compromisos adquiridos con los Comunes y, especialmente, con ERC. Estos dos partidos son cruciales para garantizar la estabilidad del Govern en los próximos meses.
La oposición, por su parte, no será complaciente. Junts buscará debilitar al PSC, pero también socavar a Esquerra Republicana, culpándolos por cada decisión del Gobierno debido al apoyo brindado a Illa durante su investidura.
Un respiro temporal
No obstante, tanto Junts como ERC están actualmente enfocados en asuntos internos, ya que ambos partidos celebrarán sus congresos en octubre o noviembre, lo que dará al president un respiro temporal tras semanas de vorágine política y parlamentaria.
Además, la Diada será un evento clave para los partidos independentistas, especialmente para los republicanos, que deberán encontrar una estrategia para evitar ser etiquetados como traidores por parte de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), liderada entre bambalinas por Carles Puigdemont, quien sigue siendo una figura influyente y que planea dirigir un gobierno en la sombra para fiscalizar al Ejecutivo de Illa.
Una vez pasada esa fecha clave para el independentismo y definidos los liderazgos en ERC y Junts, se abrirá una nueva etapa política en Cataluña, marcada por la incertidumbre sobre el papel que jugará Puigdemont, cómo se relacionará ERC con sus obligados socios del PSC y cómo de estable será el Gobierno de Salvador Illa.