Oriol Junqueras y Marta Rovira se abrazan tras el regreso de esta a Cataluña tras seis años en Suiza

Oriol Junqueras y Marta Rovira se abrazan tras el regreso de esta a Cataluña tras seis años en Suiza GLÒRIA SÁNCHEZ EUROPA PRESS

Política

Junqueras reabre la guerra con Rovira al anunciar que vigilará el pacto que ella ha cerrado con el PSC

El republicano muestra su cara más escéptica con el acuerdo dentro de su estrategia por recuperar el control del partido en noviembre

1 agosto, 2024 00:00

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Se acabó la tregua en el seno de ERC. No hay más abrazos de cara a la galería. Oriol Junqueras ha roto su silencio para ponerle pimienta al pacto alcanzado por la cúpula de su partido, liderado hoy por Marta Rovira, y el PSC a cambio de la investidura del socialista Salvador Illa, el hombre que “aplaudía cada día” su paso “por la cárcel”.

Llevaba días desaparecido. Se ha mantenido al margen de las negociaciones con el PSC, que dejó en manos de la dirección, de la que dimitió tras las elecciones europeas precisamente para no salir en la fotografía del apretón de manos con Illa, el único flotador al que agarrarse tras el batacazo electoral del 12M. Pero ya anunció que pretende recuperar la presidencia en el congreso de noviembre. Y se está armando.

Varios frentes abiertos

Por el momento, está recabando apoyos y mantiene intacta su fuerza. Así lo demuestra el reciente manifiesto de más de 2.000 firmantes que apuestan por su regreso, frente a la corriente encabezada por Marta Rovira, que defiende la renovación de cargos tras la fuga de votos sufrida en las convocatorias electorales más recientes, en especial la de mayo. De modo que Junqueras va erosionando toda voz discrepante con su idea de partido.

La portavoz de ERC, Raquel Sans, durante la presentación del acuerdo con el PSC

La portavoz de ERC, Raquel Sans, durante la presentación del acuerdo con el PSC Lorena Sopêna - Europa Press

En este complejo escenario que vive ERC, que se ha quedado sin margen de maniobra, y en el que ha salido a flote toda la basura que guardaba –la división entre distintas facciones y los actos contra los Maragall y el mismo Junqueras ideados desde dentro–, hay que situar el último mensaje del expresidente de los republicanos: un marcaje a Rovira –con la que formaba tándem desde 2011– y con la afirmación de que, con él a los mandos, el partido enderezará el rumbo, recuperará la senda hacia la independencia y tendrá el Govern y el Gobierno cogidos por el mango: si incumplen, los dejará caer.

Se negaba a pactar con el PSC

Junqueras no tiene interés en la repetición electoral, pues es consciente de que el partido está en una dinámica muy negativa en las urnas y, además, esa cita con los votantes sería en octubre, antes de su toma de control del partido. Pero el tuit del republicano tras días de silencio es significativo, en tanto que no solo se desmarca del pacto con el PSC, sino que tampoco pide que la militancia lo suscriba –las bases “decidirán lo mejor para el país”– y se suma a las “dudas” que genera el acuerdo con los socialistas de Cataluña y de Madrid.

No hay que olvidar lo que pensaba Junqueras del PSC tras salir de la cárcel en 2021: “El PSC aplaude cada día que nosotros estemos en la cárcel. El otro día oí que el ministro Illa decía que no aceptará los votos de Vox porque Vox quiere meterle en la cárcel. Pues imagínese si yo voy a aceptar los votos del PSC que se manifestó al lado de la extrema derecha en octubre de 2017, que aprobó el 155 y que aplaude nuestra cárcel”.

La militancia, dividida

En otras palabras, Junqueras ha respondido sin mucho entusiasmo a la invitación del partido, 24 horas antes, de sumarse al acuerdo, ya desdeñado por Junts y sus satélites. Es más, su reflexión no ayuda en nada a Rovira, que se está esforzando por convencer a las bases de que el pacto por la independencia fiscal y el mayor blindaje del catalán es positivo y creíble.

Por el momento, hay muchas voces críticas con todo lo que está sucediendo en ERC, y el resultado de la votación de la militancia, que será vinculante, se prevé muy ajustado.