Marta Ferrusola (Barcelona, 28 de junio de 1935), esposa del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, ha fallecido este lunes por la tarde a los 89 años, en su casa, a causa de una neumonía y tras una larga enfermedad.

Residía en Queralbs (Girona) y su estado de salud se había deteriorado en los últimos años; en 2018 fue diagnosticada de alzhéimer, una enfermedad que le impidió declarar en 2021 en la causa judicial contra el clan Pujol. Llevaba retirada de la vida pública desde que le detectaron el trastorno neurológico.

El clan Pujol

De hecho, fruto de su deteriorado estado de salud, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz archivó las actuaciones contra Ferrusola en esa causa contra el clan, que todavía está pendiente de juicio 12 años después del inicio de la investigación contra ellos por fraude fiscal y blanqueo de capitales.

El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, y su esposa, Marta Ferrusola / EP

Antes de su demencia, en 2014 negó saber nada acerca de las cuentas bancarias de la familia fuera de España, aunque ella misma se llamaba "madre superiora" en clave para ordenar traspasos a cuentas andorranas; además, hablaba de "misales" para referirse a los millones, y de "capellán" para aludir al primogénito, Jordi Pujol júnior.

Familia trabajadora

Ferrusola, la mayor de tres hermanos, nació en el seno de una familia trabajadora de Barcelona, pues su padre era dependiente de una tienda de ropa para hombres, denominada Paños Ramos, aunque con el tiempo se estableció por su cuenta. 

Persona de profundas creencias católicas --conoció a Pujol en 1954 a través de la hermana de este, Maria Pujol, que fue compañera suya en la Confraria Virtèlia, una agrupación religiosa que reunía a jóvenes católicos de convicciones nacionalistas y que eran aficionados al montañismo--, siempre se le atribuyó gran influencia sobre su marido, con quien se casó en 1956 en Montserrat. Fruto de la unión nacieron siete hijos: Jordi, Marta, Josep, Pere, Oriol, Mireia y Oleguer.

'Primera dama'

En especial, influyó sobre él en los 23 años de mandato (1980-2003) de este al frente de la Generalitat. En ese periodo, desempeñó cargos simbólicos en fundaciones y entidades benéficas. Y su opinión llegaba a contar para la elección o cese de los consellers del Govern.

Antes ya se había implicado en las actividades políticas de su marido contra la dictadura franquista y llegó a mecanografiar octavillas contra el régimen. También participó en la fundación de CDC, partido del que fue responsable de su sección deportiva.

Contra los homosexuales y los inmigrantes

Además de ejercer como ama de casa, se hizo empresaria y en 1990 creó con Núria Claverol, esposa de Carles Sumarroca, amigo personal de Jordi Pujol, la empresa de jardinería Hidroplant, que acaparó contratos de organismos de la Generalitat y fue también elegida para replantar el césped del Camp Nou, unas contratas que levantaron suspicacias.

Algunas de sus opiniones públicas crearon fuertes polémicas, como cuando en 1984 declaró en TV3 que la homosexualidad le parecía "un defecto, una tara, un vicio o todo a la vez", o cuando en 2001 consideró que los inmigrantes castellanoparlantes y de origen musulmán suponían una amenaza para la sociedad catalana.