La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, en el Círculo de Economía
Isabel Rodríguez
Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, acierta al defender que la colaboración público-privada es necesaria para impulsar el parque de vivienda pública, una de las grandes carencias tanto de Cataluña como de Barcelona y su zona de influencia en general. Pero se equivoca, en cambio, en su intento de defender los índices de precios del alquiler impulsados por el Gobierno, pues sus resultados han acabado siendo contraproducentes.
Empecinarse en no ver los efectos negativos que esas limitaciones han tenido en el sector -entre ellos, la reducción de la oferta de vivienda- es un error. Y está en su mano rectificar y corregirlo. Porque el planteamiento de la norma de su ministerio ha ahogado al sector y, en consecuencia, ha contribuido a subir el precio del inmobiliario por esa falta de activos.
En definitiva, la dirigente socialista no convenció en su visita de ayer al Cercle de Economía. De hecho, recurrir a argumentos tales como que "la retirada de viviendas del mercado del alquiler no es exclusiva de la vigencia" de la Ley de vivienda, porque ya se venía produciendo con anterioridad, no es más que otra muestra más de que su ley no funciona.
