El candidato del PSC a las elecciones catalanas, Salvador Illa, mantiene abierta la posibilidad de pactar con Junts per Catalunya después de los comicios del próximo domingo. El dirigente socialista volvió a dejar abierta la posibilidad de llegar a acuerdos con el partido del fugado Carles Puigdemont en el debate de este lunes en La Sexta. Una deliberación marcada por la crispación y los reproches mutuos entre las diferentes formaciones que se presentan: en especial, desde PP, Ciutadans, Vox y En Comú Podem hacia el PSC, y entre las formaciones secesionistas entre sí.
Illa respondió de este modo al ser preguntado de forma explícita si está dispuesto a pactar con Junts tras las elecciones: "Vamos a dejar que hablen los catalanes en primer lugar y luego hablaremos entre todos", manifestó, poniendo como única "línea roja" negociar con "la ultraderecha", identificando como tal a Aliança Catalana y Vox. "Cataluña está en un lado y la extrema derecha, en otro", añadió, dando por sentado además que se presentará a la investidura.
El dirigente socialista enfatizó que, en esta legislatura, ha habido una mayoría independentista "que no ha funcionado" y expresó su propósito de "pasar página" a "una década perdida", dejando atras la "inestabilidad" de los sucesivos gobiernos ERC o Junts, aunque sin descartar pactos con ambos.
Aragonès (ERC) presume de la amnistía y da por hecho el referéndum
A su vez, el candidato de ERC, Pere Aragonès, tampoco concretó si apoyará a Illa en caso de necesitar sus votos para ser presidente. Eso sí, presumió de las cesiones obtenidas por parte del los socialistas desde el Gobierno en los últimos años: en especial, los indultos, la amnistía y la derogación del delito de sedición por el cual fueron condenados los líderes del procés. Razones que le llevan a concluir que, tras el 12 de mayo, será posible negociar con ellos un referéndum secesionista.
"Conseguimos ese consenso con la amnistía y seguiremos el camino hacia el referéndum acordado, una nueva financiación singular para Cataluña, reforzar el catalán y el Estado del bienestar", manifestó el actual presidente de la Generalitat.
En este sentido, el número tres de Junts, Josep Rull, presumió de la dependencia del Gobierno de PSOE y Sumar de los votos de los secesionistas: "En el Congreso hay una posición que nos permite avanzar a los independentistas en autogobierno y democracia. Sería lamentable desaprovecharlo”, dijo, y apeló a ERC y la CUP a recuperar la "unidad" del 1-O.
PP y Cs acusan a Illa de "mentir"
Estas cuestiones también fueran subrayadas por formaciones constitucionalistas como PP, Cs y Vox, que coincidieron con Aragonès -aunque desde la óptica contraria- en que el Gobierno de Pedro Sánchez, y el PSC de Illa, acabarán aceptando la celebración de dicho referéndum.
En este sentido, el líder de los populares catalanes, Alejandro Fernández, vio inviable pactar un gobierno con los socialistas, al considerar que "Illa lo descartó" en los últimos días. A su juicio, éste ya "ha tomado partido y sus socios preferentes son Puigdemont y Aragonès". "Juró que nunca apoyaría al separatismo ni la amnistía, no le cuenta la verdad ni al médico”, añadió.
Fernández: "Illa hará lo que le ordene Sánchez"
A juicio del candidato del PP, Illa "hará lo que le ordene" el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), cuya continuidad al frente de La Moncloa depende de los partidos secesionistas. Y le reprochó que, con estos pactos, los socialistas no sólo no han contribuido a mejorar la convivencia en Cataluña, sino que han "resucitado a ERC y Junts", después de que éstos perdieran cientos de miles de votos en las municipales y generales del año pasado.
Por su parte, el candidato de Vox, Ignacio Garriga, consideró al PSC "un partido separatista más" tras haber apoyado los Presupuestos de la Generalitat en los dos últimos años. Y atribuyó a Illa ser "responsable de la exclusión del castellano" como lengua vehicular en la enseñanza, al haber apoyado junto a ERC, Junts, los Comuns y la CUP la ley que impide aplicar la sentencia del mínimo de 25% de clases en español en todo el sistema educativo.
Críticas por la mala gestión de la sequía
Asimismo, los candidatos a PP, Cs y Vox atribuyeron la actual crisis hídrica que padece Cataluña a la falta de inversiones realizadas durante más de una década de procés, como la ausencia de mantenimiento de las infraestructuras, que da lugar a importantes fugas de agua, o de construcción de plantas desalinizadoras.
En este sentido, desde Fernández y Garriga se mostraron partidarios de llevar a cabo estas obras, además de otras como las interconexiones con el Ebro.
'Dardos' de Comuns Sumar a PSC y ERC
Por su parte, la candidata de Comuns Sumar, Jéssica Albiach, expresó su deseo de contribuir a formar un gobierno "progresista" centrado, según ella, en cuestiones como la vivienda y los servicios públicos, descartando llegar a cualquier acuerdo con Junts, a diferencia de Illa, enfatizó.
Este reproche llevó al candidato socialista a recordar que los comuns sí apoyaron unos Presupuestos de los posconvergentes en un pasado reciente: "El PSC todavía no ha votado ningún presupuesto a Junts, como hicieron ustedes con Quim Torra y otras ocasiones", le espetó.
Desde la CUP, la candidata Laure Vega acusó al PSC de ser "la filial más de derechas del PSOE junto con Junts", recriminándole a Illa y su partido su apoyo a proyectos como la ampliación del aeropuerto de El Prat, el macrocomplejo de ocio Hard Rock de Tarragona o la construcción de la autovía B-40. Unas obras que tanto Vega como Albiach consideran contraproducentes en la lucha contra la sequía y el cambio climático.
Presión tributaria
Por lo que respecta a la presión fiscal, los candidatos de PP, Cs y Vox, lamentaron que Cataluña sea la autonomía que ha creado más impuestos propios -15 en total- y se mostraron partidarios de eliminarlos y de aplicar rebajas. Algo que consideran factible por el elevado gasto identitario de la Generalitat en cuestiones como por ejemplo TV3 o sus embajadas políticas en el extranjero, entre otros.
Así, Fernández apuntó que, si los catalanes dan su confianza al PP el próximo domingo, suprimirá el impuesto de sucesiones, el impuesto de patrimonio y el de CO2, y bajará todos los tramos del IRPF.
Los secesionistas se escudan en un supuesto "déficit fiscal"
Por su parte, desde ERC y Junts atribuyeron esta situación al supuesto "déficit fiscal" que el conjunto de España tiene, según ellos, respecto a Cataluña, y que estiman en 22.000 millones de euros anuales.
"No se tiene que recortar de nada, lo que se tiene que recuperar son los recursos que se van y no regresan", manifestó en este sentido el posconvergente Rull, según el cual de ese dinero se acaba beneficiando la Comunidad de Madrid.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, por su parte, considera "crucial" su propuesta de "financiación singular" para Cataluña.
"Son de la escuela de la España nos roba, y quienes han robado han sido ustedes", replicó Carrizosa a ERC y Junts, mientras que Illa (PSC) se mostró partidario de crear un consorcio tributario compartido por la Generalitat y el Gobierno central para acabar, según él, con la "competencia fiscal desleal".
Infraestructuras
Por lo que respecta a las infraestructuras, Illa, Carrizosa y Fernández expresaron su apoyo a proyectos como la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, al igual que el posconvergente Rull.
Este hecho molestó a Albiach, que acusó a PSC y Junts de ser "la coalición del asfalto".
En este capítulo, Aragonès presumió del acuerdo alcanzado con el Gobierno de Pedro Sánchez para traspasar a la Generalitat la red de trenes de Rodalies (Cercanías) de Renfe.
Illa celebra el nombramiento de Pere Macias por Rodalies
Una nueva cesión, en este caso ferroviaria, que Illa avaló de este modo: "El traspaso de Rodalies yo lo apoyé y me parece que es bueno, porque va en la línea de la colaboración entre administraciones", dijo el candidato socialista.
Illa transmitió además su "felicitación" a Aragonès por haber nombrado al exmandatario convergente Pere Macias comisionado para negociar con el Gobierno dicho traspaso.