El Govern de Pere Aragonès ha anunciado que el Institut Català de Finances (ICF) repartirá dividendos con la Generalitat, su único accionista, por primera vez en la historia. Así se ha decidido en el Consell Executiu de este martes, después de que la banca catalana haya obtenido 44,8 millones de beneficio neto.
En concreto, la Generalitat recibirá 25 millones de dividendos provenientes del ICF, los cuales serán destinados a vivienda social, el sector primario y el pequeño comercio. El organismo destinará el resto de beneficios a reservas voluntarias y a reservas de capitalización "para fomentar el crecimiento orgánico de la entidad", ha informado el Govern.
Apertura de oficinas de atención al público
El Consell Executiu ha aprovado este martes las cuentas anuales del 2023 de la banca pública de promoción y, tras observar el carácter extraordinario de los beneficios de 2023 impulsados por la subida de los tipos de interés, se ha resuelto, por vez primera, que el ICF repartirá dividendos.
Parte de los beneficios se invertirán también en la apertura de las primeras oficinas de la entidad para la atención al público en las principales ciudades de Cataluña a partir de este mismo verano, tal y como está previsto desde febrero. El objetivo, ha detallado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, es acercarse al tejido empresarial de todo el territorio.