El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha fracasado en su juego de equilibrios entre PSC y comunes. Finalmente, y pese a las conversaciones in extremis, no ha logrado convencer a los de Jéssica Albiach para que retiren la enmienda a la totalidad a los presupuestos de 2024, evitando así que pase el primer trámite. Los comunes no han dado su brazo a torcer con el Hard Rock, ni el republicano ha encontrado apoyos en otros partidos más allá de los 33 diputados del PSC y el de la diputada no adscrita, Cristina Casol --expulsada del partido tras denunciar acoso--.
Ante este nuevo fiasco del gobierno en minoría de Aragonès, Cataluña se aboca inevitablemente hacia el adelanto electoral. Pues cabe recordar que los presupuestos son la ley más importante de la legislatura que permite, por un lado, dar respuesta a los desafíos que tiene el territorio -entre los cuales, la sequía o la educación-; por otro, suponían el balón de oxígeno para mantener a los republicanos al frente de la Generalitat.
Albiach cumple su amenaza
Ya es oficial. El pleno del Parlament ha rechazado este miércoles el proyecto de ley de presupuestos, que solo ha recibido el apoyo de ERC y PSC y la diputada no adscrita Cristina Casol. Es decir, 67 de los 68 votos necesarios. Han votado en contra Junts, Vox, CUP, comunes, Ciudadanos y PP. De este modo, la líder de En Comú Podem ha hecho efectiva su amenaza al considerar que el Govern no se ha movido de su postura sobre el Hard Rock. Un proyecto que, a su parecer, convierte a Cataluña en "unas Vegas low cost" y trae problemas de delincuencia y ludopatía. Más aun, en un escenario de sequía.
Ante este nuevo contexto, los neoconvergentes ya han exigido elecciones. El presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, advirtió de que si Aragonès era incapaz de buscar los apoyos para sacar adelante los presupuestos debería adelantar los comicios.
Reunión urgente
Ahora, está en manos del president de la Generalitat decidir qué rumbo sigue Cataluña. Si bien siempre ha dicho que no tenía intención de adelantar las elecciones, lo cierto es que el escenario de no tener presupuestos deja a su Govern en una situación todavía más delicada. Con una representación de tan solo 33 diputados es muy difícil continuar hasta febrero de 2025, sobre todo en un momento en que tendrá que afrontar un desgaste muy importante si no llueve.
Por otro lado, esta situación también ha generado nervios en Moncloa. Y es que cabe recordar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, depende de los votos de Junts y de ERC para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, temen que los republicanos se venguen y no pongan fácil la aprobación de las cuentas al no haber logrado que la líder de Sumar, Yolanda Díaz, presione a Albiach en Cataluña para arrancarle el sí.