Los cambios en el gobierno catalán tienen una doble lectura. La más obvia tiene que ver con una deficiente gestión. Pero también hay motivos electorales, pues afectan a tres consejerías territoriales con las que Pere Aragonès podría haber ganado músculo en el tejido social y económico. Acción Climática, Educación y Territorio son claves en la vertebración de ERC en Cataluña.

Pero los resultados de las elecciones municipales han demostrado que los republicanos no han podido o no han sabido aprovechar esa palanca: el partido perdió 300.000 votos. Ante el adelanto de las elecciones generales, que ha cogido por sorpresa a todos los partidos, no parece que Esquerra vaya a rearmarse.

Queda poco tiempo y los resortes que movilizan el electorado en esos comicios son diferentes: independencia y voto útil son dos factores que, hoy por hoy, el partido liderado aún por Oriol Junqueras no domina. De ahí que vuelvan a crecer los rumores sobre un adelanto electoral en Cataluña.

La 'consellera' de Agricultura, Teresa Jordà / GOVERN

A la espera de lo que suceda el 23J, la crisis de gobierno de Aragonès viene propiciada por la incorporación de Teresa Jordà a la lista de ERC para las generales, lo que ha obligado a buscar un sustituto al frente de la Consejería de Accion Climática, Alimentación y Agenda Rural.

Juegos de Invierno

La gestión de Jordà ha sido muy criticada, no solo por la falta de una respuesta eficaz y eficiente a una sequía ya anunciada, sino al retraso en la implantación de energías renovables. Cataluña está en la cola a nivel español en una cuestión, la lucha contra el cambio climático, que ahora deberá asumir David Mascort, que hasta ahora era secretario general de este departamento de la Generalitat.

Un departamento muy conectado con el territorio, pues no en vano, se ocupa de la gestión rural. Nada de eso ha servido para insuflar influencia republicana. En la fallida celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno, defendida por muchos alcaldes de ERC a pesar de la tibieza de Aragonès, ha tenido mucho que ver en ese desencanto territorial.

El 'conseller' de Educación, Josep González-Cambray, a su llegada a una sesión plenaria en el Parlament Kike Rincón - Europa Press

Por su parte, la Consejería de Educación ha sido foco de constantes conflictos laborales, lo que ha repercutido también en la expansión electoral de ERC. El partido ha perdido la oportunidad de aprovechar el sistema público educativo como altavoz electoral, pues no es un secreto que también en la elección de los directores de los centros hay intereses partidistas.

Huegas educativas

Pero el mandato de Josep Maria Gonzalez-Cambray se ha caracterizado por la falta de diálogo, cuando no prepotencia, con la comunidad educativa. Una comunidad poderosa que ha protagonizado varias huelgas en esta legislatura. Anna Simó, que ya fue consejera de Bienestar y Familia durante el gobierno tripartito, viene a arreglar los desaguisados de Cambray.

El candidato de ERC a la alcaldía de Sabadell, Gabriel Fernàndez i Díaz (centro), junto al 'conseller' Juli Fernández y Carme Forcadell ERC

Por su parte, Ester Capella reemplaza a Juli Fernández, hasta ahora titular de la Consejería de Territorio que, como su nombre indica, también debería haber sido clave en el tejido territorial de ERC. Responsable de las infraestructuras en Cataluña, y al igual que ocurrió con los Juegos de Invierno, la gestión desde la Consejería se ha hecho en ocasiones a espaldas de los intereses locales.

Infraestructuras

Su resistencia a la B-40 (el llamado tradicionalmente Cuarto Cinturón, que beneficiaría a Sabadell, ciudad donde fue alcalde) y el rechazo a la ampliación del aeropuerto de El Prat (un proyecto fundamental desde el punto del despegue económico catalán) no ha sido la mejor tarjeta de presentación ante unas elecciones –las locales y las generales--.

Todo ello, unido a una estrategia de diálogo sobre el conflicto independentista con poca épica y que parece haber beneficiado más al PSC, provoca que, de nuevo, haya rumores de adelanto electoral en Cataluña, pues a pesar de los cambios, Aragonès sigue presidiendo un gobierno en minoría con el que debe aguantar hasta 2025, con Junts per Catalunya trabajando en una geometría variable en materia de pactos postelectorales.

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