El teniente general Félix Sanz Roldán ha dibujado el nuevo orden mundial marcado por la rivalidad entre EEUU y China en un encuentro celebrado en el Círculo Ecuestre en el marco de un acto promovido por la Fundación España Salud. A su juicio, no será un esquema de agresividad aguda. "Vamos hacia un escenario de soft power", ha declarado, en que ambas potencias polarizarán al resto de países hacia uno u otro bando.
El exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha puntualizado que la competencia entre ambos gigantes no pasará fundamentalmente por el uso de la fuerza, sino por una ambivalencia entre la cooperación y la hostilidad.
España es un "buen aliado"
"No hay que esperar de China agresiones burdas, sino que vengan con la cara del amigo", ha manifestado.
Asimismo, ha defendido el rol de España en la defensa de los intereses occidentales. "España juega en el orden mundial a través de la OTAN y la Unión Europea, y también a través de su relación única y exclusiva con los EEUU con el complejo de Rota y Morón. Allí jugamos como los grandes", ha afirmado. "Somos un buen aliado", ha reiterado.
Un nuevo multilateralismo
El pulso entre ambos bloques definirá una "nueva bipolaridad" que, a su vez, generará un multilateralismo en amplias direcciones. En este sentido, será clave hacia dónde se decanten grandes geografías como Rusia, las naciones hispanoamericanas, India o África, así como el importante fortalecimiento de la OTAN.
En la última cumbre del G7 celebrada en Hiroshima (Japón), se apuntó a que "debía colaborarse especialmente en el segmento económico y tecnológico, por ejemplo en el marco de las materias primas", ha explicado el teniente general.
Carrera tecnológica
En este punto, ha comentado la pérdida de resuello del Viejo Continente en la carrera tecnológica. Ha puesto como ejemplo el 5G, sobre el cual los países europeos basculan entre adoptar los desarrollos procedentes o bien de EEUU o bien de China. "Si Europa no fabrica una decisión propia sobre el 5G, en realidad la están colonizando", ha reflexionado.
Sobre el sabotaje al gasoducto Nord Stream, ha reconocido que "no sabe" quién perpetró el ataque. "Quien ha hecho eso no ha querido tener publicidad de sus actos. Y, además, no ha servido para gran cosa. Dentro de las relaciones internacionales ha sido casi irrelevante", ha dicho. Preguntado sobre la involucración de Rusia en el procés, ha preferido guardar silencio.