Decidir una alcaldía a cara o cruz. Parece paródico, pero es como podría determinar su futuro Sant Feliu de Buixalleu, un pequeño pueblo de Girona de 804 habitantes que se encuentra en un aprieto político tras los resultados de las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.
Junts y ERC han empatado en el municipio con 227 votos y tres concejales, lo que significa que, tal como señala la normativa electoral, deberán utilizar el azar.
Junts propone dividir el mandato
La propuesta de Junts a los republicanos, sin embargo, es otra: ponen sobre la mesa repartir el mandato en dos años cada uno. Según ha señalado el alcalde de la formación política en el pueblo a Efe, Josep Roquet, tomar la decisión a suertes sería "injusto".
No obstante, ERC se habría negado a esta opción. Todo depende ahora de la decisión que tome la Junta Electoral, que durante los próximos días se pronunciará al respecto de la validez de cuatro papeletas con garabatos a favor del partido presidido por Oriol Junqueras. En caso de que la agrupación no acepte el trato y la autoridad desestime esos votos, Junts se haría con la alcaldía.