Un diálogo de sordos. Así puede definirse el encuentro celebrado esta tarde entre el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el empresariado catalán en el marco de la reunión anual del Círculo de Economía en Barcelona.
Aunque el presidente del lobi económico, Jaume Guardiola, ha dado la bienvenida al republicano recordándole las críticas al gobierno autonómico incluidas en la última nota de opinión de la entidad, el president ha ignorado las señales de alerta del lobi con un discurso triunfalista sobre su gestión. Lo ha hecho tras el revolcón de ERC en las elecciones municipales del pasado domingo.
Oídos sordos
El dirigente autonómico se ha permitido aleccionar a los presentes: "Demasiadas veces en determinados ámbitos se oye un discurso derrotista de una supuesta decadencia de la economía catalana, que se convierte en un peaje añadido que deben pagar las inversiones. Ver por sistema el vaso medio vacío no ayuda a crecer", ha dicho.
Ello pese a que Guardiola ha recordado que en los últimos veinte años Cataluña ha recortado distancias en su renta per cápita respecto al conjunto de España y Europa. Pero Aragonès no se ha conmovido: "No puedo aceptar que se hable de estancamiento de la economía catalana". Solo le ha faltado proclamar que Cataluña va bien.
Resucita el "aznarismo"
Para fundamentar su posicionamiento ha lanzado una lluvia de cifras: desde la inversión estrangera en 2022, hasta los niveles de PIB de la autonomía, que ha dicho que "ya superan el nivel pre-pandemia". También ha defendido los buenos datos de ocupación y exportaciones, pero no ha respondido a las críticas del Círculo sobre los déficits de inversiones de la Generalitat en ámbitos como la gestión del agua y las energías renovables.
Por otro lado, Aragonès ha aprovechado su discurso para contraponer el modelo económico catalán, basado según él en la innovación y la diversificación empresarial, y con un supuesto modelo alternativo heredado del "aznarismo" basado en "el abandono de la industria y la apuesta por el crecimiento del turismo masivo low cost, la especulación inmobiliaria y el crecimiento desmedido del sector financiero".
Hacia el 23J
El president ha instado a luchar contra este esquema que, a su juicio, PP y Vox quieren desplegar en España. "Cataluña no se puede quedar inmóvil porque nos va nuestro modelo económico. Hemos de prepararnos para condiciones de futuro adversas. El Gobierno vivirá de la confontración con lo que significa Cataluña".
Por ello, Aragonès ha reiterado su propuesta formulada esta misma mañana de un "frente común" para las elecciones generales del 23 de julio que agaville a independentistas y comunes. Una medida que ya ha sido rechazada por la formación capitaneada por Jèssica Albiach y Junts per Catalunya.