ERC no ha dudado en aprovecharse de las incidencias de las últimas semanas en Rodalies para criticar a España y al Gobierno, a las puertas de unas elecciones municipales en las que los republicanos se juegan su liderazgo en muchos ayuntamientos. Por eso, al partido no le sorprendió cuando Renfe le comunicó que no aceptaba su publicidad electoral en las estaciones. Un "error", según la compañía, que les ha servido para victimizarse de nuevo.
El líder de ERC, Oriol Junqueras, tardó poco en reprochárselo: “Sí aceptan la publicidad de partidos de toda la vida que siempre han servido a sus intereses y ocultado sus vergüenzas”, expresó.
Victimismo de ERC
La polémica comenzó en Badalona (Barcelona), cuando el alcaldable Alex Montornès criticó que Renfe le había “vetado en la estación” de esa ciudad. “Nunca dejaremos de denunciar el servicio vergonzoso de Rodalies que sufrimos”, expresó.
“Esperamos que este agravio no responda a una represalia por la denuncia que ha hecho la formación de la gestión desastrosa del servicio de Rodalies hecha por los socialistas”, decían en un comunicado. Un discurso victimista que duró poco y no sirvió para nada, ya que Renfe salió en su defensa asegurando que se trataba de "un error".
"Se ha cometido un error, y aunque Renfe no gestiona este contrato de espacios publicitarios, se admitirá esta campaña de la misma manera que se ha hecho con las otras”, agregan desde la compañía, desde donde aseguran que “no se veta a nadie”.
Sea como sea, a los republicanos les ha ido bien este fallo para volver a sacar tajada de los trenes en plena campaña electoral, en la que mucho critican la gestión de Rodalies, pero no hacen mención a las incidencias de los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) que sí gestiona el Govern. Y es que cabe recordar que el pasado martes un tren de la línea S1 que tenía como destino Terrassa se equivocó de vía y llevó a los pasajeros a Sabadell.
Una incidencia producida por un error en la maniobra manual y a la que al Govern no le ha interesado dar bombo.