Los vecinos de Manresa (Barcelona) están decepcionados. Es el sentimiento generalizado que sienten en esta ciudad que ha visto crecer la suciedad y la inseguridad en sus calles. Las peleas y los robos están a la orden del día, y la conexión con Barcelona deja mucho que desear. Por eso, esperan que el gobierno que resulte ganador tras las elecciones municipales del 28 de mayo se ponga las pilas con esos problemas, que les han hecho perder la esperanza en la política.
Así lo han dicho residentes de la capital del Bages a Crónica Global, tras visitar 15 lugares de la geografía catalana para conocer qué esperan sus habitantes de los comicios y cuáles son, a su parecer, los desafíos pendientes.
Peleas a plena luz del día
Manresa cuenta, hoy por hoy, con 77.452 habitantes --según los últimos datos del Idescat de 2022-- y es una ciudad agradable para “vivir y estudiar”, cercana al mar y a la montaña, asegura uno de los vecinos que la eligió. Sin embargo, en los últimos años han visto cómo se han ido degradando no solo los barrios, también "las zonas que históricamente han tenido más glamour", como el centro.
“El paseo da vergüenza, está muy sucio y es inseguro”, dicen algunas voces consultadas, que coinciden en que los dos últimos años han sido los peores. De hecho, una de las trabajadoras del Passeig relata que las peleas son una constante: “Yo trabajo ahí y lo que veo es que, cada dos por tres, vuelan sillas. Siempre hay peleas” y a plena luz del día.
Más inseguridad por la noche
Pero no solo ocurre durante el día, también la noche es complicada en esta ciudad del Bages. Uno de sus vecinos asegura que ha sufrido algún episodio desagradable, pero sobre todo las mujeres: “Tengo muchas amigas que han tenido problemas. Una de ellas volvía sobre las doce de la noche a su casa y un hombre le sacó un arma blanca para robarle”, lamenta.
No es la única. Otra vecina consultada recuerda que le robaron el teléfono sin miramientos y reconoce que no se atreve “a salir sola a partir de las diez de la noche”. “La inseguridad va creciendo desmesuradamente y toda la gente que hemos nacido aquí nos sentimos así”, expresa.
Una ciudad "abandonada"
Hacer de Manresa una ciudad más segura no es el único reto que tendrá el próximo alcalde tras el 28 de mayo. También deberá luchar para lograr una mejor conexión con Barcelona, ya que hoy por hoy es “vergonzosa”. “O cojo el coche o directamente voy en autobús. Los trenes están imposibles, para ir a Barcelona tardamos casi dos horas y para ir a Madrid, dos horas y media”, dicen.
Y no sólo eso, consideran que “vivir en Manresa es muy caro para ser una ciudad tan pequeña”. “Es una ciudad con un mantenimiento bastante precario, cuando sales a pasear da lástima porque está abandonada”.
Decepcionados con el gobierno
Pero si hay algo en lo que coinciden las voces consultadas es en la decepción que les ha generado el actual gobierno. “No confío en quien salga ganador, no tengo ninguna esperanza”, lamentan. Algo que les llevará a muchos a cambiar de voto con respecto a las elecciones municipales de 2019.
Cabe recordar que, hace cuatro años, ERC ganó a Junts --sus rivales más inmediatos-- por solo diez votos. Eso llevó a un compromiso de reparto de mandato, por lo que, hasta junio de 2020 gobernó el posconvergente Valentí Junyent y, a partir de entonces, el republicano Marc Aloy.