Los vecinos de Mataró (Barcelona) tienen claras sus prioridades. Consideran que la ciudad se ha degradado en los últimos años y que la okupación “está a la orden del día” en cualquier zona, pero especialmente en los barrios de Rocafonda y Cerdanyola. Por eso, esperan que el gobierno que resulte ganador tras las elecciones municipales del 28 de mayo se ponga las pilas con esas amenazas, que lleva de cabeza no solo a los residentes, sino también a los comerciantes que han notado un incremento de la inseguridad.
Así lo han dicho desde la capital del Maresme a Crónica Global, tras visitar 15 lugares de la geografía catalana para conocer qué esperan sus habitantes de los comicios y cuáles son, a su parecer, los desafíos pendientes.
Los vecinos, contra los okupas
Mataró tiene, hoy por hoy, 128.956 habitantes --según los últimos datos del Idescat de 2022-- y es una de las ciudades cuyos vecinos se han movilizado más contra los okupas. Uno de los barrios más activos contra este fenómeno es el de Vista Alegre, que en numerosas ocasiones se han enfrentado a ellos hasta lograr echarlos de la vivienda allanada. Pero no es el único afectado, pues que cada vez son más las zonas de la ciudad que se han habituado a la delincuencia.
Cerdanyola, Rocafonda y Pla del Boet son tres de los barrios más conflictivos de la ciudad, no solo por esta actividad delictiva, sino por otras como robos o agresiones. Pero los allanadores no se conforman únicamente con pisos pequeños y viejos, por lo que han pasado a otros mejor valorados como Vista Alegre, el parque central o el centro. Así lo certifican los vecinos consultados, que viven en una de las zonas más cotizadas de la ciudad, la Via Europa: “Incluso donde estamos hay pisos ocupados”, pese a que la okupación es un problema generalizado en otros municipios catalanes.
Según los datos que ha avanzado la ACN, la capital del Maresme tiene un 69% más de pisos ocupados que la media catalana. Hoy por hoy, cuenta con más de 760 pisos allanados por cada 100.000 habitantes, lo que la sitúa como la segunda capital de comarca con una ratio más alta de okupaciones. Solo por delante la ciudad de Figueres (Girona).
Los comerciantes, más inseguros
También los comerciantes se ven más inseguros y notan un aumento de reclamos a la policía local: “Hemos llamado varias veces porque hemos visto a gente que no era de fiar”. Entre ellos se han organizado a través de un chat para avisarse “unos a otros” si detectan algún atisbo de delincuencia.
Este aumento de la inseguridad lo certifican los propios datos del Ministerio de Interior: en 2022 aumentaron todos los delitos en relación a 2021. Tal y como apuntan las cifras del cuarto trimestre, se produjeron 636 robos con violencia e intimidación, frente a los 508 del año anterior; 362 robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, frente a los 275 del periodo anterior; y 2.283 hurtos frente a los 1.651 de 2021.
Infraestructuras y oferta cultural
Más allá de eso, los vecinos piden más dedicación a las infraestructuras, algunas “anticuadas”, aunque reconocen la labor del consistorio en la construcción del mirador del puerto que hace la costa todavía más atractiva.
Asimismo, los residentes piden más presencia policial en la zona de ocio nocturno, que se encuentra en el polígono industrial cercano a varios bloques. “Hay mucho ruido e inseguridad por la noche”, agregan. Y también más oferta cultural para la gente joven, de manera que no esté todo tan centrado en el ocio nocturno.
Cabe recordar que PSC ha gobernado la capital del Maresme desde 1979 con la única excepción de un mandato de CiU entre 2011 y 2015. Pero serán los mataronins los que decidan, el 28 de mayo, si el socialista David Bote sigue gobernando en mayoría absoluta o si, por el contrario, deberá pactar con otros partidos.